
* Hay que conceder el beneficio de la
duda al ex alcalde David Velasco,
seguramente tiene los pelos
de la mula en sus manos.

* SE SECA EL
RÍO CONSOLAPA
Se seca el río Consolapa.
Con todo y las copiosas lluvias que se han abatido en los últimos días sobre nuestras ciudades, el famoso río Consolapa deja ver pequeñas y grandes piedras, en un fondo que está al paso del césped todavía verde que circunda a numerosos poblados, entre otros Coatepec, La Orduña, la ciudad de Xalapa, y que viene desde las faldas del Cofre de Perote.
Para quienes conocieron en toda su belleza la zona en cuestión y que hicieron de las aguas que corrieron del río que lleva el nombre de la región Consolapa, un motivo de solaz esparcimiento y diversión sana de chicos y grandes, hoy no quieren siquiera recordar que todo pasado fue mejor.
La abundancia del líquido sobre el río mencionado llegó a alcanzar una altura bastante considerable, tanto que en un área importante sirvió como alberca de centenares de niños y jóvenes que arribaban frecuentemente o en los días domingo familiarmente. Una rutina muy sana, a campo raso y cielo abierto.
La gente era feliz. Las familias acudían el domingo a su parque natural, que arrancaba desde el fraccionamiento Coapexpan y seguía a todo lo largo el mencionado río, por la antigua carretera a Coatepec en colindancia con esta capital.
La vegetación resultaba uno de los atractivos extraordinarios de la zona y, por otro lado, las familias entendían que se les había dado la oportunidad de contar con escenarios de una singular belleza y, por supuesto, que esa conexión con la naturaleza tan directamente debían tratar de preservarla hacia los años del porvenir.
Sin la existencia de políticas públicas que coadyuven al mantenimiento del entorno ecológico, sin duda parte de éste es el río Consolapa, nadie que lo ha podido apreciar, no ignora que será menos que imposible conseguir su reverdecimiento tan accesiblemente, lo que preocupa sobre todo a los que reflexionan sobre el atentado que se está cometiendo contra la naturaleza, tan sólo porque no hay el político que realmente pueda ver y atacar las causas y orígenes de esta tragedia que afronta la propia naturaleza.
* TAXISTAS EN
LA IMPUNIDAD
Hay casi ocho mil taxis recorriendo las calles de la ciudad capital, con un alto índice de accidentes en los que se incluyen estos automóviles de servicio público, cuyos conductores en mayoría aplastante carecen de los más elementales conocimientos acerca de la historia, topografía y nombres de calles, avenidas, colonias y fraccionamientos habitacionales.
La protesta de hoy se generaliza, en el sentido de que también los taxistas cobran las tarifas que les viene en gana, no importa cuáles son las áreas que van a cubrir con sus recorridos.
Los programas de ‘Yo si leo en taxi’, como otros tantos alusivos a la prestación de un servicio eficiente, cómodo y con tarifas justas, no los hay en la ciudad.
Tampoco nadie vigila el desarrollo de este transporte, que debiera estar de la mano del resto de servicios que la población recibe. Sin embargo, el problema se acentúa con motivo de tanto taxi recorriendo las arterias públicas, pero además, no hay pero que valga, porque el común de taxistas goza de poder traficar con influencias frente a la dependencia encargada del tránsito citadino.
El rubro pasó al manejo del estado, pero es la hora en que muchos se siguen preguntando si realmente ha favorecido la prestación del servicio a usuarios, si el respeto es a la semaforización y que sus tarifas correspondan efectivamente al común de los bolsillos de quienes son obligados como usuarios y clientes de los taxistas.
Pero vea usted que el mal arranca, desde que una mayoría de taxistas ignora cómo se integra la ciudad topográficamente, duda cuáles son las calles, avenidas y colonias más populares, pero también desconoce nombres de fraccionamientos habitacionales.
Empero, la queja persiste en los diversos espacios de la ciudad, porque carece la capital de un servicio ad-hoc con su condición, que tanto se presume de ciudad con sentido cultural y educativo.
* INFRAESTRUCTURA
UNIVERSITARIA DE ANTAÑO
Un anuncio como destacado apenas hace unas horas en el sentido de dar cabida a otros mil 800 o casi dos mil aspirantes a cursar las aulas de la Universidad Veracruzana, entraña sin duda un esfuerzo mayor, habida cuenta que desde hace cuando menos tres décadas la infraestructura en cuestión se encuentra igual.
O por lo menos esto nos deja el hecho de que la zona universitaria de la ciudad, contempla el mismo número de edificios y salones de clases de hace poco más de dos décadas.
En un esfuerzo seguramente respetable, el rector Raúl Arias Lovillo, además de haber incorporado al mayor número de escuelas y facultades, si no es que a todas, al nuevo modelo educativo, el que exige la ortodoxia en la enseñanza universitaria de lo mejor en el mundo desarrollado, en repetidas ocasiones ha demandado del gobierno federal que pague a las casas de estudios públicas del país, los recursos que le han sido regateados desde hace años.
En forma mancomunada, el mandatario estatal y el rector de la UV hicieron este anuncio con el cual se evitará que queden sin escuela casi dos mil rechazados del último examen de admisión, de poco más de diez mil jóvenes que quedaron fuera de las aulas universitarias públicas, aunque el ingreso de aquellos suspirantes (los casi dos mil) se llevará a efecto en el mes de febrero del próximo año de 2013.
Empero, se trata de un avance de singular trascendencia, porque, igual, no todos los que son rechazados se encuentran en condiciones de pagarse una enseñanza en centros de estudios superiores manejados por particulares. Sobre todo porque siempre prevalece el criterio o sospecha en el sentido de que en algunos de estos últimos se pueda tratar de una enseñanza dirigida desde una escuela o una universidad «patito».
Cabe destacar que en esta final de año habrá seguramente una inversión en la construcción de aulas, laboratorios, libros y centros de cómputo que están haciendo falta en los planteles universitarios. En derecho claman por las instalaciones para establecer su sala de juicios orales, que serán del abogado del futuro, su chamba cotidiana. Esperemos.
