* CAMPAÑAS
SIN CONTENIDO
La sociedad veracruzana quiere saber cuándo tendrá la expectativa siquiera en el discurso de que va a recobrar la paz social y su tranquilidad ida hace algunos ayeres.
Cierto es que los gobiernos en sus tres niveles jerárquicos insisten en que el combate a la delincuencia cobra singulares notas de éxito.
Y con ello, pretenden que sus representados callen y no digan lo que sienten al salir a la calle, subirse a un taxi, entrar a sus horas de trabajo y escuchar la constante del ulular de las sirenas de los comandos policiacos y las ambulancias de la Cruz Roja, con rumbo a un destino cada vez también más incierto.
Acabaron los días y los fines de semana tranquilos.
Xalapa ya no es la misma, como el resto del estado, hace mucho que no avistan los años y las horas y los lugares para el recogimiento de los mexicanos.
Sin embargo, han pasado casi 30 días de campañas políticas y los gobernados de cada uno de los distritos electorales, siguen sin saber qué harán los señores legisladores para ver erradicados los problemas que más agreden a la condición humana, como es el asesinato a mansalva, el secuestro, la extorsión, los acechos telefónicos y las amenazas.
Ciertamente hay los renglones importantes como la salud, que no es universal en la entidad, la educación, que deja a miles sin escuela desde la primaria hasta las aulas universitarias y la carencia de empleos bien pagados, pero la inseguridad pública y la violencia, son dos razones de peso completo, que a la sociedad mantienen con el alma dependiendo de un hilo.
Es el momento, en que los señores candidatos siguen alejados del sentir popular, como ya lo hizo constar la PGJ, la cual acaba de recibir una denuncia de reconocido panista, en el sentido de que existen alcaldes amenazados por la delincuencia organizada, y que por esto, los quejosos no encuentren en candidatos la oportunidad de hacer sentir sus reclamos populares.
* QUE HAYA DEBATES
PARA EVITAR ABURRIMIENTO
En realidad la celebración de los debates pondría el atractivo a las campañas presidenciales, porque de otra suerte el común comienza a caer en el hartazgo con los cientos de miles de mensajes televisivos, que nada le dicen al común del electorado.
Ciertamente, los abanderados a la presidencia de México, son tan conocidos, que buena parte de la nación los identifica.
Sin embargo, la mayoría no acude a mítines, plantones, marchas, peregrinares todos, que los viven y experimentan, quienes acuden a estas citas con sus presuntos candidatos.
La gente, aunque usted no lo crea, el común de quienes prenden el televisor y atienden los recorridos de Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, identifican plenamente, que los canales manejadores de la imagen bonita, exhiben alguna inclinación en especial.
Hay los conductores que hace mucho dejaron de convencer a la opinión pública.
Se aprecian simpatizantes forzados o bien pagados de un candidato, en especial.
Dos si acaso, un hombre y una mujer, se distinguen al perfilar alguna imparcialidad en sus informaciones y juicios críticos.
Y es que en los medios descansa buena parte del éxito que alcance este proceso el próximo primero de julio del corriente año de 2012. No obstante, que en este contexto, los mexicanos ya no tan fácilmente son presas de los conductores de una opinión pública inexistente en esta gran nación mexicana.
Bueno fuera entonces, que los aspirantes a la presidencia crucen sus mensajerías y discursos y puntos de vista, así como de qué manera van a resolver los tantos problemas que afectan a la nación azteca.
Pero en serio, que los candidatos aborden la tribuna y respondan al reclamo de millones, que en esta ocasión muestran ya tedio, abulia y cansancio. Como que el hartazgo comienza a hacer agua en este barco de la sucesión presidencial. Y el mismo rollo, honor a la verdad, trastocan el cerebro a cualquiera. Esperemos.
* ASUSTAN LAS
EXPROPIACIONES
Lázaro Cárdenas, el más grande mandatario mexicano del siglo XX, para nada vio temblar sus manos cuando anunció a sus representados, que expropiaría las empresas extranjeras que se enriquecían saqueando el oro negro azteca y por ende devolvería a los aztecas su petróleo.
Por supuesto que en aquella época, la decisión presidencial alertó a los todopoderosos jefes de estado, que no acababan de saciarse con el petróleo mexicano, que ya buscaban de donde sacar cantidades mayúsculas para cargar también con ellas.
Luego, el más carismático de nuestros mandatarios, también del siglo anterior don Adolfo López Mateos, nacionalizaría la industria eléctrica, que los gobiernos antecesores suyos, habían entregado a compañías extranjeras. Y por supuesto, los reaccionarios de todo y contra todo, pegarían el grito en el cielo, diciendo que eso era imposible, que México quedaría en la más absoluta oscuridad.
La presidenta Cristina Fernández, tuvo la osadía de nacionalizar el oro negro que produce su país, y lo mismo, la condena le sobrevino de mexicanos y españoles.
Sin embargo, hasta el propio tío Sam cayó cañones y tuvo que reconocer el acto unilateral, cierto, que asumió la mandataria argentina, más no fueron determinantes como lo habría querido el presidente Mariano Rajoy, que también la cancillería azteca, dijo que por ningún concepto trató su presidente de intervenir en soberanía nacional del país sudamericano.
Empero, la noticia causó una magnífica impresión en el grueso de países latinoamericanos, como son los mensajes de salutación y felicitación para el país, que ha sabido preservar de esta forma su riqueza extractiva, como son las muestras expresadas por Brasil, Cuba, Bolivia y otras naciones de la región mencionada.
Una decisión semejante en este país ocurrió en 1938 y desde entonces, y ahora con el TLC el país legitima la salida de sus riquezas, que debieran favorecer a todos los mexicanos, no lo cree usted así?
EfACICO 