60 Segundos: La solución no es aumentando las penas


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* LA SOLUCIÓN, NO ES
AUMENTANDO PENAS

El problema no es aumentando las penalizaciones.
Qué importancia ha tenido sentenciar con 60 años de cárcel a un secuestrador, si el castigo del delito no inhibe a nadie que lo cometa.
El doctor Sergio García Ramírez, estudioso del derecho en general, afirma que no es criminalizando como se van a resolver los problemas que entraña la delincuencia en cualquiera de sus variedades.
El sistema carcelario en este país, resulta nefasto. No rehabilita ni resarce ninguna conducta, como tampoco repara conductas antisociales. Todo lo contrario, la prisión encarna daños posteriores irreversibles, como es el hecho de que no hay las actividades que les vaya a permitir un retorno a la sociedad con plena rehabilitación.
La excarcelación que lograron más de cien internos del reclusorio en el estado de Tamaulipas, tiene aristas que van desde las complicidades que involucran a autoridades del penal hasta el agobio, tedio, cansancio y estrés que les genera una prisión a sus huéspedes obligados, sin programas apegados a la realidad, que está viviendo el común de los internos en cualquiera de los penales que existen sobre territorio mexicano.
Penalizar ha sido la respuesta del Estado que ha dado ante la creciente ola de la violencia y delincuencial, que mantiene en un tris de desesperanza al mayor número de mexicanos, pero la incidencia no ha sido reducida en ninguna de sus variantes, sino todo lo contrario, la sociedad, se lamenta que todos los días se ve expuesta a una de las conductas que afectan a terceros.
Los hombres que ostentan el poder se vanaglorian anunciando reformas, iniciativas y nuevas leyes e incremento de penalizaciones, pero sin agregar ninguna propuesta o alternativa que permita el desarrollo de una sociedad con aspiraciones de tener una vida buena, como son las relacionadas con la cultura, la sana recreación, la escuela y el empleo.
No sólo es penalizando y encarcelando, porque igual, los extremos de la cordura y la solidaridad se alejan dando lugar al rencor, los odios y los ocios, que suelen resultar de consecuencias muchas veces fatalistas.

* EL COLECTOR
DE BANDERILLA

Reventó el colector que sacaría las aguas residuales y de la lluvia a puerto seguro, que no expusiera más la vida de los avecindados en la tierra del chicharrón y de las carnitas.
La compañía constructora que llevaba a cabo la construcción del famoso colector fue sacada de la jugada, es decir, corrieron a sus dueños o manejadores y sanseacabó.
Ciertamente cada vez que llueve, Banderilla se inunda. Lo de hace dos días, no es nada nuevo.
Sin embargo, la población además de lamentarse de su «mala suerte», en esta ocasión no se calló e hizo pública su denuncia. No puede ser que cada que llueve se repleten de agua sucia sus viviendas y establecimientos comerciales.
Por otro lado, voceros de la constructora que tiene a su cargo el colector, aseguran que las aguas que no ingresan al colector, llegan de la montaña y particularmente del libramiento de Xalapa, y que bajan precisamente en Banderilla y a la entrada de la ciudad capital.
La autoridad responsable en este caso, la Secretaría de Comunicaciones optó por lo sano: echando fuera a la firma constructora del colector y en cuestión de días, dará a conocer la identidad de la moderna firma que se hará cargo de realizar la obra que de una vez por todas preserve a Banderilla y las colonias de Xalapa, colindantes a la primera población, de las inundaciones que no cesan cada vez que llueve.
Si las cosas se hicieran así, cuántos problemas más, podrían evitarse sobre todo que afectan el patrimonio y muchas veces, exponen a sufrir consecuencias fatales, como es la propia vida de quienes directamente afrontan los vicios y errores y peores mañas, de firmas constructoras, que se interesan más en el cobro de facturas millonarias, que en servir a la comunidad.
Aunque, por otro lado, alguna responsabilidad tendrán los funcionarios públicos, más firmes en sus nóminas, que en la atención a la población, ya sea por negligencia o ignorancia. Esto tiene que investigarse y endosarse a quienes corresponda, ¿no le parece?

* LAS IZQUIERDAS
RUMBO AL 2018

Lo congruente sería que en el 2018, asumiera el poder presidencial la izquierda.
A no ser que el viejo sistema efectivamente se renueve en los próximos seis años, la expectativa de que las izquierdas se reagrupen y juntas vayan a la campaña presidencial de aquel año, se acrecienta pero más, porque tendrá como su delfín a Marcelo Ebrard Causabon.
Cabe la certidumbre de que Andrés Manuel López Obrador, mantendrá el liderazgo que como ningún otro político ha ostentado en este país, pero que además podrá acrecentar, porque tendrá por delante seis años, para recorrer el país, hablar de nueva cuenta con la gente sencilla del pueblo y los mexicanos de las ciudades y que no concuerdan ni con el panismo ni el priismo.
Cuauhtémoc Cárdenas buscó tres veces la candidatura presidencial, en una ganó al PRI y en las otras dos, se dijo que le robaron la primera magistratura del país. Una cuarta ya no quiso y quedó como guía espiritual del PRD, partido político, dice que ya sin AMLO como su militante, deberá ver por su reubicación y crecimiento partidario.
AMLO ha advertido que muy probablemente ya no jugará por la presidencia de la república, pero sí hará proselitismo político hasta conquistar el poder central para los mexicanos con convicciones para hacer el juego de la democracia y persistan las injusticias y la grave desigualdad social en este país.
Morena sería una excelente trinchera para forjar una nueva organización partidaria, en la cual coincidan las siglas de membretes de oposición al viejo sistema y al PAN, y que de antemano, cuenta con una base que rebasa los l6 millones de compatriotas que coinciden con su filosofía e ideario político.
Negar o rechazar su prestancia, sería un error descomunal, coinciden Manuel Camacho Solís y Manuel Bartlett Díaz, además de que sin el concurso y alianza de los partidos que militan en la izquierda, una derrota electoral más podría darse en el año de 2018.
Dada la cuantía que espera a un gobierno de reestreno, como es el que encabezará el viejo sistema tricolor, las circunstancias cambian porque ya no será el todo poderoso régimen del pasado, además de que la pobreza extrema, la violencia y el desempleo, serán problemas capitales, cuyas soluciones no ocurrirán en sólo seis años.
Lo que podría ofrecer -a decir de propios y ajenos a las siglas partidarias en México- importantes expectativas, para que la oposición a la derecha y la ultraderecha, puedan acceder al ejercicio del poder central en México.
Ya no más «dictaduras perfectas», como calificara el escritor Mario Vargas Llosa al sistema de vida público nacional, por favor. Es lo menos que puede aspirar cualquiera que realmente quiera a su país.

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