
*SE ENRARECE
EL ESCENARIO.
Aunque parecieran aislados, la realización de varios eventos, entre estos 27 ejecuciones en un día en diferentes partes de la república, hacen suponer que las condiciones en que se desarrolla la vida social y pública, no son las más halagüeñas ni tranquilas.
Anteayer diversas organizaciones sociales, entre éstas, el movimiento #yo soy 132 abrió los puentes de una amplia zona del estado de Veracruz, en son de protesta, contra la llamada imposición en las elecciones federales últimas. Y en San Luis Potosí, hallaron ayer un vehículo con 14 muertos en sus interiores, amén de una balacera fenomenal que se dio en aquella entidad.
El paso de vehículos automotrices se dio por espacio de una hora. Ninguno de los automovilistas que cruzó por la súper carretera de Veracruz a la ciudad de Córdoba, pagó el peaje, gracias a los jóvenes que de esta forma, elevaron una condena al resultado de la competición celebrada el primero de julio próximo pasado.
En la ciudad de México, concretamente en la zona de Polanco, fue asesinado un destacado empresario, al arribar a sus oficinas laborales. Y en una docena de localidades del resto del país, se registraron sendos actos de violencia, que a la distancia se aprecian singulares, pero con alguna conexión al estado de cosas que mantienen en un hilo la confianza y credibilidad públicas de los mexicanos del común denominador.
A los gobernantes, ya no importa la secuela de estos hechos, e inclusive se atreven a decir, que el país está viviendo tiempos de tranquilidad y paz franciscanas, lo cual el resto de mexicanos no se los cree en absoluto.
Hay quienes aseguran que esta calma tensa, se debe a que sigue sin darse luz a la resolución que el tribunal judicial electoral va a emitir con relación a la sucesión presidencial.
Y por otro lado, políticos de medio pelo, vienen sugiriendo que también los socios priistas, debieran asumir la defensa de su candidato y no dejar que sólo la oposición a los tricolores realice, como lo está haciendo el ruido dentro y fuera de fronteras aztecas, en demanda de que la imposición no se dé y en cambio que se anulen los resultados de la elección. ¿Usted qué dice?.
*XALAPA, UNA
CIUDAD A OSCURAS.
Van a construir un colector- anunció la alcaldesa Elizabeth Morales García, en inmediaciones de la colonia Valle Rubí, a un costado de una torre que seguramente sus constructores destinarán al alquiler de despachos privados, a semejanza de la otra torre en la zona residencial de las Animas, cuyo costo alcanzará los 8 y pico millones de pesos.
Sin embargo, tres cuadras adelante, en el ramal que integran las calles de Rafael Moreno Valle, Federico Gómez y Dorantes Meza donde habita un centenar de familias, tienen más de tres meses de vivir metidas en una verdadera boca de lobo, porque el alumbrado público no lo conocen.
El abundante alumbrado público, solo se rinde en la zona que habitan influyentes políticos del momento, ex funcionarios públicos y empresarios, el resto de la población, que se aguante.
Diría un empleado de la dirección de obras públicas municipales, cuando fue interpelado o cuestionado del por qué se deja sin reparar todo un conjunto de cables y alambres que lleven el fluido eléctrico a un sector que permanece a oscuras, y recuerdan sus vecinos, que el momento es crucial dada la inseguridad y violencia que se siguen viviendo.
En emisiones periodísticas oficiales, se vanagloria el funcionario que tiene a su cargo la iluminación-así lo dice- de las calles, avenidas y colonias de Xalapa, cuando inclusive los vecinos de la avenida Manuel Avila Camacho, lo retan a que camine ya no en las madrugadas, sino en las primeras horas de la noche y pueda avistar que la oscuridad como tal es negra absolutamente y que el servicio de alumbrado es muy deplorable.
No se diga en las colonias y fraccionamientos, como en Valle Rubí, donde se anuncia que tendrá un colector de ocho y medio millones de pesos y en cambio, su entorno, ya citado, con sus calles mencionadas inicialmente, el alumbrado simplemente no existe, allí donde también el camión recolector de basura pasa una vez por semana, si bien les va a sus habitantes y los matorrales en predios abandonados, han crecido tanto, que se asemejan a los pulmones selváticos como aparecen en los filmes que se gravan en algunas de las regiones del Africa, por ejemplo.
Sin embargo, confían sus vecinos, en que sea la alcaldesa quien retome esta solicitud, que nadie en palacio municipal les ha resuelto. Y luego, se niegan a reconocer el hartazgo existente en el electorado. Por favor.
*DESTRUCCION DE
LA CALLE DE PIPILA.
La calle de Pípila entre la avenida 20 de noviembre y poeta Jesús Díaz, es el ejemplo crudo y brutal de una destrucción anunciada, a raíz de que autoridades que no quisieron jamás el bienestar de la capital del estado, autorizaron la entrada de camiones transportistas de productos básicos, y los destinados a transportar pasajeros hacia otros poblados aledaños a esta localidad.
Los autobuseros aseguran que sus unidades no tienen los pesos, que por caso los tráileres y camiones de redilas, que cruzan precisamente el tramo mencionado líneas antes.
Para nadie escapa, que allí en la calle de Pípila se han registrado importantes choques entre choferes de autobuses de pasajeros, camioneros de los mayoristas que allí tienen su principal centro de operaciones comerciales o mercantiles y por supuesto el medio centenar de vendedores ambulantes, que mantienen como suya la calle mencionada inicialmente.
Este es el panorama que se aprecia sobre la arteria pública en cuestión y que nadie ha querido resolver, cuando ya trascendieron alrededor de quince años, sin que nadie se atreva a ponerle el remedio, sobre todo cuando esta arteria pública, cruza de un lado a otro prácticamente el corazón de Xalapa, amén de ofrecer un rostro bastante antiestético y deplorable, y que los habitantes del lugar reconocen como insoportable.
Las acciones tendientes a limpiar esta zona, la inició la alcaldesa al anunciar la reubicación de los mayoristas a la central de abasto y cuyas acciones seguirán con el retiro de los vendedores ambulantes, a quienes ninguna autoridad sanitaria vigila ni supervisa y si en cambio, expone a severos riesgos la salud pública.
Empero, el vecindario asegura que la limpia, debe ser completa, a efecto de que aquellos recuperen la tranquilidad, imagen decorosa y funcional, que mantuvieron por decenios en su arteria pública, porque dicha zona siempre fue así y no de vendedores ambulantes, mayoristas y transportistas de pasajeros.
