60 Segundos: César del Ángel, ¿Líder o bandolero?

* CESAR DEL ANGEL,
¿LÍDER O BANDOLERO?

César del Ángel Fuentes es dirigente del movimiento de los 400 pueblos desde hace cuando menos tres décadas y nunca ha sido perseguido, acosado ni metido a la cárcel y siempre dice luchar por los desheredados de todo, sus vidas, sus tierras, los créditos refaccionarios y lanza condenas en contra de los políticos que supuestamente no le hacen caso.
Sus movilizaciones, habían sido siempre respetadas y vistas hasta con cierto grado de simpatía, cada que llegaba a Xalapa, procedente, se dice de las tierras de Álamo Temapache, en el norte de la entidad.
Sin embargo, a raíz de que trajera seis o diez mil mujeres y hombres y los pusiera a bailar en el corazón de Xalapa en cueros, César del Ángel se ganó la repulsa de los xalapeños, pero más los conservadores y los fieles de la iglesia católica, que despachan también en el centro de la capital del estado de Veracruz.
El último domingo, César del Ángel, habría afirmado su llegada a Xalapa, en el hotel Crowne Plaza de la ciudad, es decir, uno de los más caros; vio por televisión unos minutos el encuentro de futbol olímpico de México contra Brasil y salió del inmueble con un destino desconocido.
Sus huestes asumieron otra vez un tramo de la avenida Xalapa, que entronca con 20 de Noviembre la avenida también de Jesús Reyes Heroles. Se calcula que en este nuevo asalto de la ciudad, se acompaña con mil hombres, entre jóvenes y viejos y de igual manera, otra vez, el rechazo popular, la condena de las buenas familias a esta demostración del poder que encarna un viejo dirigente.
En esta ocasión, 400 pueblos montó una pancarta que en su centro cita una consigna contra el ex gobernador Patricio Chirinos Calero y pide en otra manta, una respuesta puntual de la PGJ, porque agrega que siguen sin recibir una respuesta a una serie de denuncias que presentó César del Ángel en su contra ante la procuraduría en cuestión.
En los años 70’s César del Ángel era diputado federal, abanderado por el PRI y defendió a los copreros del estado de Guerrero, pero su movimiento fue aplastado por el régimen antiguo y César cayó en la cárcel, de la cual, cuando salió tornó a su natal estado de Veracruz, al norte de la propia entidad, donde encabezó la fundación de 400 pueblos.
Desde entonces el líder o bandolero, según el rasero con que lo vea usted, pero sigue allí, con sus 400 pueblos. Ayer, cuatro hombres, rostros quemados por el sol, petrificados escuchaban la clara voz de su amo, líder o representante, mientras bebía una taza de café y comía una «canilla», en espera del momento para partir al lugar de la cita, en las calles donde sus huestes duermen desde anoche en Xalapa.

* PANTEÓN ANTIGUO,
SERÁ UN MUSEO

En el trienio del alcalde Ignacio González Rebolledo, los xalapeños amantes de la ciudad, no le permitieron que destruyera el panteón antiguo y que en su lugar se fundara un parque público, cuyas dimensiones obviamente serían mayores a las que tiene por ejemplo el parque Benito Juárez, en el corazón de la capital veracruzana.
Piqueta en mano quedó el alcalde González Rebolledo.
Deudos de cuando menos un centenar de mausoleos de concreto y criptas de mármol, tejados a base de sólidos concretos, que protegieron el recuerdo materializado de los difuntos en los últimos 150 años, se levantaron prácticamente en «armas», ya que presumían, que algo semejante, podía compararse con un atentado a las ruinas de Teotihuacán en el valle de México o el Tajín en la región de Papantla.
Y es que el cementerio antiguo, que se localiza en la esquina que forman las calles 5 de Febrero y la avenida 20 de Noviembre, encierra algo más que los muertitos de centenares de habitantes de la ciudad, como es la propia página que suscribieron personajes como Enrique C. Rébsamen o las historias que se tejen, entre la gente sencilla del pueblo, acerca de los espíritus, que pululan por las noches de xalapeños ilustres, que se niegan a ser desalojados de éste, su recinto eterno, se dice.
El mausoleo que se yergue en el centro del Panteón Antiguo, protegido por un kiosco, rinden homenaje permanente al educador que llegó a estas tierras para quedarse y fundar entre otras la Escuela Normal Veracruzana, hace poco más de 110 años. La muerte del también gobernante de Veracruz, fue muy sentida, se cuenta a través de las historias que se tejen en torno al personaje, y que para él, en el centro del cementerio se edificó su morada definitiva.
Allí yacen todavía los restos de destacados literatos, académicos, artesanos que vivieron el siglo XIX y principios del XX.
Los últimos gobiernos municipales, han tomado el panteón antiguo, para celebrar las fiestas de todos santos, y nadie, por fortuna, para sus organizadores ha protestado. En tiempos idos, les habrían calificado como sacrílegos, porque las ceremonias de rigor, son por las noches con ritos y plegarias. Hoy la alcaldesa Elizabeth Morales, ha dicho que será museo de la ciudad y ni pio han dicho las buenas familias xalapeñas.
Testigos mudos, pero que maúllan noche a noche, las decenas de mininos, que se ocupan de cubrir en su totalidad las entradas del panteón, sin que nadie al momento, sepa el por qué de tal manifestación gatuna.

* PARTIDOS POLÍTICOS,
UN GRAN NEGOCIO

No había necesidad de que viniera a decirlo el doctor Jeremías Zúñiga Mezano, pero vale recordar la cita que hizo en el sentido de que los partidos políticos, son un excelente negocio, para quienes los dirigen o explotan.
Podría advertirse que descubrió el agua hervida o el hilo negro, pero no es así.
Los membretes partidarios, además de servir para abanderar mujeres y hombres a los cargos públicos, única forma de poder conseguir las chambas de representación política, para quien o quienes los explotan y regentean, se convierten no solo en negocios de familia, sino les permiten amasar fortunas personales, con el paso de los años, olvidándose radicalmente de sus afanes ideológicos y fines más patrioteros, que de respaldo a los mexicanos.
De entrada, un nuevo partido político va a poder ejercer algo así como doscientos millones de pesos, privilegio o canonjías, que les permite la propia Constitución, la cual en su artículo 41 confirma la especie de que se trata de entidades de interés público. Que si así se cumpliera, tendrían que obedecer única y exclusivamente a su patrón, que en ese caso, es el jefe del Poder Ejecutivo.
Pero no. La idea es la de darle al sistema de vida público mexicano, algún aire de que la cosa pública tiene que ver con la voluntad de los electores aztecas, y como en el gran circo romano, al pueblo hay que darle cada tres o seis años, el festín de las elecciones, único momento, para que las mayorías supongan que están participando en los gobiernos, su gobierno sea el municipal, el estatal o el nacional.
Esto viene a colación, porque aquí localmente, no obstante lo empobrecido que se encuentra una mayoría aplastante de veracruzanos (cuatro millones y pico cuando menos) hay los aprendices de los progenitores del PVEM, el padre, el tío y toda la parentela del «Niño verde», que ya ni es niño, ni es verde, porque en comicios, suele vestirse de tricolor, por aquello de no exponerse a perder su registro como membrete o agencia de colocaciones políticas, pero la perversa ambición de seguir pegados en el abrevadero presupuestario, lo lleva a realizar las tareas más abominables, lo que le hace distar realmente de lo que es y debiera ser un partido político.
Manuel Zamora Casal quedó con la majagua al hombro, como en el beisbol, en la novena entrada, porque su sigla partidaria no pasó en las trincheras del IEV; y no porque sean muy honestos los consejeros del árbitro electoral local, sino de alguna forma, un grano de vergüenza les hizo ver, que en Veracruz, como quizá en el resto del país, la partidocracia no es más que un negocio como cualquiera otro, donde la venta de alcaldías, curules y escaños, sin ningún decoro político, no deja de ser una práctica de promiscuos explotadores y vivales, lo que ha hecho menos que miserable muchas veces el ejercicio, que debiera estar al servicio de los más. Por favor.