* LOS TAXISTAS,
UNA CALAMIDAD
Ciertamente como lo afirma uno de los sectores más reconocidos en la ciudad, los taxistas constituyen una calamidad y un serio problema social.
Con la autorización de más de cinco mil concesiones que hizo el sexenio anterior, no sólo no se resolvió el problema de usuarios de esta clase de transporte público, sino además, se creó un bárbaro problema a los capitalinos y que desemboca en la constante de siniestros viales, una estorbosa y lenta circulación vehicular en nuestras arterias públicas y la presencia de choferes de dichos taxis, que desconocen en su totalidad tarifas, nombres y números de calles y avenidas.
Inclusive, el común de pasajeros y usuarios de esas unidades, se lamenta del trato hosco, déspota y la mayoría de las veces grosero de dichos taxistas, una mayoría salidos de las comunidades más apartadas del interior del estado, y otros, se cuenta que proceden de otras latitudes del país.
El congestionamiento mayúsculo que afronta la ciudad, es el que generan los taxistas, los camioneros del servicio urbano y, por supuesto, el servicio de combis, que corre por las arterias públicas, como si lo hicieran sobre una pista de carreras de automóviles.
Tránsito estatal en esto no repara, siendo que el «Hoy No Circula» que ha puesto como anuncio en el escenario veracruzano, una alternativa para resolver la circulación vehicular, simple y llanamente, estaría condenado al rotundo fracaso, de no remediarse antes el mal que se propaga con la presencia de ineficientes prestadores del autotransporte público.
De otra suerte, podría incurrirse en otra pérdida de tiempo, como ya ocurrió en el trienio de David Velasco, quien quiso convertir a la avenida Américas en una rúa de circulación continua o como actualmente ocurre, sobre la avenida Orizaba o la Mártires 28 de agosto, lo cual ha resultado improcedente y poco útil realmente para descongestionar parte de la ciudad. Hasta aquí.
* TRIBUNAL ELECTORAL A
SALA DEL PODER JUDICIAL
Si se trata de ser congruentes con un momento de severa crisis en todos los órdenes de la vida social veracruzana, no se justifica para nada la existencia del tribunal estatal electoral, sobre todo cuando no existe un solo proceso de elecciones en este año.
La sociedad ha sido agobiada precisamente con el mantenimiento que tiene que hacer de tantas oficinas y centros de gobierno burocráticos, siendo que en mentideros del mencionado tribunal electoral, hay un grupo numeroso de burócratas hambrientos de poder, tatemados por las cuestiones baladíes y las que lamentablemente, han hecho de su función una rica tajada de dinero mal habido.
No se duda de la capacidad, el talento y la disposición de constituirse en árbitros a la hora buena; es decir, cuando hay que cuidar celosamente una votación y la legalidad de los procesos, que persiguen la legitimidad de votaciones y por ende, la designación de hombres públicos.
Sin embargo, mantener aparatos burocráticos cuando no hay elecciones que celebrarse, lo menos que debiera dicho tribunal, es cerrar sus puertas temporalmente y sus magistrados irse de paseo, pero sin cobrar un solo quinto, total, tienen otras chambas, ejercen la profesión de abogados desde sus cómodos despachos particulares, imparten la clase aunque se dice que dejan de cumplirla puntualmente con sus horarios.
Todo esto viene a la mesa de los debates, porque ya se encuentra la propuesta de reforma al poder judicial, y que propone en principio el retorno de la sala electoral, como debe ocurrir y cuya operación o funcionalidad, estaría bajo el control del tribunal superior de justicia, ya que en periodo de asueto electoral, sus magistrados y demás empleomanía, dedica más su tiempo a los negocios particulares, en tanto llegan los diez años de ejercer sus funciones porque igual, la ley así se los permite. Esperemos.
* LA MINA VOLVERÁ
A LOS POTREROS
La mina de oro y plata que bajo el proyecto de Caballo Blanco, iban a explotar los empresarios venidos de Canadá, ya estaba viciado de origen.
Un grupo de extranjeros, a los cuales la legislación azteca prohíbe aparecer como explotadores y dueños, arribó a tierras de la costa y pudieron confirmar lo que ya sospechaban de años atrás, en el sentido de que en las entrañas de la tierra había riquísimas vetas de oro y plata.
Nomás que Caballo Blanco, se encuentra metido en territorio del municipio de Alto Lucero, cuyo alcalde se cuenta entre lugareños que había recibido de los empresarios 350 mil pesos, que le hicieron bajo el supuesto de que se aplicarían en diversas obras y servicios de aquella municipalidad, que de frente a la planta nuclear de Laguna Verde, se localiza a sólo tres kilómetros de distancia.
Sin embargo, los trabajos de exploración iniciaron cuando los canadienses iniciaron la compra de los predios, otrora potreros de las familias más conocidas del rumbo, como son los Torres y los Cervantes, entre otras.
Empero, como la mina tendría necesidad de contar con mano de obra barata y del rumbo, los empresarios avistaron una extensa propiedad, igual, se cuenta en la región que de unos alemanes, quienes compraron precisamente en playa Villa Rica, donde edificaron unas cabañas rústicas y en las que habitan precisamente los trabajadores de la mina.
Se ignora quién concesionó, vendió ó alquiló los terrenos de frente al mar, porque los alemanes no aparecen por ningún lado y el vigilante, un joven nativo de El Viejón, que fuera contratado por aquellos para hacerse cargo de su vigilancia, igual, desde entonces desapareció o lo desaparecieron, porque nadie más lo ha podido ver, desde que entraron al control de dicho predio los canadienses.
Por fortuna, los grupos de ecologistas y la gente sencilla que habita en la región, ha podido percatarse del alcance y daños que pudo ocasionar el proyecto Caballo Blanco, pues se trata de profundizar en la tierra, haciendo tremendos hoyancos a base de dinamita y otros materiales explosivos, lo cual puede acarrear males mayores a la fauna, flora y las personas que habitan en el rumbo.
Por supuesto, que la cercanía del proyecto Caballo Blanco, a la planta nuclear, igual, expone a correr serios riesgos el entorno ecológico y a que se registren accidentes que pueden ser de consecuencias fatales. Razonamiento de peso, para que el gobierno estatal, oyendo a la ciudadanía, haya optado por avalar su cancelación. Enhorabuena.
EfACICO 