Los retos del periodista


por Raúl López Gómez

Por Rául López Gómez, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, desde el puerto de Veracruz

El doble reto de escribir significa ahora, no sólo enfrentar el riesgo de toda la incomodidad que representa para unos y otros ejercer el derecho a la libertad de expresión en un mundo lleno de intolerancia, ahora el problema es más grave al tener que someterse a la exposición con algunos personajes que desde la comodidad de un teléfono inteligente o de una computadora pueden acceder a las redes sociales para interferir con ofensas y agresiones de todo tipo de denostaciones en contra de quienes ejercen el periodismo de forma profesional.

Y ejercer el periodismo de forma profesional, significa trabajar o colaborar en medios de comunicación y foros de información del ciberespacio, en donde cada quien es responsable de lo que expresa y que viene a significar su propia verdad, o lo que se quiera entender y por lo que los “politólogos” de las redes sociales utilizan su odio y rencor para tratar de desvirtuar el oficio o profesión que se ha ejercido por décadas.

Más grave aún, los que por ser parte de una tendencia ideológica o política de quienes sabedores de estar laborando para algún color de partido político en el poder, se den el lujo de increpar y hasta denostar a los profesionales de la comunicación que se exponen a un mundo desequilibrado en riesgo y en rigor de escribir para un medio de comunicación de prensa, radio, televisión o de internet.

Pero más peligroso es, cuando la ofensa viene con cierta tendencia de un veneno y poder destructor acumulado de quienes son parte de la profesión, pero “no escriben ni la lista del mando”, y desde la comodidad de un celular se dedican a monitorear a todos que contribuyen diariamente en los diversos medios de comunicación, y que buscan cooptar como una tarea de mata-tiempo, que por ser parte de la estructura de algún partido en el poder, o simplemente se sienten solidarios para estar contribuyendo a una causa ideológica con las agrias críticas y ofensas en general para periodistas y comunicadores fuera de toda ética.

No entienden que el riesgo es mayor y se tiene que suplir muchas veces con dejar de operar las redes sociales desde espacios personalizados y la queja es desde quienes en el actual proceso electoral por la presidencia del país, pretenden hacer creer que ya ganaron. Cuando la elección aun no se realiza. Para todos aquellos que andan haciendo esa labor, el respeto de Voltaire, aunque no se este acuerdo.

El tema del quehacer periodístico es un ejercicio sin fronteras que impulsa permanentemente a explorar todos los ámbitos del trabajo diario y de la vida misma. Se trató de un reto para poner la observación personal en el conocimiento de la colectividad social.

El periodista real no atesora cuanto sabe, pues su misión esencial es compartir el conocimiento. Sobre todo en esta época en donde medrar con la información parece ser la praxis cotidiana. Por eso se entrega a su comunidad, confirmando con ello su fuerte vocación ciudadana, pues es en la generosidad de este oficio y en su naturaleza en donde se dan el beneficio común, la crítica y la autocritica como los valores fundamentales a que debe aspirar una sociedad vigorosa, segura de sí misma y de su destino.

Comunicar es una batalla social constante, fundamentada en el trabajo y la legalidad y, es su cumplimiento una renovación que impide envejecer. Comunicar es la vida misma con sus flujos y reflujos. Es una aventura humana irrenunciable, llena de riesgos, pero también de grandes satisfacciones.

Muchas veces se convierte en un acto solitario, de gran introspección e investigación, y de amplia responsabilidad personal y social, en donde el anhelo esencial es el saber y, el expresarlo se convierte en la concreción y objeto de nuestras vidas.

¿Quiénes seriamos en lo individual y en lo social si no tuviéramos la responsabilidad de comunicar y comunicarnos con interlocutores ávidos de recibir y expresar una vocación que nació con el hombre?

Darle viabilidad, confiabilidad, honestidad y crítica a nuestro oficio, es dignificarlo y renovarlo, para de ese modo cumplir su esencia.

Así, en el devenir de la historia, ante la intolerancia de la crítica, los periodistas sucumben ante los poderosos que no quieren escuchar de nadie alguna crítica, por eso la tarea del periodista en toda su historia ha sido de riesgo y de ofrendar la vida en cumplimiento del deber. Y ya es algo común que se combate y se lucha por mantener al periodista protegido de los poderosos.

También, el recuerdo inolvidable para todos los compañeros periodistas y comunicadores que han ofrendado su vida en el cumplimiento del deber y ya no están con nosotros, pero su memoria perdura.

A causa del proceso electoral, sin las clásicas reuniones realizadas por tradición desde algunas instancias de gobierno, sólo las reuniones de aquellas instancias que desde la sociedad civil se han dedicado a reconocer a todos los colegas en estas fechas, como el Club de Periodistas de México A.C, entre otras organizaciones.

Gracias a todos los colegas y amigos por las atenciones con motivo del día de la libertad de expresión. En especial a Raúl Peimbert, Martha Elvia Villegas, Zócimo Castellanos, Adolfo Beauregard, Rodolfo Molina y a Ignacio Morales Lechuga, quienes lo hicieron de forma personal. y en especial José Luis Santiago López. Así las cosas.

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