AVATARES.- El Relicario del Papa (I)


Por Irene Arceo Muñoz, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzanaa

Para el Arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios

(I de Dos partes)

El culto a las reliquias ha sido siempre un fenómeno de gran importancia social, económica y cultural. Para la iglesia Católica, las reliquias pueden ser restos del cuerpo de un santo después de su muerte, pero también son dignos de veneración ropajes y objetos que pertenecieron o estuvieron cerca del beatificado. 

El fervor relicario se remonta a los comienzos del Cristianismo con San Esteban que fue el primer mártir de la Iglesia Católica. Bajo ese dogma los restos de los santos han sido considerados como una protección para la persona que los posee, los toca o los venera y es una ayuda para conseguir aquello que resultara más inalcanzable, como un milagro. 

En tiempos de las persecuciones a los cristianos, los creyentes acostumbraban recuperar los cuerpos de los santos para darles sepultura, y la fe los convirtió en mártires ligados al sacrificio eucarístico. En el año 269 el papa San Félix I promulgó una ley para asegurar esta costumbre.

Las primeras basílicas construidas después de las persecuciones fueron erigidas encima de las criptas donde yacían los cuerpos de los mártires. El quinto concilio de Cartago decretó que no sería consagrada ninguna nueva iglesia que no tuviera una reliquia en su altar. También se llegaron a depositar los cuerpos-reliquia en las puertas de las iglesias y los fieles debían besarlos antes de entrar. 

VIRTUD TERRENA Y FACULTAD MILAGROSA 

En la segunda mitad del siglo IV empezó la práctica de fragmentar los cuerpos de los santos para repartirlos. Varios teólogos apoyaron la teoría de que por pequeño que fuera el fragmento mantenía su virtud terrena y sus facultades milagrosas. Así las reliquias se convirtieron en instrumento de prestigio y fuente de ingresos. Todo esto favorecería también al sector artístico en la representación de las imágenes y el arte sacro plasmado en preciosos receptáculo para las reliquias.

A comienzos del siglo XIII el IV Concilio de Letrán, prohibió la veneración de reliquias sin «certificado de autenticidad»; esto para regular el comercio de reliquias en auge en los últimos siglos. 

RELIQUIAS FAMOSAS

Entre las reliquias más importantes del catolicismo está la vera cruz o cruz donde Jesucristo fue crucificado, encontrada por la madre del emperador Constantino I y perdida tras la derrota cruzada en la batalla de Hattin. Existen bastantes dudas de su autenticidad, dado que con la gran cantidad de astillas se podrían construir varias cruces y hasta un barco; la lanza sagrada o lanza que el centurión romano Longinus usó para atravesar el costado de Cristo, finalmente guardada en la catedral de Núremberg. 

El santo grial del que se dice que es el calíz de la última cena. En su origen parece haber sido un cuenco donde José de Arimatea recogió la sangre del crucificado. El Santo Catino de Génova y el Santo Cáliz de la Catedral de Valencia son los que, tradicionalmente, se han disputado ser los verdaderos.

La Corona de espinas de la cual, Luis IX de Francia mandó construir en 1248 en París la Sainte Chapelle para recibirla; la Sábana o Sudario de Turín, quizás la reliquia más conocida y cuestionada; el Santo Rostro o Velo de la Verónica: alojado en la capilla mayor de la catedral de Jaén , pero también la tienen la Catedral de San Pedro, en Roma , la Iglesia del Sagrado Corazón en París y el Monasterio de la Santa Faz en Alicante y la catedral de Oviedo, en España.

Para el Clavo de la Cruz, la reina lombarda Teodelinda mandó construir en 595 la Catedral de Monza, donde se conserva la corona de hierro de Lombardía elaborada con un clavo utilizado en la crucifixión de Jesucristo. Otro clavo de la Cruz, encontrado, en Tierra Santa por Santa Elena, madre de Constantino, se venera en la Catedral de Milán. 

En pleno siglo XXI La iglesia católica ofrece como reliquia la sangre extraída del Papa Juan Pablo II ante una posible transfusión, poco antes de su muerte el 2 de abril de 2005. ( Continua mañana la segunda parte)

publicado originalmente en Tinta Jarocha http://www.tintajarocha.com/informacion.php?ida=1380

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