60 Segundos: Josefina podría sumarse a AMLO


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* SE HABÍAN TARDADO
EN TOMAR LAS CALLES

Lo ocurrido el fin de semana, vale recordarlo; quienes son universitarios de antes y después vuelven a experimentar la emoción de protestar, lanzar gritos y reclamar la justicia que no llega.
La Plaza de las Tres Culturas, el dos de octubre de 1968, sería el asiento de la concentración jamás vista de estudiantes, académicos y gente del pueblo para protestar porque las libertades estaban tan restringidas, que los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría, se ensañarían contra los «enemigos» del sistema, decían.
Luego de la represión-genocidio de ese año, las universidades hasta podrían decirse que cayeron en un slump o en un silencio obligado.
La entrada a nuevos estudiantes universitarios se restringió de tal forma, que acabaron por clausurar su ingreso a decenas de jóvenes, que más tarde obviamente pasarían a las trincheras del hampa, la delincuencia organizada y ahora se enlistan en las filas de los «ninis».

La mecha que encendió la hoguera partió de las instalaciones de la Universidad Iberoamericana y el fuego alcanzó a 200 universidades e institutos tecnológicos, quienes en dos muestras dieron a la nación la expectativa de razonar conscientemente su voto, y que se lo de cada uno de ellos, al candidato que sea de su simpatía y reconocimiento.
Nadie más viejo, mañoso, dictadorcillos ni malhechores metidos a la política. Olvidaron a los jóvenes y éstos, están decididos a ver la transformación de sus vidas no solo dentro de las aulas, sino que de una vez por todas, se les vea como agentes del cambio, con mentalidades libres, independientes y comprometidas.
No serán más carga mochilas, lleva y trae refrescos, tortas y recados.
Su malestar está latente. No hay rincón de la patria azteca, donde solo se avisten los mismos rostros de siempre compitiendo por las curules y escaños. Aquí mismo en Veracruz, la misma cantaleta. Pero ya los universitarios se percataron y están dispuestos a ver por un porvenir distinto. Esperemos.

* JOSEFINA PODRÍA
SUMARSE A AMLO

Bajo los signos de una campaña sin rumbo, cuyos cuadros de mando en su organización han perdido en mucho la brújula, pero resueltos los panistas a no ver en los Pinos al PRI, por aquello de que la historia no les perdonará que hayan sido albiazules los responsables del retorno del viejo sistema, cuando su partido el tricolor, carga con tan pesado fardo como lo constituyen las corruptelas, la impunidad y los socios que recientemente enturbiaron el destino de numerosos pueblos metidos en la delincuencia y los atracos institucionales.
Josefina Vázquez Mota, no se duda, es una mujer que surgió a la candidatura blanquiazul con los mejores augurios de que podría alcanzar la silla presidencial, pero igual, aparecieron los asegunes y con ellos el declive de su presencia en las preferencias electorales, obviamente no en las que dicen encuestadoras contratadas o el señor Roy Campos.
En sus últimas visitas al interior del país, en la semana que pasó la candidata albiazul, ya no incluyó entre sus acompañantes a los panistas de pesos completos. Los ex líderes tampoco estuvieron y el señor Gil, igual, comienza a escurrirse, para no seguir siendo blanco de los virulentos ataques de sus correligionarios, que lo culpan de las tantas pifias cometidas en esta campaña y gira electoral.
Los cuadros de mando de la campaña y el PAN nacional, están viendo la expectativa de sumarse a la campaña de AMLO y no permitir el regreso de los priistas.
Y es que la gira de Josefina, ha sido muy accidentada, poco propositiva y anteayer en que enderezara baterías muy fuertes contra Ulises Ruiz y otro ex mandatario de Oaxaca, al calificarlos los peores caciques en la historia de aquella entidad, no deja de ser un escupitajo lanzado hacia arriba y que le vuelve a caer en la cara, pues la denuncia es justa, pero el régimen al cual pertenece ella en los últimos doce años, nada hizo para castigar a sus culpables y restañar las heridas sociales. Allí queda.

* PEÑA NIETO Y
EL HARTAZGO

En realidad, el candidato priista Enrique Peña Nieto, está precedido de una imagen favorable a raíz de que lo asumió como su favorito la televisión mexicana, pero no se percataron los socios del ex partidazo que la imagen bonita podía acabar y dar paso a las redes sociales y cambiar su destino.
No hay que perder de vista que los cambios que nadie creía, se dieron en Egipto y Libia, a raíz de que los twitteros y el facebook rebasaron a los periódicos y las televisoras estatales y privadas, para dar paso a una opinión que a la postre resultaría aplastante, como fue la de los jóvenes de los dos países mencionados.
Vino el estallido social a través de la internet y desde allí, los jóvenes convocaron a las marchas, plantones y concentraciones de miles, con las cuales dieron el finiquito a Mubarak y a Muammar Gaddafi.
Para la vida partidaria y política de Enrique Peña Nieto, son varios los tropiezos, que le han repercutido en la imagen impoluta-se diría- con que arrancó su precandidatura hace ocho años.
El primero, cuando una de sus hijitas llamó pendejos y parte de la prole, a quienes criticaban a su padre. Luego, el propio EPN incurrió en una constante de dislates, que le hicieron parecer sin talento ni cultura general, lo que afirmaría, cuando confundió los títulos de libros de Carlos Fuentes, para acabar diciendo que su lectura de cabecera es la biblia.
El laureado escritor y respetado y querido, en todo el mundo de la política y las letras, confió diciendo que «ese señor- refiriéndose a EPN- tiene derecho a equivocarse y no leer mis libros, pero a lo que no tiene derecho, es ser presidente de México en la ignorancia».
Lo último, su fallida asistencia al auditorio de la universidad Iberoamericana, donde el encuentro terminó en un zipizape verbal, y que por momentos amagaba en terminar con actos de violencia, que por fortuna no llegaron, pero igual, abrieron las puertas de la calle para que 200 casas de estudio, privadas y públicas, se concentraran por partida doble en la ciudad de México, donde han fijado su postura, la cual pareciera que va a ser indeclinable.
Es posible la recuperación de EPN entre los jóvenes, aunque muy difícil.
Para mediar con ellos, han designado a un «dinosaurio», el senador y futuro diputado Manlio Fabio Beltrones.
Pero, obviamente, siguen pesando las imágenes terroríficas de los gobiernos priistas nefastos, el de Humberto Moreira en Durango; el de Ulises Ruiz en Oaxaca o el de Mario Marín, el «gober» precioso en Puebla, para solo citar solo tres de una docena que llama a la tragedia, si se suman y recuerdan sus cuitas como gobernantes. Y contra éstos, EPN no ha hecho ningún anuncio en el sentido de deslindarse en principio.
Obviamente, hay otros dos fantasmas que acompañan a Peña Nieto en su gira preelectoral: la de Carlos Salinas y la del ex gobernador mexiquense, el señor Montiel.

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