* NO CONVENCEN
EN SEGURIDAD
Los cuatro candidatos a la presidencia de México, dieron su versión sobre lo que harán en materia de seguridad, pero ninguno convenció a los empresarios asociados en la Coparmex.
Alberto Espinosa, presidente nacional de la sigla mencionada, dijo que en tanto no intervengan gobernadores y alcaldes municipales, será menos que imposible garantizar alguna seguridad a los mexicanos.
Y fue al grano, dijo que como consecuencia de esta ola violenta que vive el país, han cerrado sus puertas 160 mil medianas, pequeñas y micro empresas. Ninguna firma pequeña o mediana, aguantó los amagos de la extorsión, el ataque físico a sus dueños y empleados como tampoco el pago de cuotas por mantener en operación sus centros empresariales.
La incidencia de ilícitos, no disminuye sino al contrario. En el curso del año pasado se produjeron un millón 600 mil delitos en tanto en el 2012, la cifra había sido 300 mil casos menos. Todos estos, fueron puestos en conocimiento de los agentes del Ministerio Público, imagine usted cuántos ejemplos, quedaron en el anonimato, porque la gente desconfía de las instancias de la justicia y no presenta sus denuncias.
La Coparmex, advierte que bajo estas condiciones, la delincuencia se mueve con mayor dinámica y agilidad.
Por otro lado, los juicios orales, es prácticamente imposible que se puedan llevar a cabo, tan sólo porque se carece de la infraestructura, amén de que se requiere de una amplia capacitación del cuerpo de procuradores de la justicia, como de los funcionarios del Poder Judicial, pasando por las distintas policías existentes, para estar a tono con la celeridad en que se deberán resolver tantas problemáticas del orden penal, que se suscitan cotidianamente en este país.
Finalmente, la Coparmex exhorta que los candidatos a la presidencia, sean más objetivos en lo que harían para salvar al país de la inseguridad, la creciente delincuencia y el desencanto que en la materia experimenta el grueso de la sociedad azteca.
* POCO INTERÉS
DESPIERTAN CAMPAÑAS
En realidad, los candidatos a diputados federales se engañan así mismos, si consideran que la gente está abarrotando las plazas y las calles de nuestras ciudades para esperar su llegada y posteriormente escuchar su mensajería.
El ritual es el que realizaron antes y todos los años, los famosos padres conscriptos. Propios y ajenos lo saben y hacen difundir en el mercado de abasto, en el cafetín de la esquina y la plaza comercial.
Realmente un diputado, en nada ayuda y si mucho perjudica y daña la conciencia nacional, con la legislación de ordenamientos jurídicos que más comprometen a la sociedad, que ofertarle una alternativa de solución a sus ancestrales conjeturas y problemas sociales.
No hay quien irle, es la voz que se escucha en la calle. Todos son iguales. Todos prometen, pero ninguno se compromete. Se niegan al antidoping, quién sabe por qué, pero tampoco hace falta, porque la gente sencilla de las colonias los identifica plenamente.
Son tan conocidos, que el grueso de este pueblo generoso de Veracruz, está lejos de cometer un equívoco, al advertir que en la actual camada, difícilmente puede encontrarse un político confiable. Unos por ignorantes, otros por inocentes y varios más, con las mañas del mundo en sus bolsillos, se aprestan para pegar el salto a la cámara baja al Congreso de la Unión.
Una mayoría aplastante de electores, no espera mucho de estos nuevos usufructuarios de la voluntad popular, los cuales, hace tiempo dejaron de pensar en las exigencias y necesidades de la sociedad.
Reconocidos muchos de esos candidatos, por su agachismo al patrón que paga, no puede esperarse mucho de sus condiciones de futuros legisladores, ni como representantes sociales, menos aún, que vayan a realizar el papel de gestores de obras y servicios, que siempre han reclamado numerosos ciudadanos, sin que nadie los haya escuchado siquiera.
Lo que nadie duda, es que vayan a utilizar el nombre del pueblo, para hacer en su nombre los grandes negocios estrictamente para su personal bolsillo, mucho antes que cumplir propuestas de beneficio para la sociedad tan abandonada de todo, como es la que se puede detectar en cualquiera de los rincones de la geografía estatal, y la nacional también.
Hay un gran desencanto en la población, que nadie debe ignorar, menos quienes pretenden ser legisladores federales. Por favor.
* LOS BACHES, SINÓNIMO
DE LAS CRISIS DE SIEMPRE
Los daños que enfrentan las carreteras y nuestras calles y avenidas, se deben sin duda alguna a las diferentes crisis que han tenido que afrontar lugareños como son los xalapeños auténticos y la ola humana, que se ha apoderado de 300 colonias periféricas desde hace tres décadas cuando menos.
El bacheo que dice el ayuntamiento se realiza de manera permanente en nuestras arterias públicas, realmente no salva a Xalapa de la crisis que trae consigo arrastrando no de hace dos años, sino de 30 y 50 años, sin que haya aparecido el edil, que transforme realmente a la llamada ciudad de las flores.
No es posible presumir que tantita lluvia cae del cielo, que se hagan hoyancos y cráteres en el pavimento y asfalto de las arterias públicas. Este es un fenómeno que tiene que ver con la crisis en la materia, que acompaña a Xalapa, sin que haya el edil, funcionario, director de obras públicas o el que usted quiera, pero que tape hoyos y permanezcan así por los próximos años.
Esto es menos que imposible, ya que la erosión, como pareciera que así es, se registra diariamente y en todas las calles y avenidas de la ciudad, volviendo a la mal llamada Atenas veracruzana, en un mugrero, donde el común de automovilistas, por tener que salvar un bache cae en otro.
Es posible que pensándolo mejor, en lugar de promover obras de relumbrón, se fijen las necesidades materiales de la ciudad como una prioridad, mucho antes, que dar lustre a otros efectos, que más sirven para el culto a la personalidad, o el banal boletín de prensa, que suele difundir más las superficialidades, que las obras que con ellas traen lo trascendente de la atención al público.
Lo otro que son tan viejos los materiales de construcción de pavimentos y asfaltos de la ciudad, que sobre todo en los últimos días, abren cepas y tuberías en arterias públicas de los cuatro costados de la ciudad sin que aparezca el rubor en el rostro de los funcionarios públicos, porque en resumidas cuentas, aseguran que estas crisis, no son responsabilidad de la autoridad en turno, sino de todas las que han pasado por los palacios de gobierno estatal y municipal. Es posible que así sea, ni modo.
EfACICO 