
* HAY CELEBRACIONES
DEL PAÍS, QUE PASAN
Hay celebraciones que realmente habría que reflexionar sobre su trascendencia en la vida pública del país, o cancelarlas definitivamente.
El 20 de noviembre es una de aquellas fechas, en que los mexicanos del común aprovechan para todo, ir de viaje a los puertos más cotizados de la nación azteca, dormir como lirones, ver películas o pasarlas con sus familias, menos, ciertamente que se memoricen los datos amargos de las batallas, que dieron a la Nación la expectativa de un cambio que sigue pendiente de registrarse.
Los héroes de la revolución, para una inmensa mayoría eso fueron, seres hoy hasta mitológicos a quienes difícilmente se les reconoce su paso por las páginas de la historia azteca.
Los nombres de Francisco Villa y Emiliano Zapata, nada les dicen a las mayorías aplastantes. Y es que si solo seis de cada cien niños mexicanos que cursan la escuela primaria, la concluyen, vea usted el gigantesco problema del analfabetismo que enfrenta el país.
Don Francisco I. Madero, si acaso, es recordado como el personaje al cual el presidente Porfirio Díaz, quiso entregarle la estafeta presidencial, debido a que la vida le había pagado con creces sus batallas contra los invasores europeos, aunque sin embargo, una vez que se sentara en la silla de mandatario, lo primero que hizo fue estrechar los lazos amistosos con Francia e Inglaterra preferentemente.

Cabe hacer la reflexión, porque nuestros jóvenes que estudian la secundaria y el bachillerato siguen cuestionando que hicieron Villa y Zapata, para liberar a este país, de las cadenas de la pobreza extrema, el analfabetismo, la desocupación laboral, y de que efectivamente el mexicano fuera un pueblo con libertades.
Hay espacios en la historia nacional, que nadie entiende y que cabría igualmente que se analizaran, para saber de una vez por todas, si la gesta de l9l0 puede calificarse como revolución concluida, revolución interrumpida, como lo dice Adolfo Gilly o simplemente se trata de una movilización que debe seguir. Al tiempo. Porque este último 20 del mes, nadie supo, ni sabía, qué celebraron los gobiernos con su desfile cívico-militar.
* ANTES DE PERDER,
BELTRONES SE VA
Detrás del texto hecho circular por Manlio Fabio Beltrones, la pregunta es saber qué sigue.
El senador decide no inscribirse como precandidato a la presidencia, con colores del partido tricolor, a efecto de no provocar una ruptura escandalosa, aunque para nadie escapa que entre los dos personajes en la recta final, por la candidatura hay un desencuentro y choque de titanes, aunque no de la magnitud con que pudiera haber ocurrido en las izquierdas, de haberse enfrascado Marcelo Ebrard en disputarle el abanderamiento en forma a AMLO.
Manlio Fabio Beltrones, no causó el revuelo que pudo haber provocado con su renuncia a seguir buscando la candidatura tricolor a la primera magistratura de este México, ávido, sin duda de contar con un liderazgo genuino.
Su retirada, la hace, dijo para evitar la ruptura en filas priistas. Nada extraordinario difundió acerca de su posición ante el proceso electoral que se avecina. El senador, sabe que está lejos de la expectativa que ha levantado Enrique Peña Nieto, como precandidato a la presidencia de México.
En el fondo se tejen las más diversas apreciaciones, en torno a la dimisión de Beltrones, cuando el senador goza de importante imagen en su papel de legislador, amén de las consultas, mesas de debates y las lecturas de importantes agentes culturales.
Hay la certidumbre entre socios priistas, que la salida de Beltrones de esta carrera preelectoral, tiene que ver con la concesión a los partidos minoritarios del Verde Ecologista y el Panal, lo cual enervó inmediatamente a los ex gobernadores Francisco Labastida Ochoa y Manlio Fabio Beltrones.
Ya que ambos personajes, de entrada, mostraron su oposición a que se les obsequiara a dichos membretes partidarios, con tantas curules y escaños a las cámaras baja y alta del congreso de la unión.
Como en el juego de beisbol, estaríamos en la novena entrada, sin nada para uno y otro de los candidatos, así que la contienda político electoral, se antoja desde ahora muy cerrada y hasta podrá advertirse que no hay nada para nadie, o por lo menos hasta los primeros días del próximo mes de enero o febrero.
* RETENES Y CHOQUES
ARMADOS, PERSISTEN
En medio de un silencio que sólo lo rompen las páginas rojas de los periódicos, la secuela de los retenes policiacos y de las fuerzas armadas y los encuentros que asemejan a choques bélicos con presuntas células del crimen organizado vienen persistiendo en diferentes partes de la entidad, con el azoro y el Jesús en los labios de propios y ajenos a la entidad veracruzana.
El último fin de semana se habló sin confirmar de cuatro eventos de violencia, en diferentes puntos de la geografía veracruzana, como se dijo que ocurrieron en Fortín, Cardel, Ylang Ylang del puerto de Veracruz y uno más sobre la vieja carretera al vecino municipio de Coatepec.
Los retenes de la marina, sobre la carretera al vecino puerto de Veracruz, no escapan a nadie, pero quienes hacen el viaje y los aprecian lo mismo en unidades automotrices particulares y autobuses de pasajeros, silencian sus voces, nadie dice algo, una calma tensa los distingue de otros momentos, iguales de violencia e inseguridad.
Ciertamente la tensión provocada por la violencia ha disminuido sensiblemente, pero no pasa día sin que no se tengan hechos, donde las armas y los heridos y los muertos, sean su consecuencia obligada.
Los retenes se cuentan hasta por cuatro y más, en puntos estratégicos de las ciudades principales del estado, y aunque no se explica algo acerca de su realización, se infiere que la delincuencia persiste y la autoridad se mantiene alerta.
Los recorridos de cuerpos policiacos estatales y federales, recorriendo las calles y avenidas, y las torretas de sus patrullas encendidas, de manera permanente, lo cual hay quienes aseguran que de esta forma se alertan más los delincuentes, quienes seguramente se eximen de cometer actos que rompan con el clima de seguridad que solo los políticos aseguran que está dándose.
Obviamente todo esto, tiene que ver con el operativo de Veracruz seguro, y que solo los cuerpos de seguridad manejan, ya que en el resto de la población, hay la percepción de que se entabla un combate discreto, pero que se cuenta ha resultado con singular eficacia. No obstante en corrillos policiales se confirma que la lucha contra la delincuencia no cesa, sino todo lo contrario.
El último secuestro ordenado por bandoleros, dirigido con una jovencita en el hotel México, hace recordar a la población que los amigos de lo ajeno, persiste como nota discordante de lo que no debiera suceder jamás.
Tomado de Grafico al Día. Día 23 de noviembre de 2011
