Una utopía puede hacerse realidad


Por María Guadalupe Rico Martínez, egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (al centro)

En 1985, el gobernador de estado norteamericano y su esposa escuchaban hablar de un logro de notables éxitos para sacar de la marginación a familias en extrema pobreza de Bangladesh. Quisieron conocer al creador de la extraña historia. William Clinton y su esposa Hillary oyeron durante dos horas al protagonista principal y lo invitaron de inmediato a crear la misma bolsa de microcréditos en Arkansas, para apoyar a comunidades de indios Sioux y Cherokees. Cuando llegó a la Presidencia, Clinton instó a repetir la experiencia a escala nacional y además extenderla a otros países.

El ex Presidente de Estados Unidos, encabeza la Iniciativa Global Clinton que en sexta edición en días pasados reunió a sus miembros en Nueva York para abordar los temas: empleo, género y consumo sostenible. Entre los huéspedes especiales, estuvo aquel personaje que vendió la genial idea al país más poderoso del hemisferio, Muhammad Yunus, Fundador del Grameen Bank “El banco de los pobres” y Premio Nobel de la Paz en 2006.

No conforme con urdir desde entonces el singular concepto, propone para salir del trance que vive la humanidad “Empresas para Todos”. La primera de una larga lista de este tipo de organización es Gramen Danone, surgida en 2005, a riesgo compartido entre Grameen y compañía multinacional reconocida mundialmente.

El producto, un yogur fortificado con todos los nutrientes carente en la dieta infantil ordinaria: hierro, zinc, yodo, etc. El objetivo principal, es reducir la malnutrición infantil en Bangladesh. Yunus insinúa esta iniciativa para salir de las crisis económica, financiera, agrícola, social y medioambiental. Una organización que beneficia a las masas en que el inversionista busca ayudar a otro sin hacer ninguna ganancia financiera para él mismo.

 Es un negocio sustentable. Parte del superávit económico se invierte en expandirla. Es un organismo sin pérdida ni dividendos, dedicada a alcanzar un objetivo social, el propietario puede recuperar solo la cantidad invertida al cabo de cierto tiempo.

Considera, que una vez que la empresa social llegue a ser elemento reconocido – como el “Banco de los Pobres”- puede desempeñar sustancial función en descifrar los dilemas que vivimos; abordar todos los obstáculos dejados atrás por las firmas con ánimo de lucro.

Bangladesh, está en camino de alcanzar la meta de reducir la pobreza a la mitad para el año 2015, primer Objetivo del Milenio fijado por la ONU, …una utopía, que puede hacerse realidad, porque como dice el Premio Simón Bolívar que otorga la UNESCO, “los sueños surgen de lo imposible. Dediquemos nuestro tiempo a hacer posible o imposible”.

 *Periodista y Docente de Desarrollo Sustentable http://www.verde-claro.org

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