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Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* Con respeto en memoria
Humberto Ortíz Salazar

* LA ONU Y LA ANSIADA
PAZ EN EL MUNDO

La ONU está festejando un aniversario más de su creación como instrumento para coordinar la paz social, el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos y la defensa a los derechos humanos universales.
En 1942, veintidós naciones del orbe se reunirían para buscar que el globo terráqueo entrara de nueva cuenta a la paz, ya que en menos de cincuenta años, se produjeron dos guerras mundiales que sólo habrían de dejar como secuelas el dolor humano, la pobreza en extremo de naciones protagonistas en dichos combates y la herencia al resto del planeta en el sentido de que haya el riesgo de que se registren más confrontaciones armadas estériles.
Hay mucha tela de donde cortar, para que la humanidad cuestione seriamente algunas de las deficiencias del árbitro del mundo, porque en apariencia, con sus intervenciones beneficia a las potencias y deja en estado de indefensión a los pueblos débiles o los menos socorridos por el dinero y las armas.


Por botón de muestra, si bien es cierto que a nueve años, Barak Obama, acaba de anunciar la retirada de los ejércitos estadunidenses de suelo iraquí, nada hizo el consejo de seguridad para sancionar al tío Sam y específicamente al presidente George Bush, quien bajo el pretexto de que Irak contaba con armamento nuclear ilegalmente, declaró la guerra a Saddam Hussein y mandó matarlo posteriormente. Cuando ambas denuncias no contaron con ningún soporte legal, jurídico ni humano.
Lo que acaba de ocurrir en Libia, equivale al más cruel y criminal atentado que un ser humano haya podido experimentar. Si Muamar Gadafi era responsable de crímenes de lesa humanidad, fueron 42 años de ejercer el poder y nunca su pueblo lo habría siquiera ofendido ni reclamado algo.

Festinar su asesinato, exhibe en su exacta dimensión al tío Sam y a la propia ONU, que lejos de demandarle cordura y congruencia, se solazó difundiendo las imágenes del abatimiento del dictador, cierto, pero no dejo de caer bajo un artero y criminal acto de barbarie. Un recuento al papel que juega las Naciones Unidas por la paz valdría la pena hacerlo. Al tiempo.

* XALAPA LA BELLA,
REPLETA DE BASURAS

El slogan de Xalapa la bella, en este momento no opera.
Las montañas de basuras y desperdicios por doquiera, alertan a suponer que el fenómeno no es nuevo o que le está haciendo pasar mal el rato a la autoridad municipal.
No salir a la calle y recorrer sus avenidas y colonias, hace que la autoridad no visualice los graves problemas que enfrenta la ciudadanía.
Xalapa, por sus intrincadas arterias públicas, con los mismos trazos de hace cien años, igual exhibe su rostro feo, cuando los rincones y esquinas, aparecen repletos de desechos, que además de constituir un estorbo para transeúntes y automovilistas, reflejan un rezago social y ambiental terribles.
Sin una política de recolección de basuras y una ausente campaña de limpieza en sus espacios públicos, pues los anuncios y señalamientos con algunas recomendaciones obedecen a dos y tres administraciones anteriores, la ciudadanía saca sus bolsas y depósitos de desperdicios en la hora que más les viene en gana.
De lunes a domingo, es la misma panorámica.
Ciertamente hay una población ajena a cualquier intento por mantener en condiciones el escenario natural citadino.
Pero igual, la inconsistencia en los programas de combate a las basuras sobre la arteria pública llama necesariamente a preguntarse, si realmente, hay una política que coadyuve al mantenimiento y generación de una Xalapa bella, como la propaganda oficial quiere verla.
En el discurso así es, pero la otra cara del mensaje oficioso nos muestra la verdadera razón de este comentario, siendo que aún en las administraciones municipales menos socorridas por los apoyos y comprensión de vecinos, la limpieza de las calles citadinas, como quiera era una constante que se daba, lo cual evidencia una de dos causas: O la autoridad falla, al carecer de políticas públicas, programas y funcionarios eficientes, o los habitantes de la ciudad, son de lo peor, ajenos a la higiene y sanidad pública. ¿Así nomás?

* SIN PROFESIONALIZARSE
LOS MEDIOS A MEDIAS

Sin una profesionalización de los medios, su papel quedará o seguirá estando corto para conseguir su misión de informar con claridad, imparcialidad y respetando las cuestiones que tienen que ver con la vida privada de las personas.
Legitimar la libertad de expresión, como lo piden la ONU y la OEA no será suficiente en un país, con rezagos ancestrales como es el mexicano.
Ambas organizaciones urgieron al Estado mexicano a legitimar el ejercicio de la libertad de expresión y reconocer en la prensa escrita una aliada en la búsqueda de seguridad pública y no verla como partidaria de los criminales.
Una prensa crítica es esencial, pero en las condiciones en que se desarrolla la inmensa mayoría de medios y particularmente sus trabajadores de la pluma, el micrófono y la imagen bonita, su riesgo de verse envueltos en consecuencias fatales, les aleja de poder informar con la puntualidad que así lo quisieran.
Una legitimación del ejercicio de este oficio, conllevaría a que el estado, de una vez por todas asumiera las medidas de protección y seguridad, tanto para la integridad de quienes escriben para informar, como de sus actividades laborales.
Bajo ese escenario, estaría relevando así las ineficientes fiscalías recién creadas, para ver la protección de los periodistas, o que en su caso, se vean fortalecidos con especialistas y recursos, y se garantice que efectivamente se va a garantizar su ejercicio, tan necesario en cualquier democracia en el mundo.
Y es que la OEA y la ONU subrayaron que México ocupa el primer lugar en América Latina en peligrosidad para ejercer la profesión de periodismo y el quinto a nivel mundial.
En los últimos doce años, han sido asesinados 70 periodistas, 13 de ellos únicamente en el año 2011. Hasta allí.

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