* DEL XALAPA
QUE SE FUE
Los xalapeños de hasta un cuarto de siglo, quizá rasando las tres décadas recuerdan que sus parques públicos y jardines eso eran, para el esparcimiento y la recreación.
Igual podrían advertir los estudiantes y particularmente los pupilos, que arribaban a la ciudad, con las intenciones puestas en conseguir la ansiada formación para hacerla de profesionales en alguna de las actividades que sólo han de procurar el saber y el estudio, la investigación.
Entonces no había más intenciones que prepararse para la vida, se decía. Y los parques públicos como Los Berros, el Juárez particularmente fueron escenarios de cientos de muchachos veinteañeros, que a toda hora del día y la noche buscaban la mejor banca donde sentarse para abrir sus libros e iniciar la lectura de las lecciones que al día siguiente el profesor les pediría seguramente.
En el parque Juárez familias buenas se concentraban las tardes-noches para tomar el fresco, hablar de las cosas baladíes ocurridas en el curso del día y accesar al lustrador de calzado, pero escaseaba el vendedor de fritangas, dulces polvorientos y exhibidor de revistas y periódicos. Ninguno de estos, empañaba la visión del escenario natural, cuya belleza a la distancia constaba con el Pico de Orizaba, teniéndolo en el fondo.
Entonces el centro de la ciudad lucía espléndido, sin comerciantes enturbiando con sus humos, tóxicos y ruidos un ambiente con olor a provincia y sabor de frutas y aguas limpias.
Sin antros, ni burdeles ni comidas exóticas, como tampoco los camiones urbanos corriendo las calles y avenidas como bólidos, la ciudad era más humana.
Los cines Radio, Variedades y Lerdo, los lugares de mayor atractivo para la diversión de los chicos y grandes en pleno corazón de la capital.
Y entradas las primeras horas de la noche, la calma absoluta. El silencio que invitó a los románticos a ser actores de numerosas serenatas a la mujer amada, novia, esposa o amante.
Pero sin nada que obstaculizara la vida buena, cotidiana, que se desarrollaba en este lado de la provincia nacional.
Tampoco las ruidosas campañas de políticos mentirosos. El alcalde Lorenzo J. Casarín, reconocido como exigente llegaba a los parques donde no permitía el grotesco escenario del pleito pandilleril, ni que nadie burlara al policía y se subiera a los céspedes verdes.
El último gobernador, don Antonio M. Quirasco, caminando las calles de la ciudad, sin guaruras ni los ejércitos de aduladores, de su casa, modesta con tal investidura de la avenida Ávila Camacho al palacio de gobierno.
Esta quizá una de las tramas más sentidas por los xalapeños, no de ninguna época paleontológica, sino simplemente de un ayer, que apenas muchos perciben que ocurrió hace poco. No lo cree usted así?
* MÉXICO, PAÍS
DE MISÓGINOS
Lamentablemente para Josefina, su principal «error» es ser mujer.
Si fuera Josefino, le perdonarían todo, hasta desmayarse dos veces, equivocarse tres más y nada pasaría.
Si bien es cierto que esta es la primera vez, en que una mujer consigue su inclusión en serio en la batalla por la presidencia de la república, también no es menos cierto que en esta ocasión, la inquietud refleja en mayorías siquiera la expectativa de que la dama pudiera vencer en la contienda presidencial a los panistas y priistas en primera línea, sin duda, a que se trata del rasgo misógino de las mayorías de mexicanos, que siguen sin consentir, que una mujer, pueda alcanzar el peldaño más importante para cualquiera en este país.
Obviamente y aquí viene el engaño, para las agencias que realizan encuestas el caso Josefina, ha sufrido daño alguno. La confianza del pueblo sigue en ascenso y sus numeritos están por encima de que los que goza, lo que contraría a las mayorías pero los encuestadores aseguran y juran, que la otrora cardenal de la SEP, sigue en el firmamento ganando puntos y llevando a cuestas un segundo lugar.
Empero, en la población existe la percepción, de que las cosas no son como las pintan los amos del sondeo, ligados desde ahora a los nefastos intereses personales y de grupo de los señores relacionados a las tareas públicas.
Josefina, simplemente es un ser humano de excepción, porque fue buena hija, excelente madre de familia y cuentan que muy buena esposa. Recuerda en su ficha biográfica que sus padres mantuvieron una excelente relación de amistad con la candidata lo que le dio los soportes de la reciedumbre, solidaridad y entendimiento de la cosa pública, que evidentemente la candidata panista cuenta en su favor.
Lo malo, los dislates y sinsabores que ha experimentado la panista en este arranque de campaña, le han costado seguramente en sus porcentajes reales conquistados a la fecha. Equivocar su texto a la hora de condenar la delincuencia organizada, como de marearse y no aclarar que su mareo se debe a que ya sea anoréxica o de baja presión, le ha llevado a ser crucificada de antemano, siendo que como ser humano, tiene derecho a enfermar, padecer y curarse.
País de misóginos, a los que la panista tiene que enfrentar una y otra vez, si quiere llegar a la meta triunfante, lo cual afirmaría un hito en la historia de la nación, que se avista a la distancia muy complicado que arribe a puerto seguro, pero que está en su justa dimensión haciendo la guerra para alcanzar el voto de los mexicanos.
Lo que le afecta, sin duda, que se haya difundido que la presidencia de México tome el control de su campaña, a través de tres tiburones tatemados, pero al fin de los que necesita en campaña, hay que verlo. El señor Roberto Gil, deberá demostrar que no es títere sino titiritero.
* AL SEÑOR QUADRI,
NO CUADRA LA POBREZA
Para el señor Gabriel Quadri de la Torre, los mexicanos son clasemedieros, no pobres.
Evidentemente, su declaración insulta u ofende a los 62 millones de compatriotas sin ocupación laboral, sin escuela, sin dinero, ni casa propia, ni servicios de agua, drenaje, ni pavimento ni un clavo en que caerse muerto.
Quadri, cuarto en discordia por la presidencia de México, es un intelectual, que jamás había sentido un baño de pueblo, solo que, a la zona marginada, que es donde habitan millones de seres humanos, sigue sin llegar.
Candidato del Panal, por obra y gracia de la maestra Elba Esther Gordillo, Quadri, asoma en la escena de candidatos a la primera magistratura del país, corriendo en un automóvil Bora blindado, y al que resguardan elementos del estado mayor presidencial. AMLO declinó a que lo resguarden en su gira los policías del agrupamiento en cuestión.
Para Quadri, los ciudadanos que se dicen pobres, no lo son, no tienen problema alimentarios, es gente que trabaja en economía formal e informal, cuyos hijos van a la escuela. A Quadri, los «ninis» ni cosquillas le hacen, no existen en su acervo de aspirante a mandatario de México.
Y va al fondo, los pobres, son una clase emergente, con ambición y deseos de salir adelante.
Obviamente, nadie le cree a Quadri. Bastaría que fuera a la periferia de Xalapa, para que vea que miles habitan en condiciones insalubres y de extrema miseria. Sin agua, ni luz eléctrica y tampoco medios para deambular por la ciudad.
Pobres, o muchos de ellos, son los muchachos que sabatinamente acuden a las escuelas del sistema abierto del bachillerato, los cuales comen aire y se roban unas páginas del libro del de enfrente, porque no cuenta con un solo centavo, para adquirir lecturas y textos.
Y que si acuden a la escuela, es porque en sus menesteres laborales en el bar, la fonda, el lavado de coches y pisos, la peinadora, les están exigiendo un certificado del bachillerato. Y entran si, a las 8 horas, con el estómago de farol y así regresan por la tarde- noche a sus rancherías y congregaciones, porque no pudieron comprar un pan y un refresco, dieta acostumbrada por la mayoría, si así puede llamársele.
Ojalá invitaran a que Quadri, cuando venga a tierras nuestras, visite Huayacocotla, Benito Juárez, Zongolica y porque no, una de las colonias periféricas de la ciudad capital, Atenas veracruzana, porqué no.
EfACICO 