
* SIN PRESIDENCIALISMO
FUERTE, EN ESTE PAÍS
Contrariamente a lo sustentado por Enrique Peña Nieto, en el sentido de que es necesario fortalecer el presidencialismo mexicano, las mayorías coinciden en que esto no debe ocurrir, porque ya lo tuvieron los mexicanos 71 años y contra ese sistema, tronaron los ciudadanos aztecas dando la espalda a los excesos, abusos y la impunidad que prevalecieron por encima de cualquier gesto que se precie democrático.
Uno de los renglones de la vida laboral nacional, que más sufrieron los abusos amagos del poder presidencial, fueron los medios, los cuales muchas veces se vieron acorralados con la constante de restricciones con la venta del papel periódico y la persecución, censura a críticos y el encarcelamiento de periodistas, en la capital del país y la provincia azteca.
Empero, la libertad conseguida en este país, a raíz de las reformas propuestas por el veracruzano Jesús Reyes Heroles y que fueron subrayadas con la firma del tratado de libre comercial, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, al incluir en su texto la defensa de los derechos humanos, tema que estaba fuera de la agenda de todos los gobiernos emanados de la posrevolución mexicana, estaba en plena marcha.

Así que la libertad de expresión, no es precisamente una conquista de los medios, la ciudadanía tiene su acierto también, como haber alentado y tomado parte en el estallido del movimiento estudiantil de 1968. Los medios la asumieron como parte de sus actividades cotidianas, y de allí en adelante, ambos sectores han hecho del cuestionamiento a los presidentes una tarea saludable.
Así debe seguir, cualquier fortalecimiento al presidencialismo, alguna vez exacerbable, a nadie conviene ni aceptaría, porque primeramente la era de las grandes tlatoanis ya pasó y la práctica de un ejercicio democrático, si llegó en el año 2000, debe quedarse para bien de la salud pública nacional. Y si no al tiempo.
* EL PANISTA, UN
DEBATE DESCAFEINADO
El de los panistas, a ciencia cierta resultó un debate descafeinado o light.
Lo que esperaban panistas, no se dio. El debate no fue debate, sino puro rollo.
La esperanza de seguidores de uno y otro precandidato, está a la vista o sigue su ruta, hacia tres semanas más adelante, en que dentro de lo que podría llamarse como una segunda vuelta, dará las banderas de los blanquiazules a una y otro u otro de los precandidatos a ocupar la silla principal de este país.
Se dice que al debate le faltaron espolones, por lo que hace a los aspirantes varones Ernesto Cordero y Santiago Creel Miranda y a la gallina, no se le vieron los huevos, lo que produjo un encuentro, donde cada cual, saltó al cuadrilátero de la palabra, para adornarse diciendo lo que todos los albiazules saben de cada una de dichas personalidades.
Empero, todos los sondeos entre panistas y el resto de ciudadanos prefieren a Josefina Vázquez Mota, con una amplia ventaja sobre su más cercano contrincante Ernesto Cordero, quien a su vez, es seguido de Santiago Creel Miranda, no obstante que el ex secretario de hacienda y crédito público, asegura que la posición entre panistas frente a electores «está pareja».
Es más, aseguró que si van a una segunda vuelta, Cordero asegura que obtendría una victoria sobre contrincantes, y pone de ejemplo que hace seis años se dio la misma situación, cuando Creel era puntero, y finalmente, fue rebasado por Felipe Calderón, quien entre los afectos de panistas, se encontraba en un tercer lugar.
Sin embargo, en este momento, Josefina Vázquez Mota le saca una ventaja de dos a uno al señor Ernesto Cordero y queda muy atrás, el ex secretario de gobernación Santiago Creel Miranda, lo cual evidencia, que habrá un jaloneo de los mil demonios en las próximas tres semanas, ni duda.
Empero, por ahora, el debate que no fue precisamente un debate, sino una presentación de «currículas» y buenos propósitos de los tres aspirantes albiazules para el caso de conseguir las banderas albiazules, porque de lo contrario, ya verá usted como pueden igualmente despedazarse honras y prestigios.
Bajar del carro a Josefina Vázquez particularmente, provocará serios cuestionamientos de todos, porque las encuestas, entre panistas y las firmas de estos, suman cifras por arriba de las esperadas y que favorecen a Josefina irremediablemente.
Cabe preguntar cómo van a justificar los panistas una victoria que no ha sido nunca en la preselección y que como dice Cordero, le va a acompañar al final de esta contienda preelectoral de asociados del partido de acción nacional.
* ES MÁS URGENTE
TAPAR LOS BACHES
A los taxistas y gente del pueblo no nos preguntan.
Observa una mujer al volante de un taxi, que trabaja de las seis de la mañana a las 9 de la noche todos los días, a veces incluyendo los domingos, que termina su jornada con las costillas hundidas en sus carnes y los riñones saliéndoseles por todos los poros de su cuerpo.
Y si a ello le añade usted que las calles y avenidas y en todas las colonias céntricas y periféricas, cuentan con una secuela de baches tan terrible, que todos los días muchos automovilistas enfrentan ponches de sus neumáticos, ruptura de suspensiones y hasta de rótulas y otras partes mecánicas de los vehículos automotrices.
Todo esto, porque dice la taxista, que acaba de leer una nota, en la que se anuncia la pavimentación de la avenida Lázaro Cárdenas, partiendo de la vecina ciudad de Banderilla y que concluiría en la vecina congregación de Las Trancas, aplicando en la rúa de poco más de tres kilómetros de pavimento hidráulico y con un costo de 160 millones de pesos.
Es decir, le alarma al gremio, observa la conductora de un taxi de los ocho mil que circulan en la ciudad, que una cantidad como esa debiera aplicarse en el bacheo de las calles y avenidas, obra que más urge, porque la capital afronta una imagen de grave devastación, como en ninguna otra época.
Y sin ser especializada en ingeniería de suelos, como seguramente ese tipo de profesionales debe haberlos en el ayuntamiento o tránsito estatal, observa que una avenida como la Lázaro Cárdenas, con pavimento hidráulico, correrá el riesgo de resquebrajarse en muy poco tiempo, a diferencia, por caso del asfalto, que bien «planchado» tiene una duración mucho más larga.
Lo malo, señala la taxista, que a los ciudadanos nadie les pregunta ninguna jerarquía burocrática, sobre obras de esta investidura, las aprueban en lo oscurito, porque tampoco cree que un proyecto semejante vaya a ser objeto de alguna reconsideración, por caso, del Congreso local.
Allí la mayoría de los diputados están más preocupados en saber hacia cual chamba van a brincar, que en ver los servicios, que más hacen falta a los sufridos pueblos como el nuestro.
Concluye enfática la conductora de taxi, complexión delgada, morena clara y manos bien tratadas para conducir un automóvil.
