
* CAMPAÑAS QUE
NO LEVANTAN
* El IFE con 34%
de confiabilidad
ya tiene su
candidato: Roy
Campos y AMLO.
Pese a los excesos de propaganda alusiva a sus nombres, los candidatos a diputados federales no ven el fruto de sus campañas proselitistas.
Con o sin la anuencia de los consejeros electorales que cobran en el IFE, árbitro electoral que solo tuvo un momento de credibilidad, cuando lo presidió el maestro José Woldenberg, la exhibición de anuncios espectaculares, otros digitales y los autobuses urbanos y taxis mostrando los rostros de candidatos del PRI, lo que hace suponer a no pocos, que sólo un partido está en la contienda por alcanzar las ubres de la cámara baja al Congreso de la Unión, siguen sin levantar dichas giras.
La mensajería de que se acompañan estas fotografías monumentales, no enseña mucho y si en cambio el común presume que le están queriendo dar gato por liebre.
México necesita un rumbo nuevo, pero en el casi total del país, los rostros de siempre ocupan dichos espacios. Y la gente, que ni es tonta ni tarada, aunque poco participativa y por esos las cosas están como están, se pregunta qué hará un puñado de legisladores, cuando ante ellos tienen una sociedad apática, conformista y sometida.
Cómo creer en muchos casos a los trapecistas políticos, que hoy están en el PRI, pero antes fueron socios panistas y perredistas. Y viceversa. Alcanzar el poder por el poder es su meta. Lo saben los electores, pero se conforman con recibir las viandas, los cheques, concesiones y las tortas y refrescos a cambio de sus votos.
Alguien se pregunta, si hay el legislador, entiéndase diputado o senador, que alguna vez haya subido a la tribuna y que efectivamente haya enviado un mensaje o reclamado a través de su discurso una exigencia de la sociedad a que dicen representar o por lo menos, puedan decir sus electores, «nos entregó una torta y el refresco y los 50 pesos».
Conformismo ancestral de los mexicanos, con diputados a la altura de las exigencias del momento, que es el suyo, pese a que sus espectaculares nada dicen, más allá de los millonarios recursos tirados a la calle nomás así. Por favor.
* CON PEÑA NIETO O
JOSEFINA, ELBA ESTHER
Nadie pone en duda que si ganan la presidencia Josefina Vázquez Mota o el señor Enrique Peña Nieto, la maestra Elba Esther Gordillo, seguirá conservando el feudo, en que ha convertido la educación básica en este país, durante los últimos 20 años.
En recientes declaraciones para la televisión, no obstante que en ésta, la cabida mayoritariamente se da a los adictos al o los abanderados de las televisoras, la maestra Elba Esther, podría seguir ostentando el control y explotación para sus fueros de la educación básica, sometiendo como lo ha venido haciendo al gremio magisterial metido en las siglas del SNTE.
Se dice respetuosa del presidente Calderón, con el cual puede discrepar, pero dice que sigue siendo respetuosa de su investidura y hasta gozar de alguna amistad con el señor Felipe Calderón Hinojosa, y por otro lado, refiere que con Josefina no lleva ninguna amistad, pero tendría que aceptarla como mandataria del país, si ganara. Aunque, no deja de señalarla como responsable del rezago educativo que arrastra el país.
Por otro lado, la perpetua dirigente del SNTE, asegura que es simpatizante y amiga de Enrique Peña Nieto, lo que hace suponer que en la recta final, Gabriel Quadri, candidato del partido propiedad de la maestra, bien podría optar por inclinar la balanza a favor de uno u otro de los candidatos el panista o el priista, lo que confirmaría la tesis de que ambos membretes partidarios PRD y PRI, «son la misma cosa» como lo acusa Andrés Manuel López Obrador.
Cacicazgo, que explotando la materia educativa, coloca al país contra la pared. Sistema el educativo nacional indefendible debido a la enorme cantidad de compatriotas con desencanto y como dice la intelectual mexicana Denise Dresser, víctimas de una escuela pública que crea ciudadanos apáticos, entrenados para obedecer y actuar.
Esta es la realidad que asoma, para el caso de que llegue el PRI o el PAN a ser el huésped principal de la residencia oficial de los Pinos.
* SOBERANÍA, CUANDO
NOS CONVIENE
Cuando don Lázaro Cárdenas expropió el grueso de compañías explotadoras del oro negro mexicano y por ende, devolvió a los mexicanos la propiedad del oro negro, millones o los que vivían en este país, cargaron hasta con sus patos y gallinas, y en fila india, ingresaron al palacio nacional, para hacer su entrega al presidente de la república y que con ellos se pagara las indemnizaciones a gringos, francés e ingleses.
Era la tercera vez que se hacía la defensa a la nación mexicana. Es decir, que antes contaban sus valores históricos, sus tradiciones, leyendas y antecedentes como país, surgido de la lucha de Independencia y posteriormente, la revolución azteca.
La otra muestra, la encabezaron los dos guerrilleros más grandes con que arrancó el siglo XX, Pancho Villa y Emiliano Zapata. Ambos personajes invocaron la necesidad de que se diera la justicia social, el reparto de la tierra y que México, se reservara para no verse sometido a ninguna potencia, por poderosa que esta fuera.
El general Lázaro Cárdenas bajo condiciones infinitamente inferiores a las actuales defendió el oro negro y lo hizo para y de los mexicanos. Si el país, no salió adelante, se debió a la corrupción, las concesiones, el tráfico de influencias, ni duda cabe.
Cuando Francia reclamó que en aras del tratado firmado con México, para el intercambio de internos en sus respectivas cárceles, el presidente Calderón, dijo que no entregaría a la joven Florence Cassez, confinada en la cárcel, acusada de participar en el secuestro de tres personas, atendiendo a una denuncia hecha por el señor Genaro García Luna.
Ahora que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, en acopio a su libre autodeterminación y pleno ejercicio de la soberanía, que rige en su país, ordenó la expropiación de la empresa Repsol-YPF, lo que contrajo en un rictus de virulencia a los gobiernos de España y México respectivamente. Postura a la que se sumaron los candidatos presidenciales del PRI y el PAN.
En tanto, los mexicanos que siguen creyendo, en el viejo concepto de Juan Bodin, sigue impecable hoy día para cualquiera de los rincones de la tierra, en el sentido de que la soberanía es el poder supremo y perpetuo, que se ejerce sobre la ciudadanía, amén de permitirle al estado decidir lo que más le conviene, con certidumbre que la presidenta argentina, hizo lo suyo, así se enoje el resto del planeta tierra y más allá. Al tiempo.
