*5 MILLONES DE JOVENES
DECIDIRAN LA ELECCION.
Cinco millones de jóvenes que deberán estrenarse como electores en la próxima sucesión presidencial, bien podrían decidir quién será el primer mandatario del país, por los próximos seis años.
Estos ciudadanos están por arribar a los 18 años de edad, es decir, unas cuantas semanas antes de que se realice la elección del 2012.
Se trata del grupo que no cree en partidos políticos, que difícilmente lee y cree en los medios informativos tradicionales, pero que está metido hasta los hombros en las redes sociales, desde las cuales han podido hacer talco de la imagen por caso del ex gobernador mexiquense sobre todo en los días decembrinos apenas transcurridos hace unas horas.
Si la cantidad de sufragantes en elecciones presidenciales, no rebasa el 45 por ciento de ciudadanos con registro en el IFE, lo que garantiza una competición reñida, cinco millones de electores pueden determinar al personaje que ocupará la residencia oficial de los Pinos, como su huésped principal.
Más aún, si esta cifra incluye a los cinco millones de nuevos ciudadanos, es decir, los que reclaman escuela, trabajo, deportes y el estado se los regatea, seguramente son los llamados a decidir la identidad del próximo mandatario del país.
No hay que olvidar que en el año 2000, Vicente Fox ganó la presidencia gracias a los muchachos que en aquel entonces reflejaban el hartazgo que a los mexicanos les había provocado el viejo sistema.
Lamentablemente, el guanajuatense no tuvo las agallas para cambiar el sistema y definir un nuevo modelo de vida pública para los aztecas, lo que finalmente le llevaría a gobernar en forma similar a la de los socios priistas.
Empero, en vísperas de la sucesión de julio entrante, a decir del IFE los nuevos electores, que suman cinco millones, si lo quieren, pueden definir la personalidad del próximo presidente de México. Al tiempo.
*ACERCA DE MITOS
DE LA BUROCRACIA.
La Profeco quizá haya surgido a la vida pública nacional con algún interés de proteger efectivamente a consumidores de los atracos, que suelen cometer los prestadores de servicios públicos y los vendedores de productos básicos.
Se consideró por largo tiempo que operaría eficazmente para dar seguridad a los consumidores en sus compras, tanto de víveres de su dieta cotidiana como de productos de consumo generalizado.
Sin embargo, la experiencia que han tenido que enfrentar los usuarios y compradores, según sea el caso, es bastante lastimosa, porque tras de presentar su queja por escrito o verbal ante funcionarios de la Procuraduría de defensa al consumidor, acerca de un hecho en el que resultó con un atraco o daños y perjuicios, en los servicios que supuestamente pagó y no resultaron eficaces, las resoluciones, no siempre son en favor de quejosos, sino todo lo contrario.
Pero algo más, los reclamos a agencias vendedoras de automóviles nuevos, nunca proceden ante Profeco, aunque de antemano se afronte el atraco consistente en las malas condiciones, en que se encuentran muchas veces inclusive los automóviles nuevos.
Deplorable estado de cosas, cuyos costos tiene que pagar el común de consumidores, tan solo porque las instituciones fantasmales o engañosas, como es la Profeco, de hecho jamás han defendido a ningún consumidor que ha sido víctima de un «hambreador», siendo que su sostenimiento corre por cuenta de los contribuyentes del fisco y además tiene alcances millonarios.
Empero, el sistema gubernamental incluye en sus nóminas muchas veces a organismos fantasmales o listos solo para el atraco y el engaño, lo que no se vale, sobre todo en una época de crisis de todo, como es la que está corriendo.
En no poco la Profeco, se asemeja a las siglas dedicadas supuestamente a difundir la cultura, como es el IVEC, con asiento en el puerto de Veracruz, donde lo que menos hace es trabajar con las diversas líneas del quehacer educativo y cultural, y si en cambio sus titulares han convertido a dicho mamotreto en una cloaca, donde cobran bien y su directiva principal se integra con novias y amantes, de nadie más.
*LA ALTERNANCIA,
LO MÁS ESPERADO.
Enrique Peña Nieto, candidato del PRI a la presidencia del país, a su paso por el estado de Michoacán, dijo que aspira a representar «la nueva alternancia» en el poder central, luego de convocar para que el grueso de ciudadanos sufrague en su favor.
La respuesta sobrevino inmediatamente de parte de Andrés Manuel López Obrador, quien ya dio cuenta, que su gobierno sería con honestidad, transparencia y amor, con vistas a participar en el régimen federal como su mandatario, consumándose así la expectativa de un régimen democrático con alternancia.
Al momento, las precampañas siguen su ritmo hasta con cierta naturalidad, lo que al grueso de la población mexicana, tampoco inquieta ni incomoda.
Los recorridos que llevan a cabo los aspirantes presidenciales, sigue dándose bajo el esquema marcado por autoridades electorales, en el sentido de que aún no inicia la campaña en forma de los abanderados de las tres fuerzas partidarias más influyentes entre los electores aztecas.
Por parte de los panistas, la situación de los tres tiradores a la presidencia, continúa en condiciones similares entre aquellos.
Santiago Creel, se dice que está listo para confrontarse con ideas y propósitos, con sus dos contrincantes en las mismas filas, Josefina Vázquez Mota, con el mayor porcentaje de simpatizantes entre los albiazules y por supuesto Ernesto Cordero, último en el orden de las preferencias panistas.
Por otro lado, cabe significar que serán necesarios actos de mayor penetración en la conciencia popular, ya que el recorrido de candidatos hasta la fecha, no deja de transcurrir como han solido ocurrir los recorridos partidarios.
Igual ocurre en las trincheras de las familias partidarias, que siguen buscando entre sus correligionarios a quienes serán sus abanderados a las curules federales y escaños a la cámara alta del Congreso de la Unión, ya que a toda costa se tratan de afirmar caciques regionales, políticos con sospechosa relaciones financieras y mafiosas con grupos delincuenciales, amén de que en sonados ejemplos, tratan de repetir rostros de viejos, ajados y mal hechos políticos, de los cuales la sociedad está harta.
Así como quieren las mayorías la alternancia auténtica en el poder presidencial, no quedan muy atrás, aquellos que de manera determinante suspiran por la presencia de rostros nuevos y propuestas modernas de quehacer legislativo, en lo que hace a la elección de candidatos a diputados y senadores, aunque tampoco calienta los ánimos populares, como ocurre en las municipalidades y que ahora al menos sobre tierras veracruzanas, ocurrirá cada cuatro años.
EfACICO 