La periodista, Maestra y ahora novelista, Violeta Santiago obtiene mención honorífica para primera novela intitulada «Las Llamas Danzantes», presentada en el Décimo Sexto Premio Nacional de Novela Negra 2022 «Una vuelta de tuerca», organizado por la Secretaría de Cultura del Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro, según se dió a conocer esta semana, a través de diversos medios de comunicación.
Una grata noticia lo es sin duda, la distinción obtenida por nuestra colega , una brillante egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, con reconocida trayectoria por la serie de reportajes en nuestro estado que fueron merecedores de premios por su gran calidad, pero a la vez, de fuertes reacciones en su contra por parte de fuertes intereses de poder en la entidad, que la obligaron a dejar el periodismo para dedicarse a incrementar su formación académica en una universidad de la ciudad de México.
Ella reconoce, desde su muro de facebook, que detrás de esta su primera novela subyace toda esa experiencia vivida como reportera que recogió, de primer mano, los datos duros y vivenciales de un Veracruz sometido bajo el yugo de la violencia desde hace varios años.
Afirmó:
«Es mi primera novela y ha ganado una mención honorífica junto con otra novela de una escritora increíble a quien admiro un montón.La escribí en tres semanas, en el verano del primer año de Covid, como una forma de hacer catarsis ante los temas que había cubierto como periodista en los últimos años. Originalmente se llamaba «Fuegos Fatuos», pero con ese título el año pasado gané el Bellas Artes de Crónica Literaria (que se publica este año) y tuve que pensar en otro. Mientras tanto, volví a la novela varias veces, en un intento personalísimo de comprender un Veracruz que se entiende desde la violencia. Aún no me la creo…»
No sumamos a las felicitaciones a nuestra colega por este gran logro, ahora de corte literario, vinculado a su larga experiencia en el ámbito del periodismo con fuerte compromiso social.
nota de Rodolfo Calderón Vivar, Director General de EfACICO
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