60 Segundos: Carlos Manuel Aguirre por el ORFIS


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* CARLOS MANUEL AGUIRRE
GUTIÉRREZ, POR EL ORFIS

Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez es uno de los candidato al ORFIS con mayor experiencia en el ámbito del ejercicio político contable que se necesita en esa dependencia, amén de su honradez y firmeza demostrada a su paso en dependencias de gobierno

El registro de candidatos o tiradores al cargo de auditor del ORFIS se vio enriquecido ayer con la inscripción del CP Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez.
Ex rector de la Universidad Veracruzana, el personaje aludido se anotó en el largo listado de aspirantes, como común ciudadano. No hay siglas empresariales, públicas, ni partidarias que lo hayan propuesto.
Una simple aspiración: hacer de la tarea de vigilante de los recursos financieros y el sano comportamiento de funcionarios públicos en esta asignatura, tarea que cuenta muchas veces practicada y con encomiables resultados., el contador público de profesión, tuvo uno de sus mejores momentos al asumir el cargo de rector de la Universidad Veracruzana, sumida en una época de crisis de valores y caída de recursos financieros.
En su trayectoria profesional, el CP Aguirre Gutiérrez, cuenta con larga carrera como funcionario de finanzas, planeación, administración y conducción de estas. Es decir, un centenar de comisiones le acompañan, lo que le ubica necesariamente en un lugar preferencial, si la elección se realiza transparente, sin obedecer a los dedazos y buscando que haya en el ORFIS un árbitro que ejerza con don de mando y la imparcialidad que lo exige una época como ésta.
En este espacio, no hay cabida para los reconocimientos de profesionales de la política o el mundillo de las finanzas públicas, pero en esta ocasión vale, porque a toda un generación constó que con su arribo a la rectoría de UV, en su oportunidad, la limpia de porros – cuando se creía imposible, tras de un rectorado de inmenso poderío y dinero- como el que le había antecedido, y cuya siembra de influyentismos había sido su signo, Carlos Manuel consiguió su recuperación como casa de estudios.
No era fácil, ante el poderío de los porros resultaban impresionantes. El flujo de recursos monetarios fluía por carretadas y la presencia de seudo-líderes estudiantiles era una realidad, que molestaba e indignaba al común de ciudadanos.
Meterlos en cintura tocó al rector Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, y junto con tal medida, sobrevino el control, rectificación del rumbo financiero de la Universidad Veracruzana y desde entonces a la fecha, el problema se diluyó. La ciencia, la tarea humanística, la investigación científica y la difusión cultural, dieron el cerrojazo a esa montaña de corruptelas, que muchos aún recuerdan de aquella época ominosa que se padeció en las trincheras universitarias.
Hoy cuando el saber y las trayectorias están puestas sobre la mesa de los debates, nadie duda en numerosos sectores de la sociedad veracruzana, que un candidato con espolones y tamaños para poder rendir un resultado, como el que se espera en un momento de desconfianza de todo y de todos, en su papel de vigilante financiero desde el ORFIS, puede ser Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez.
Es evidente, que otros cien respetables nombres de tiradores, no podrían competir fácilmente con el candidato ciudadano que se registró para dirigir al árbitro financiero del gobierno estatal, si los merecimientos y bonos personales y profesionales y de servicio a la comunidad, cuentan como peso específico para hacer en esta ocasión una democrática elección. Esperemos.

* VUELVE EL ABANDONO
CON MONTAÑAS DE BASURA

Otra vez el abandono de montañas de basuras, se da en las calles y avenidas de la ciudad capital.
Los letreros que lucen algunas de las esquinas y cruceros estratégicos de la otrora ciudad de las flores, que mandó instalar la administración de Ricardo Ahued Bardahuil, instando a la población a no sacar sus recipientes de basuras fuera de los horarios establecidos, el grueso de la ciudadanía se los pasa por el arco del triunfo.
Semanalmente, en los espacios, por donde se considera que el paso del camión recolector es cada 24 horas, desde hace algún tiempo ya no ocurre así. El olvido resulta tremendista, terrible, sobre todo porque en estos días en que se abaten las lluvias, con las basuras se taponean las atarjeas, se obstruyen las coladeras y las inundaciones son proclives en los cuatro costados de la también antigua Atenas veracruzana.
El problema no tiene paralelo ni tiempo para verse concluido.
O son los camiones recolectores, que sufren fallas mecánicas o sus conductores y demás operarios se niegan a hacer sus recorridos cotidianos, pero la comisión, grupo, jefatura o vaya usted a saber, la autoridad que deba emprender su limpia, no cuenta con los merecimientos ni conocimientos para enderezar las sanciones, que en este caso se deben a los ciudadanos, pero igual, que los funcionarios hagan saber con antelación que hoy no habrá recolección de porquerías.
Los pretextos y justificaciones, pueden ser las más inverosímiles o las que usted quiera, el común de funcionarios públicos lo hace cuando quiere rehuir o hacerse a un lado de su responsabilidad burocrática, incumplir con la población convenciéndola de que saque a la calle sus basuras siempre y cuando oficialmente el camión recolector va a cubrir sus recorridos en la fecha y horario que se anuncia.
El desorden en esta materia es mayúsculo, el común de la población lo sabe, pero el grueso de la ciudad tiene que soportar las consecuencias de la basura en las arterias públicas de la capital jarocha, nomás porque el funcionario encargado de la limpia se niega a rendir los informes de rigor y por ende a dictar las sanciones económicas, a que se hacen merecedores los habitantes incumplidos con la norma que aplica en la materia.
Xalapa, contrariamente a la fama difundida por funcionarios públicos en el sentido de ser «siempre limpia», todos los días y en los más diversos rincones de la misma aparece sucia, maloliente, con montañas de basuras en esquinas y puntos estratégicos y lo peor, que no sabe nadie dónde están los espías oficiales, que la impunidad prevalece en este ámbito de la limpia pública, sin correctivo alguno.

* 4 SEXENIOS Y LOS
MEXICANOS IGUAL

Algo tendrán que inventar los nuevos gobernantes de este país, que rompa con el tedio, la abulia, el aburrimiento, el desengaño y el desangelamiento de los mexicanos ante el acoso de sobrevivir en un sistema con cuatro sexenios, los que más han hecho trisas la renovación de fe y esperanza de todo un pueblo.
Toda esta tragedia arrancó con Carlos Salinas de Gortari, quien pretendió hacer creer a los mexicanos que todos eran ricos, pero grande fue la sorpresa de cientos de miles, cuando hurgaban sus bolsillos encontrándolos tremendamente vacíos y rotos, sin esperanza, en consecuencia de ver tampoco materializado el bienestar en que sustentó y pregonó el nuevo modelo neoliberal anunciado o practicado en el sexenio en cuestión.
El error del Salinato, precisamente, daría oportunidad a Ernesto Zedillo, para asegurar que recibía el gobierno en condiciones económicas y financieras deplorables. La masacre de Acteal, por añadidura, haría recordar a los mexicanos, que un gobierno sin ocurrir a la escena del crimen no enseña su poderío. Hoy, la justicia yanqui persigue a Zedillo de haber sido copartícipe en la matanza de 45 indígenas ocurrida en los caminos polvosos del estado de Chiapas.
Obviamente el movimiento zapatista de San Andrés Larráinzar haría lo suyo ayudando a cavar la tumba del viejo sistema, antiguo, anti-demócrata, intolerante, criminal y soberbio, demagogo por añadidura, cuya caída sin duda inició precisamente con el movimiento estudiantil de l968 y por ende, con el bárbaro ataque a tiros que los granaderos hicieron contra los estudiantes y cientos de miles de mexicanos de pensamiento libre, que se reunieron en la plaza de la tres culturas, para rendir su protesta.
La aparición de un Vicente Fox la avistaban millones como un milagro de la Virgen de Guadalupe—-Llegaba el hombre del cambio de sistema, el que acabaría con la pobreza extrema de las mayorías y asestaría el golpe mortal al inmovilismo e intolerancia del viejo régimen. Millones se volcaron a favor de un candidato, el del PAN, de manera aplastante. Zedillo Ponce de León, levantaba el brazo de su sucesor, cuando todavía había centenares de urnas, sin contabilizar sus votos.
El remedio había resultado peor que la enfermedad, el fraude a la confianza en el hombre del cambio se desmoronó. El presidente de estreno sepultaría las instituciones públicas y sería como Elenita Poniatowska, quien calificaría a Fox, como el «presidente más inculto en cien años de gobiernos sexenales en México».
Con Calderón, se perdió el rumbo, o por lo menos, las mentes ágiles han advertido que el combate a la delincuencia ha atraído consecuencias peores a las que afrontan los estados árabes de Irak, Afganistán y Siria. El país es otro, su población está temerosa y el miedo provoca los estadios del aletargamiento y las parálisis en sus diversas formas de habitar, debido a que el desconcierto se alarga ya por casi seis años y la llamada guerra contra la violencia y el crimen, no cesan, sino todo lo contrario.
El bienestar prometido se esfumó, el empleo no se dio y las mayorías deambulan a la manera de los robots, pero el f

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