
*EX POLICIAS Y
SUS LIQUIDACIONES.
En realidad 900 elementos policiacos que dejan sus chambas, son muchos sobre todo en una época de desempleo y amagos de la delincuencia del grado que usted la quiera.
Una protesta se dio por parte de los ex policías dados de baja en la vecina zona conurbada de Veracruz y Boca del Río, porque en su lugar la Marina hará las funciones de guardián público.
El titular de seguridad pública, apuntó que se les pagará puntualmente a los elementos que por su incompetencia han sido puestos fuera de sus espacios ocupacionales.
Se ha dicho que deben saber guardar silencio, porque si los investigan, bien podría encontrarse que muchos de ellos, están metidos hasta los codos con el hampa organizada y la que no lo es también.

El puerto de Veracruz y el municipio colindante de Boca del Río, afrontan hoy día lamentables días de constante violencia y seguramente no pocos de estos elementos renunciados tienen nexos con bandoleros o en el peor de los casos, algunos de ellos, bien pueden ser o estar involucrados con las distintas bandas que operan sobre tierras veracruzanas.
En este contexto, la decisión de gobierno federal, es oportuna.
La marina, ha podido anotarse importantes aciertos, al desactivar importantes grupos delincuenciales. Y en ese sentido, su labor ha sido muy encomiable.
El grupo de 900 ex policías, sería liquidado conforme a la ley laboral vigente, solo que muchos de ellos no aceptan dicho trato, así que se lanzaron a la calle y celebraron una ruidosa manifestación de protesta, amén de reclamar algunos de ellos, que se les reincorpore a las filas de la propia secretaría de seguridad pública.
Esta última sigla refiere un imposible para aquellos policías cesantes, en el sentido de que si pasan el examen de confiabilidad bien podrían ser reincorporados a las filas de la SSP, pues no hay que olvidar que a las trincheras policiacas, suelen llegar más desahuciados sociales, que guardianes deseosos de preservar la seguridad de la sociedad civil, como debiera ocurrir en estricto sentido de justicia.
*ALZA EN PRODUCTOS
BASICOS, SIN CONTROL.
Poco menos que inservible y fuera de la realidad es la Profeco, que sobre todo en estos días decembrinos, deja ver toda su ausencia en la vigilancia, control y reordenación del comercio de productos básicos y los de consumo generalizado también.
De siempre, la procuraduría de defensa al consumidor, se ha podido asegurar como una instancia del régimen federal buena para nada.
En estas fechas sobre todo, la carrera alcista en los consumos básicos y el grueso de los artículos de consumo no precisamente cotidiano, va al galope de manera indiscriminada y en detrimento de los bolsillos de las inmensas mayorías.
Sin embargo, la Profeco, como el chinito nomás «milando», porque deja de actuar en contra de los hambreadores del pueblo. En Rusia o China, un ataque semejante a los bolsillos de las inmensas mayorías, seguramente costaría la propia vida a quienes siendo funcionarios encargados de su cuidado y entrega a la población, permitieran siquiera un rasgo de la especulación, ocultamiento o alza arbitraria de sus precios.
En los aparadores de establecimientos comerciales y tendajones de productos de primera necesidad, las tarifas de precios se ocultan o las utilizan sus regenteadores para especular con sus números. Y la Profeco, bien gracias, luciendo por su ausencia.
Ciertamente al candidato presidencial Enrique Peña Nieto, se le escaparon los precios de la tortilla y los porcentajes salariales de la hora presente, lo cual es muy lamentable, porque se trata de quien si bien le va en ánforas electorales, podría asumir la primera magistratura del país en el 2012.
En tanto, las autoridades de la Profeco, sirguen durmiendo la «mona», total quien se hunde es el pueblo y su hambruna, que ya no se avista como un espejismo, sino una realidad que comenzará a calar en breve. Al tiempo.
*EDILES CON IGUALES
SALDOS QUE EN 2009.
Los diputados locales no esperan un cambio radical en las cuentas alegres que les tratarán de cantar los señores ex alcaldes en la final de este año, al tenerles que rendir cuales son los estados financieros, que no pudieron sortear las consecuencias de los días complejos, porque o no sabían nada de números o simplemente, porque desviaron los fondos públicos depositados en sus manos.
En 2008 salieron mal los números y luego también en el 2009, varios de ellos son prófugos de la justicia y otros tantos fueron arraigados en las cárceles de sus municipalidades, donde gobernaron o fueron traídos al reclusorio de Pacho Viejo.
Sin embargo, no pocos de sus representados del pasado, se preguntan a ciencia cierta qué importancia o trascendencia ha de tener confinarlos en una prisión, si esos ex alcaldes no regresan los fondos sustraídos a las arcas del tesoro público.
El diputado Américo Zúñiga Martínez, confirma que el daño patrimonial causado a los ayuntamientos municipales alcanza los 900 millones de pesos.
Así que la sospecha bien fundada de los señores padres conscriptos, es que las cuentas del 2010 seguramente andan por las mismas alturas que en 2009 o 2008, pero el resarcimiento del año patrimonial, que dicen han causado ex ediles a los ayuntamientos, que tuvieron en sus manos tres años, difícilmente se va a dar.
Luego entonces, qué deberán instrumentar diputados y autoridades judiciales, para hacer que los ex alcaldes, en un acto de estricta caballerosidad se comprometan a pagar las cuentas debidas en plazos y tiempos posibles, pero definitivamente dejarlos en la cárcel, no va a resolver absolutamente nada.
Sobre todo cuando nuestras ciudades o una mayoría de ellas lucen exactamente igual que hace cien años, es decir, sus rezagos, atrasos y pobreza ancestrales, lo mismo se dieron en los años 80 y 90, que en esta primera década del siglo XXI. Y que se sepa, los responsables del latrocinio contra municipalidades es de ahora, nunca antes. Por favor.
