60 Segundos: Texas y el Maestro Calderón


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* DIFÍCIL TAREA DE
EX PRESIDENTES

El mexicano es un pueblo que no admite que sus ex presidentes vuelvan a tener papeles protagónicos en la vida pública nacional.
No hay esta costumbre y sólo cuando vivió don Lázaro Cárdenas, la gente en este país lo veía y aceptaba muy bien.
Imposible que los mexicanos reconozcan a los ex cuando terminan su gestión pública, de quienes más los recuerdan por sus malas decisiones que por las buenas.
Sin embargo, hay que hacer una distinción entre los ex mandatarios que despacharon en el México de la pos revolución y los que fungieron después de la matanza de estudiantes del 68.
La fila de ex presidentes cuestionados sobrevino tras de la conclusión del mandato de Gustavo Díaz Ordaz, quien para responder a una demanda de estudiantes, académicos y gente del pueblo, mandaría a cinco mil elementos de las fuerzas de seguridad federales, para masacrar a miles de universitarios, reunidos en la plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
El reconocimiento, si lo hubiera, tuvo que darse durante la gestión de los ex presidentes, no después y menos que se les vanaglorie cuando su gestión fue muy bien remunerada, con emolumentos, que los distinguen inclusive de los ex mandatarios de naciones supuestamente más ricas y menos asaltadas por tantos problemas, como es el país azteca.
En este contexto, se ha desarrollado la vida de los ex mandatarios Luis Echeverría, José López Portillo, cuando vivía, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, que en cada una de sus apariciones en público, la condena popular de inmediato se dejó sentir.
En el caso de Ernesto Zedillo Ponce de León, es el único ex presidente, que partió de México, una vez que llegó al cargo de mandatario Vicente Fox y desde entonces puso también su renuncia al millonario salario que cobran los ex presidentes y quien se gana la vida, asesorando e impartiendo clases en instituciones financieras y académicas prestigiadas de los Estados Unidos de Norteamérica, país que eligió Zedillo para radicarse definitivamente.
Empero, la vida de los ex debe ser de absoluta discrecionalidad, porque el rechazo popular es inobjetable. Debe entenderse que México no son los Estados Unidos de Norteamérica, donde Jimmy Carter, Bill Clinton, Ronald Reagan en su momento, han trabajado como ex presidentes, con el reconocimiento público, en faenas que corresponde encabezar al cuerpo de colaboradores de los gobiernos de turno, pero cometido aquel, con el cual los ex presidentes le han rendido un extraordinario beneficio a sus coterráneos y a su país.

* TEXAS Y EL MAESTRO
FELIPE CALDERÓN

Felipe Calderón Hinojosa, como ex presidente, podría ocupar el cargo de académico en una universidad de Texas, de los Estados Unidos de Norteamérica, donde sus alumnos se han opuesto de antemano, ante el anuncio que comenzó a correr en círculos de profesores y universitarios estadounidenses, en el sentido de que para cuando concluya su gobierno, podría viajar a la unión americana, donde presuntamente ha recibido la invitación para desempeñarse como catedrático.
Esta nota pareciera no haber despertado mayor intranquilidad ni dominio entre los estadunidenses sobre todo.
Cabe la certidumbre a los estudiantes de Texas, que en reciente fecha, el mandatario mexicano habló con los directivos de una universidad privada del lugar, con objeto de dar cabida en sus nóminas al mandatario nacional, para una vez que concluya su gestión presidencial.
Empero, la sola noticia dada a conocer en linderos universitarios yanquis, ha servido para que la clase universitaria se manifieste en contra de la especie.
Dos hechos sobresalen en el rechazo a que Calderón imparta clases a los gringos en una prestigiada universidad texana: que los ex presidentes mexicanos, cargan en mayoría con un descrédito descomunal, lo que les hace desconfiables y poco creíbles y lo otro, que al mandatario de turno, la crítica lo cuestiona y responsabiliza de los casi 80 mil muertos en la mal llamada guerra contra la delincuencia organizada, hecho por el cual, el presidente enfrentará un juicio en el tribunal de la Haya, donde grupos sociales presentaron una demanda desde hace poco más de un año de cometer su gobierno el delito de crímenes de lesa humanidad. 
El ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, tras de su desastroso gobierno arribó a Madrid, España, como embajador designado por congresistas aztecas, pero inmediatamente las juventudes madrileñas acompañadas por decenas de españoles lo increparon y mostraron su repudio, tras de conocerse que el presidente GDO había inclusive asumido la responsabilidad en la matanza de estudiantes del 68 en la plaza de la Tres Culturas de Tlatelolco.

* MÁS NIÑOS
DE LA CALLE

De nueva cuenta, porque el problema no cesa jamás, la autoridad municipal de Xalapa, tiene la amarga experiencia de tener que informar que hay a la fecha más de 200 menores de edad en situación de la calle, que han sido cooptados por las instancias del poder público local, con vistas a reintegrarlos en sus hogares y sacarlos definitivamente de ese estado de abandono que igualmente afronta este grupo de niñas y niños, sin un solo rasgo de salvación.
Los menores de edad lanzados a la arteria pública, seguramente por sus propios progenitores o padrastros y otros familiares, han sido recuperados en diferentes momentos por la autoridad local, pero nadie ha podido informar en dónde se encuentran estos pequeños pedigüeños, con disfraz de vende baratijas de todo en las arterias públicas de la ciudad.
Dos centenares o más de estos pequeños andan a la caza del pan que les permita mantenerse por sí mismos y seguramente a otros miembros de sus familias, como suele ocurrir con algunos que nos dicen que con las ventas que realizan de baratijas y otros enseres inclusive de uso doméstico, sostienen además a sus propios progenitores.
Empero, los niños callejeros, como los ambulantes, siguen manteniendo como rehén a la ciudad todas las tardes noche, sin que aparezcan los sagaces inspectores dependientes de las áreas de reglamentos y comercio municipales y que don Edgar Portilla Salazar, sabe muy bien, que si los pequeños «comerciantes» operan en las rúas principales de la ciudad y la asumen como su rehén, es porque cuentan con la protección y explotación de adultos y algunos malosos de la administración edilicia de turno.
Bastaría que realizaran un recorrido por la zona centro de Xalapa, y podrán apreciar que son numerosos los niños, algunos casi adolescentes y otros más jovenzuelos, que venden flores, hacen mandados, surten de otros objetos aparentemente de ornato a quienes acceden a comprarles en las calles de la ciudad, amén por supuesto de quienes con sus pies sin calzado, sus ropas raídas y el rostro manchado por el hambre y la desnutrición, muestran otro rostro más, el de la pobreza que raya en miseria. A la cual el sacerdote católico Quintín López, se ha referido con lastimosa desesperanza cuando refiere que es increíble que haya tanta pobreza en tierras veracruzanas.
Y es que nadie ve ni atiende, o si anuncian programas de atención a los muchos en la miseria, lo hacen como si fuera a mitad del desierto, ya que los chiquillos y chiquillas siguen y aumentan sus filas corriendo por las calles de Xalapa en demanda de dinero y comida, porque su porvenir se aprecia a la distancia en cero, es decir, sin nada que los aliente a creer que a

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