60 Segundos: La lección de los universitarios


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* LA LECCIÓN DE LOS
UNIVERSITARIOS

En realidad, los socios priistas sabían lo que iba a ocurrir de visitar las instalaciones de la Universidad Iberoamericana, porque de lo contrario, no habrían instalado en primera fila a muchachos tricolores, con el fin de que arrancaran con el diálogo-preguntas, pero los de casa entendieron la jugada y simplemente se adelantaron al baño que habría sido de políticos a la muchachada.

Sin embargo, cabe presumir que el único recinto real y claro, en el que la discusión debe ser libre, es precisamente la universidad.

En 1968 la historia de México cambió gracias a la lucha estudiantil y magisterial que culminó con la matanza de Tlatelolco, como lo narra la extraordinaria escritora Elena Poniatowska testigo fiel de aquella gresca que concluyó en un acto criminal de parte del régimen priista a cargo entonces del binomio de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.

Los muchachos no se equivocan, porque es precisamente en sus años de estudiantes universitarios, cuando sus mentes están libres de cualquier acecho por más consistente que pudiera parecer.
Sus manos se encuentran limpias y sus juicios, acerca de lo que está pasando en este país, tienen que ser mucho más precisos, inclusive por encima de lo que la norma jurídica rige la vida de los mexicanos, porque la sociedad simplemente ha podido transformarse de forma incuestionada.
Cabe destacar que en la Ibero, no se equivocaron los muchachos cuando con pancartas, gritos, blasfemias inclusive, mostraron su tedio hacia el hombre que representa los intereses tricolores en la justa por la presidencia, sino que fueron más allá, al encarar con certidumbre que ya no quieren siga más de lo mismo.
Los jóvenes como en el Tec. de Monterrey y puede ser en la UNAM y cualquiera otra casa de estudios del interior del país, ejercer la crítica, no por inmadurez, sino convencidos por la necesidad de los cambios, que deben registrarse, porque llegó el momento de lo insoportable en un sistema que asfixia terriblemente.
Esto, en un sistema justamente democrático y con visión de futuro, tendría que reconocerse.

* ¿Y LAS MILLONARIAS
OBRAS DEL AGUA?

Cuando menos cinco administraciones municipales, las últimas han anunciado la solución al problema de escasez del agua, que comienza a apretar fuerte dejando sin vital líquido a varios centenares de colonos sobre todo, pero nunca se ha dicho la verdadera razón para que este fenómeno se registre.
Tres gobiernos, entre los que destacan las jefaturas de Ricardo Ahued y David Velasco, abordaron el tema desde la panorámica del «programa de saneamiento integral de Xalapa». Pero jamás nadie ha visto dónde está la primera piedra de los ductos y cuanto entraña un proyecto semejante.
Inclusive se manejó que el gobierno federal, por voz de Vicente Fox, absorbería 200 millones de los 500 millones de pesos, que tendría como costo el mencionado proyecto. Se solazaron los ediles diciendo que los xalapeños tendrían abasto suficiente del líquido vital durante los próximos 50 años.
Y de esa forma, igual se ocultan las elevadas cuotas, que se han impuesto a los recibos que sus consumidores pagan puntualmente mes con mes, pero que seguramente permiten al órgano distribuidor del agua, allegarse los fondos millonarios, que el sistema maneja presupuestariamente.
Además, hay siete mil usuarios en Xalapa, que no pagan el agua que consumen en sus residencias particulares. Muchos de ellos reconocidos empresarios, políticos del momento y ex funcionarios públicos.
Y la comuna, bajo el alcalde que haya sido y sean siempre anuncian lo mismo. Que con las obras se construyan se salvará a los xalapeños de la falta de agua y por ende, de que la sequía acabe con potenciales proyectos agropecuarios.
Hoy no es menos. Se avisa a los xalapeños, que nunca les faltará el líquido en sus tanques y tinacos.
Empero, el alcalde de Quimixtlán y la alcaldesa de Chilchotla, ambos del estado de Puebla, además de contar con los manantiales en sus municipalidades, hacen la advertencia en el sentido de que no soltarán su riqueza natural, a menos que los ediles de Xalapa les cumplan, lo que antecesores suyos les prometieron y jamás cumplieron.
Millonarias obras corren el peligro de irse al cesto de la basura, tan sólo con que cierren las válvulas distribuidoras del agua que corre desde los manantiales del estado vecino, porque el servicio es de ellos, nunca ha sido de los xalapeños.

* CARLOS FUENTES,
INTELECTUAL DEL SIGLO XX

Carlos Fuentes, escritor e intelectual entre los más famosos del siglo XX, falleció ayer al filo del mediodía, sin que se hubiesen dicho las causas de su deceso.
Contaba al morir con 83 años de edad y lucía con una espléndida salud, amén de no dejarse avejentar por el avance de los años, advertía porque «el hecho es que cuando se llega a cierta edad, o se es joven o se lo lleva a uno la chingada».
Hijo de un agente diplomático en los años drásticos que vivió México en los sesenta bajo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, en una de sus visitas al vecino puerto de Veracruz, durante los meses posteriores al movimiento estudiantil del 68, Carlos Fuentes se reuniría con estudiantes de la ex facultad de periodismo dependiente de la UniversidadVeracruzana.

Allí bajo la humeante tasa de un café en La Parroquia, cuando abría puertas sobre la avenida Independencia, arengaba a que los alumnos de periodismo condenaran la matanza de Tlatelolco y se extrañaba de la tranquilidad habida posterior al genocidio cometido con quienes lo único que hacían era asumir su compromiso con las libertades de pensar y decir.
Carlos Fuentes también se exponía. Sus nexos con la diplomacia eran sabidos y las mentes estrechas de los funcionarios públicos de aquella época, podían suponer que el escritor era un empedernido activista. Sin embargo, condenaba al genocida que mandó acribillar a miles de mexicanos jóvenes, que sólo aspiraban a tener condiciones mejores de vida pública.
Carlos Fuentes, es autor de una de las más prolíficas carreras que intelectual alguno haya cubierto en el siglo XX. Estaba por empezar a escribir su libro «El Baile del Centenario».
Novelista y escritor, Fuentes trascendió extra fronteras al resto del mundo con sus libros Aura, La Región más Transparente y la Muerte de Artemio Cruz.
Como analista político y luego de que el candidato priista a la presidencia de la República, confundiera sus obras, el escritor se concretó a dictar una sentencia que allí queda: «Ese señor tiene todo el derecho a equivocarse con mis libros, pero a lo que no tiene derecho es a ser presidente de México».
Sobre AMLO habría advertido tres semanas antes, que dicho político es indiscutiblemente honesto y tiene visión de lo que este país necesita, bien puede ser presidente de la República, dijo.
Las buenas letras mexicanas, sin duda, pierde a uno de sus más altos valores contemporáneos. Viajero eterno del mundo, gustaba de radicar alternando tres países: México, Francia y Colombia. Descanse en paz.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.