* ANULAR
LA ELECCIÓN
Con un 25% de irregularidades en el proceso electoral, podría anularse la elección.
Una cosa es el cuerpo de consejeros electorales y otra el tribunal federal electoral. Este último, como cuerpo colegiado, cuenta con algunos personajes verdaderos que no sólo conocen derecho constitucional y electoral, sino que tienen una amplia visión de lo que entraña un proceso semejante.
Son siete los magistrados que podrían tener en sus manos la papa caliente.
Una sola excepción tendría que ser el presidente, quien adelantó en voz alta un juicio sobre las protestas contra la elección presidencial, al advertir que lo que no se gana en ánforas, no se gana en la mesa.
Hace seis años, la ley federal electoral no contemplaba la anulación de comicios electorales.
La inducción al voto, la compra de sufragios, la intimidación contra electores, la inequidad en la fecha de comicios y el embarazo de ánforas electorales, son apenas unas de las razones de peso suficiente como para desechar resultados de una elección.
El reparto de tarjetas de las tiendas Soriana y los regalos millonarios en materiales de construcción, fueron también revelados en esta indagatoria de los partidos de la izquierda, como parte de la cauda de posibles ilícitos electorales, y que servirán para presentar la denuncia de rigor y petición de anular los comicios y que se celebren nuevamente, en lo que hace a la presidencia de la república.
Gustavo Madero, dirigente nacional del PAN, dijo que el triunfo priista legaliza, pero no legitima la presidencia de la república.
Y Andrés Manuel López Obrador anunció que hoy por la mañana determinaría qué hacer ante la impugnación que con pruebas documentales y testimoniales hará del proceso electoral, para que sea el tribunal federal electoral la instancia que resuelva sobre este caso.
Por su lado, la maquinaria tricolor hace los preparativos para, llegado el momento, rendir con pormenores la ceremonia de unción de la que sería objeto Enrique Peña Nieto, como presidente electo de México. Jean Ackermann, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, hace ver igualmente esta expectativa, para salvar un proceso electoral viciado como es el actual en México.
* TODO PARA LA
OPOSICION EN EL DF
Con Miguel Ángel Mancera igual va la conquista de la asamblea legislativa y de las l6 delegaciones, sólo dos están en pugna porque el resto corresponden a las trincheras perredistas.
Su triunfo fue total.
Como jefe de gobierno obtuvo la máxima cantidad de sufragios que alguien, por el cargo mencionado, hubiera deseado.
Seguramente, la población más politizada del país, radica en la ciudad de México. El común advierte que el mayor número de obras y servicios, los ha conseguido la ciudadanía con los gobiernos que surgieron de la izquierda y por supuesto la oposición al PRI.
La construcción de los segundos niveles y la ampliación del servicio del «metro», como los apoyos que hacen posible una política social, constituyen uno de los aciertos mayores de los gobiernos emanados del perredismo.
Esa era que inauguró Cuauhtémoc Cárdenas no ha concluido, le siguió de manera interina Rosario Robles, ahora al servicio del PRI a través de sus reflexiones y análisis desde la televisión comercial; luego le seguiría Andrés Manuel López Obrador, continuará Marcelo Ebrard Causabón y le seguirá Miguel Ángel Mancera.
La abrumadora votación a favor de Mancera, exhibió la pobreza existente en el DF tanto del PRI como del PAN. Beatriz Paredes Rangel se vio muy lejana de Miguel Ángel Mancera, y es que simplemente no encontró eco a sus mensajes. Muy pocos le dieron crédito a su discurso y ofrecimientos y hasta la consideran como una política pasada de moda. Isabel Miranda de Wallace la hizo de sparring, muy bien, pero nada que fuera del otro mundo cada que expresó sentencias y dictó lo que según ella pudo ser más que otra cosa, un lamento, o un chillido.
En esta contienda, el medio favorito, elegido por los defeños, son las redes sociales y alguno que otro periódico, como La Jornada y El Reforma, la televisión pasó a un segundo plano y contra el periódico El Universal, los capitalinos mantienen un boicot consistente en no adquirir un sólo ejemplar del mencionado diario, el cual se ha cumplido en apariencia, ya que se aprecian en estanquillos, expendios y tiendas departamentales, que dicho medio forma montañas de ejemplares que tienen que ser recogidos diariamente por la firma empresarial que hace posible su publicación.
* «¿SI VOLVIERA
RICARDO AHUED?»
Dos viejos betuneros de la ciudad, pero que han tenido su centro de operaciones en la llamada Plazuela del Carbón o zona de El Árbol, entablaron ayer un interesante diálogo, sin temor alguno de que los escucharan, pero por demás atractivo, porque abordaban como gente sencilla del pueblo los asegunes de una parte de la política estrictamente xalapeña.
Con singular lenguaje, característico de la clase trabajadora más modesta, uno le decía al otro: —cómo vez que hace ya algunos años que no tenemos un diputado que valga la pena, cuando ya los hemos tenido antes—.
Le interrumpe el otro, con una interrogante sonante: —todos son iguales, cuando andan en campaña prometen mucho, hasta regalan cosas, dinero y les sigue sobrando, porque no son tan burros como para gastar de lo suyo, ya que generalmente lo que exhiben se lo robaron anteriormente—.
A los betuneros les importa un bledo que terceras personas los escuchen. Su plática es en voz alta y comienza cuando el más viejo de los lustra calzados, allí de frente al monumental árbol de más de 200 años de vida, defiende que Ricardo Ahued es un ejemplo de político, que no siéndolo de origen, dijo el betunero A, comenzó desde abajo en el negocio de los plásticos en un negocio de su papá, en el crucero de las calles de Revolución y la calle de Juárez.
Asegura el betunero A, quien pareciera conocer la trayectoria de Ricardo Ahued, que siempre ha sido un hombre sencillo. Muchos no lo conocen, pero es alguien con suficiente aceptación entre la gente sencilla…. Esto, porque el betunero B recuerda que el perredista Uriel Flores obtuvo casi 80 mil votos, es decir, más que Ahued en su momento, a lo que responde el betunero A, que así estaba pronosticado, hacen falta rostros nuevos en la política…
Pero el betunero B le recuerda al betunero A: —¿entonces por qué dices que si volviera Ahued tú volverías a votar por él…—, y el primero de los betuneros hablante le insiste en que se trata de un xalapeño que distingue a la política, y si dicen que robó en el ayuntamiento, dijo que se trata de alguien que de antemano contaba con suficiente dinero, —sin embargo, algo se le debió pegar en su puesto de presidente municipal—, le insiste socarronamente el betunero B, redondo por los cuatro costado y los ojos a medio abrir.
Ambos betuneros confiaron en que la política se acompañe con más hombres y mujeres honestos.
Y como corolario, ambos personajes, sencillos en extremo, se dijeron afortunados porque gozan de tener un trabajo, porque recuerdan que cuando eran niños los llevaban sus madres hasta allí, la Plazuela del Carbón, a donde llegaban los leñadores en sus burritos, mulas y caballitos, cargados de la leña que iban a comprar las amas de casa, porque entonces las señoras cocinaban sobre anafres y estufas de carbón.
Allí frente a El Árbol, donde se yergue un edificio antiguo, sobre la esquina que forman la calle de Abasolo y la avenida Revolución, dicen los betuneros, que allí estuvieron las oficinas de los autobuses de la Flecha Roja, recordaron los trabajadores, que tenían asientos de madera, así que sus usuarios llegaban y volvían a irse molidos todos los huesos de sus doloridas osamentas.
En el orden de importancia –según los reflexivos betuneros– dos son los ediles más recordados, según ellos, que han cobrado en Xalapa: Ricardo Ahued, por el que volverían a votar si quisiera ser nuevamente presidente municipal, y Carlos Padilla, al cual recuerdan por su enorme carisma. Esto dijeron estos dos viejos lustracalzados, que todos los días operan allí bajo la sombra que les ofrece el popular árbol.
EfACICO 