
* ALIANZAS Y
PANDILLAS
Finalmente a nadie del pueblo interesa realmente si dejan o no de estar aliados los distintos membretes partidarios, debido ha que sus fines y alcances vienen siendo los mismos.
Es decir, lo que importa es alcanzar el poder, no la atención a los núcleos de población que más lo requieren.
El sentir popular está muy dolido, hay un grave desangelamiento en la población, que raya necesariamente en apatía, pero igual, el común está tan lastimado y las instancias del poder público tan alejadas de aquel, que los políticos necesariamente tienen que inventar algo o pasar como entes ajenos sobre la tierra.
Por esto, cuando las tres siglas partidarias, cuatro con el PVEM, las otras son el PRI, el PANAL y Nueva Alianza anuncian su separación, los únicos preocupados o alegres, son sus socios, sus dirigentes y propietarios, pero al grueso de la población queda únicamente el sabor de quienes al no convenirse dejan de estar unidos, y que dios los ayude en el devenir inmediato.
Unos aseguran que dichos membretes partidarios, deben estar tramando algo, para que a la hora de sufragar en las ánforas electorales puedan volver a sumarse en un solo proyecto. Y por otro lado, hay quienes aseguran inocentemente que se trata de un propósito altamente democrático, porque dividiendo el voto, estén en condiciones reales de confrontar al PAN y a las fuerzas de izquierda.
Así que la gente simplemente está a la espera de que se den los cambios, pero sin el ánimo de otros ayeres, cuando la hambruna, la justicia, la seguridad, el desempleo y la salud pública, siguen siendo regateados como bienes, que supuestamente el estado debe brindarles, sin distingo de siglas ni formas de pensar.
Lamentable estado de cosas, que no produce en el electorado, más que un reclamo silencioso, porque en este país, la protesta sigue siendo un estado de ánimo, a veces entendible, cuando a las urnas electorales acude una minoría de sufragantes. La espera por el líder que llegue, sigue estando en suspenso. Al tiempo.
* PRECAMPAÑAS
CON HARTAZGO
El tiempo muy pronto está agotando la tolerancia y el ánimo de los electores que no están de acuerdo ni conformes, con que se repitan las fotografías y la mensajería que les recetan los políticos, porque esta sigue siendo a la distancia, la misma por cuanto a su contenido y forma.
Los políticos suelen hablar de una forma, pensar de otra y hacer lo contrario a una y otra.
Todavía no entran en la contienda real por la presidencia de la república, y el hartazgo se aprecia en el ánimo de los ciudadanos, que siguen esperando el arribo del líder y gobernante que se baje de su pedestal y llegue con verbo y acciones a la gente.
No hay debate de ideas, existe la difusión del discurso vano y vacío. Hay temas en la agenda nacional, que merecen una especial atención y que no lo hacen los actores políticos. Hambruna, desempleo, inseguridad y la ausencia de una salud pública efectiva, están faltando en los hogares de una mayoría aplastante de compatriotas.
Héctor Yunes Landa, el socio priista con una impecable trayectoria como militante del ex partido aplanadora, ha anunciado que el candidato presidencial de ese partido, obtendrá un millón 600 mil sufragios en la entidad veracruzana. Es decir, no está mintiendo, porque tal cifra es minoritaria frente a los más de cinco millones de ciudadanos registrados en el padrón del IFE.
Otro millón y medio de votos, los repartirán electores de las izquierdas enlistadas en Morena, PT y Convergencia y la mayoría, que serán dos millones y medio de votantes, ni siquiera saldrá de sus domicilios particulares, so pena que de esta forma, demostrarán su tedio, su abulia y rechazo a las cuestiones partidarias y sus candidatos.
Corresponde a los aspirantes en esta justa por la presidencia del país, hacer un trabajo diferente al de todos los sexenios, porque de otra suerte con todo y los dos millones de spots, estos también serán los comicios más caros y rechazados en la historia contemporánea del México de estos días.
El común de mexicanos, se encuentra harto de que se produzca más de lo mismo, siendo que las expectativas del cambio no se dieron ni con Carlos Salinas, ni Vicente Fox, ni con el sexenio en turno. Por favor.
* CIRCUITOS Y
OTROS MALES
Los circuitos de circulación continua, no precisamente van a resolver el severo conflicto que representa el tránsito vehicular y la ausencia de una semaforización sincronizada en la ciudad capital, lo que propicia los grandes congestionamientos vehiculares en la casi totalidad de la ciudad.
Va de nuevo otro intento por salvar el tránsito de la ciudad, en lo que hace a vehículos automotores, instalando tres circuitos de circulación continua, sobre los cuales de antemano también pesan las condenas de transportistas, taxistas y otros sectores sociales que viven en esta ciudad, en el sentido de que no serán suficientes y que habrá complicaciones en el paso por nuestras arterias públicas, como ocurrió en el trienio municipal anterior, donde su suspensión pegó su chicle y David Velasco, hubo que cargar con su fracaso.
Sin embargo, hay elementos colaterales, que no ayudan a presumir siquiera que se agilizará la circulación en el resto de nuestras calles y avenidas. Donde ayer con todo y los tres circuitos viales, sobre las avenidas 20 de noviembre, Lázaro Cárdenas, Américas, Maestros veracruzanos y Murillo Vidal su congestionamiento era brutal, en las horas del mediodía y la tarde-noche.
En la ciudad no se ven operando los agentes de tránsito y tampoco la semaforización es lo adecuada que se requiere.
Los patrulleros lucen por su ausencia y los motociclistas de la dependencia vial, suelen operar solo como vulgares asaltantes.
En cambio, la capital del estado de Veracruz, por su topografía y estrechas calles, amén de sus subidas y bajadas, y los graves hacinamientos que provoca el grueso de comerciantes ambulantes, que prácticamente asumen el control de nuestras arterias públicas como suyas, hacen menos que imposible el tránsito cómodo y ágil que solo las autoridades ven.
Note usted los entornos de solo tres mercados de abasto alimentario y podrá constatar directamente lo dicho antes. Los Sauces, San José y La Rotonda, siguen siendo los centros expendedores de productos básicos, para los camioneros que llegan con sus cargas «´preciosas» desde los estados de México, Puebla y Tlaxcala, sin ninguna consideración y menos respeto a las vialidades de Xalapa.
El paso peatonal no existe, porque las banquetas de las estrechas calles, las utilizan vendedores de cuanto producto pueda usted imaginar. Y por otro lado, las Marías y otros expendedores hacen suya la explotación de calles y avenidas, sin que ninguna autoridad intervenga, para contener su arribo a la capital, menos los agentes de tránsito, que no los hay por ningún costado.
Tal vez todo esto se deba a la improvisación que enmarca de siempre a una instancia, como es la de tránsito estatal, expuesta como se vea la práctica leonina y repleta de impunidad, en que suele incurrir tradicionalmente, porque su cambio, solo se anuncia, pero jamás se cumple. Esperemos.
