
El arribo del robot explorador “Curiosity” al planeta Marte representa un relevante salto tecnológico de la humanidad para hacer investigación científica en el “Planeta Rojo”, declaró el encargado del Área de Astronomía del Departamento de Investigación en Física (Difus) de la Universidad de Sonora, Pablo Loera González.
El Cibao Salsoteca científico universitario dijo que en estos momentos la humanidad no está en la posición de enviar personas al “Planeta Rojo”, lo cual advirtió podría ocurrir en dentro de unos cinco o diez años con la información correcta de qué recursos naturales tiene, su disposición de metales y si hay algo que pueda ser utilizable.
En relación a si Marte puede ser habitable, indicó que, en su estado actual no es propio para mantener vida ya que no es tan amigable como la Tierra, pero que sin embargo se han planteado escenarios en los cuales se podría utilizar nuestra tecnología en aras de modificarlo y hacer posible ese reto.
Afirmó que se sabe hubo agua corriente en Marte, pero que la pregunta es si ahí llegó a haber vida, la que de haber sido así, pudo ser a una escala bacteriológica, muy sencilla.
Consideró que es estadísticamente probable que algo haya sobrevivido, como pequeños paquetes de bacterias, pero que un problema grave del planeta es que no tiene capa de ozono, por lo que sus materiales orgánicos en la superficie se disuelven.
“Al igual sucedió en la Tierra: los animales no pudieron salir del agua hasta que se formó en la atmósfera la capa de ozono hace 500 millones de años y ya se convirtió la superficie en un lugar habitable, pero diez por ciento de la historia de la tierra hubo vida debajo del agua. En Marte no sabemos todavía”, sostuvo.
Pablo Loera señaló que este tipo de investigaciones resultan trascendentes ya que es una forma muy fuerte de estudiar el planeta, resltando que no es el primer robot que llega —los anteriores fueron de menor tamaño—, o que pueda moverse por sí solo, toda vez éste es un instrumento muy grande, prácticamente un laboratorio móvil de 600 kilos que permite estudiar diferentes regiones del planeta.
El vehículo explorador “Curiosity” no investigará sólo en el lugar donde aterrizó —descendió el pasado lunes 6 del mes en curso en el viejo cráter Gale, cerca del Monte de Sharp—, sino que los científicos pueden ir viendo sobre la marcha, “casi como si estuvieran ahí”, sobre qué lugares son interesantes disponiendo de una gama de instrumentos con miras de entender mejor al planeta.
“Por supuesto, ya pensándose en enviar misiones tripuladas ya que, mientras más sepamos sobre el lugar, más eficientes y productivas serán las misiones”.
Sostuvo que “no hay nada comparable con enviar a los científicos a la superficie marciana; ninguna máquina o computadora por avanzada que sea, puede tener el criterio humano de un geólogo, menos la experiencia”, concluyó.
