Avatares.- Un recuerdo del Papa viajero (II)


 

Por Irene Arceo Muñoz, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Para el Arzobispo De Xalapa Hipólito Reyes Larios

La sangre reservada de Juan Pablo II para una posible emergencia médica nunca fue utilizada y e l Vaticano decidió que parte de ese líquido granate fuera guardado en un frasco para instalarlo como una preciosa reliquia en una iglesia en Cracovia, Polonia, donde nació el sumo pontífice.

La nueva reliquia oficial para veneración del Papa viajero se dio a conocer después de su beatificación el pasado 1 de mayo en una ceremonia en la plaza San Pedro que contó con más de un millón de fieles y que tuvo lugar seis años y un mes después de su muerte.

LAS CINCO VISITAS DEL PAPA

Recordemos que e l santo Papa Wojtyla estuvo en cinco ocasiones nuestro país dentro de sus 104 viajes pastorales por 129 países durante sus 26 años de pontificado.

Juan Pablo II fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978 y tres meses después comenzó a recorrer el mundo. El 26 de enero de ese año, el Papa aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y al bajar de las escalerillas del avión besó el suelo mexicano. Su ademán de humildad y amor realmente conmovió al mundo al ver su cuerpo arrodillado con sus ropajes blancos volando a l viento.

El Pontífice fue recibido por el entonces presidente, José López Portillo en tiempos en que México no tenía relaciones diplomáticas con la Santa Sede. No importó eso, en tan solo seis días la población mexicana se le entregó por completo. Ofició misa en la Catedral Metropolitana y visitó la Basílica de Guadalupe, para rendir culto a la virgen guadalupana, “La morenita” como le decía con su dulce acento.

El Papa se alojó en la delegación de la nunciatura apostólica del Vaticano en México, ubicada al sur del Distrito Federal, ahí la gente aguardó día y noche para estar a su lado y cantarle con emoción “Las Mañanitas y «amigo» de Roberto Carlos.

A su paso por la ciudad de Puebla, Oaxaca y Guadalajara desató alegría y esperanza. Se despidió de México en Monterrey, en medio de aplausos, porras y lágrimas, además en su regreso a Roma desde su vuelo vio millones de espejitos que le enviaban reflejos de cariño desde la tierra mexicana.

SEGUNDA VISITA, MEXICO SE ENTREGA AL PAPA

El Papa se tardó 11 años en regresar a México debido a que en 1981 el turco Mehmet Ali Agca lo baleó en la Plaza de San Pedro y la recuperación de su salud fue larga y penosa.

En mayo 1990, siendo presidente Carlos Salinas de Gortari el Pontífice regresó a México para una segunda visita pastoral en la que fue recibido con júbilo y enorme fe en la Ciudad de México, Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Jalisco, Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Tabasco y Zacatecas. Esa gira la cubrió esta reportera para El Dictamen.

EL PAPA, FRIALDAD EN YUCATÁN

Tres años después, en agosto de 1993, Juan Pablo II, hizo una breve visita a Yucatán con motivo del 501 aniversario del inicio de la evangelización con el descubrimiento de América.

En ese tercer viaje, el Papa peregrino fue recibido nuevamente por el presidente Salinas de Gortari. El 21 de septiembre de 1992, México había reanudado relaciones diplomáticas con el Vaticano. La visita se dio en una ambiente de tensión por el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de ese año.

CON ZEDILLO Y EN EL ESTADIO AZTECA

Seis años más tarde, el presidente Ernesto Zedillo recibió a su Santidad en calidad de Jefe de Estado. Juan Pablo II llegó el 22 de 1999 al Distrito Federal donde sostuvo reuniones multitudinarias en el Autódromo Hermanos Rodríguez y en el Estadio Azteca, donde el líder religioso expreso; «estaré con ustedes hasta el fin de los días, México siempre fiel”.

EL ADIOS DEL PAPA

Con el paso de los años, la salud del Papa peregrino se deterioró. Lucía mayor y cansado físicamente por lo que se trasladaba en el famoso “Papamóvil”, que también se convirtió en un símbolo de recuerdo del gran hombre.

Juan Pablo II regresó del 31 de julio al 1 de agosto de 2002 a nuestra tierra a despedirse de los mexicanos, en su quinta y última visita a nuestro país. Era presidente Vicente Fox, el panista que besó el anillo del obispo de Roma al darle la bienvenida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En su último viaje a México, Juan Pablo II ofició la ceremonia de canonización de Juan Diego en la Basílica de Guadalupe.

En agosto de 2002, el pueblo católico mexicano se despidió del Papa peregrino, quien murió 2 de abril de 2005 en el Vaticano y hoy guardamos su recuerdo con su relicario en las catedrales de Xalapa y del puerto de Veracruz
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EL PAPAMOVIL TAMBIEN FUE UN SIMBOLO

En la ciudad de México, el 8 de abril del 2005 a las nueve de la noche comenzó el último recorrido del Papamóvil, el vehículo que el Pontífice utilizó en su última visita a México, y que en señal de despedida partió de la Nunciatura Apostólica rumbo a la Basílica de Guadalupe.

Sobre la avenida Insurgentes una enorme valla de fieles católicos esperaba ver pasar papamóvil para darle un último adiós. La gente llevaba velas prendidas, agitaba banderitas del Vaticano y de México, alzaban sus brazos con estampas del rostro del Papa acompañados con mensajes de devoción y fe, en ese adiós al llamado ‘Papa Mexicano ’.

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