AL VIEJO ESTILO
Ahora se entiende cuánto aguantó el gobernador Godoy en Michoacán, pero que nunca explotó y menos que atacara a sus paisanos, como ahora, al viejo estilo o del sistema priista en sus años de inmenso poderío Fausto Vallejo, asume a la manera también de Gustavo Díaz Ordaz, la responsabilidad del choque que tuvo lugar entre estudiantes, gente del pueblo y maestros y los cuerpos de policía uniformados.
Fausto Vallejo está enfermo. Una pequeña hernia y la garganta cerrada por una faringitis, las cuales hicieron que el gobernador asumiera una de las acciones que se creían habían quedado por allí sumidas en el tobogán del olvido. Hoy dice que se trata de su responsabilidad y no de ningún sometimiento y tolerancia para el desorden en que habrían incurrido los sectores de la protesta desde hace veinte días en las calles y locales de escuelas normales rurales que operan en dicha entidad.
Al romper con la huelga que mantenían los estudiantes, sobrevino el ataque de los elementos policiacos, destruyendo instalaciones escolares y quemando más de seis autobuses y la liberación de 27 unidades destinadas al transporte de pasajeros en la entidad mencionada.
Es decir, esta quizá sea una pequeña muestra de lo que hará el régimen priista en los próximos años. Obviamente, hay sus excepciones aquí en la plaza de los desnudos y las protestas todos los días se han registrado y ninguna ha sido sometida, perseguida, golpeados sus actores principales.
Cierto es que afectan la tranquilidad de terceros, pero hasta el momento, la libertad de acción para los gremios y los quejosos, ha sido amplia, pese a que bloquean carreteras y obstruyen el paso en una ciudad gravemente congestionada como es la capital del Estado.
Empero, los «macanazos» ordenados por el gobernador Fausto Vallejo contra sus paisanos michoacanos y que han sido difundidos en todo el mundo a través de la televisión y la internet y los medios impresos, dan una muestra -igualmente, observan analistas y críticos- de cómo será el trato que el viejo régimen, con nuevo rostro del priismo dará a los conflictos que ganen la calle en son de protesta y reclamo público.
* HAY CASI 300 MIL
NIÑOS TRABAJANDO
La calle es el centro de trabajo u ocupación laboral de poco menos de 300 mil menores, entre niñas y niños, al margen de los «ninis», es decir a los que calificó el rector de la UNAM José Narro Robles, como aquellos que ni trabajan ni estudian.
La cifra no la da cualquiera, sino el INEGI organismo dependiente del gobierno federal, que se encarga precisamente en alguna forma de integrar los cuadros de las tantas calamidades que afectan al país y sus mexicanos.
Este asegura que en Veracruz estado, hay cuando menos 300 mil niñas y niños que trabajan para poder mantener a sus demás familiares, suelen no saber leer ni escribir y el 59 por ciento de esta suma enferma, ya sea como consecuencia de las deplorables condiciones en que habitan familiarmente o porque sufren la escandalosa pobreza que agobia sus entornos ambiental y el correspondiente a sus bolsillos.
El problema se agrava, porque con tantos menores buscando el abasto alimentario, igual, se exponen a ser coptados por las diferentes bandas delincuenciales. En este sentido, los planes y programas de gobierno, han resultado insuficientes para atacar la sobreexplotación de las 300 mil niñas y niños, a lo largo y ancho del territorio veracruzano. Lamentable, verdad, pero la cifra corre el riesgo de seguir creciendo.
Hoy los grados académicos no son tampoco determinantes, para que un joven que concluyó estudios universitarios, pueda ser empleado en alguna actividad que le permita percibir un salario con decoro. Empero, se presume que alguna alternativa va a encontrar para salvar el escollo de la desocupación laboral y por ende la hambruna.
Sobre qué hacer para dar con una solución al penoso caso de los 300 mil menores, sin mayor porvenir que seguir haciéndola en actividades de riesgo inclusive para su salud, como lo demuestra el hecho de que 59 de cada cien enferman y hasta mueren, por enfermedades que adquieren por contagio y el abandono en el que prácticamente están sobreviviendo.
Oficialmente, se cuenta que se echarán a andar acciones que permitan el rescate de estos menores, pero la otra interrogante es saber cuándo, con qué recursos y en qué lapsos serán reubicados y encaminados sobre caminos más firmes y que les den acceso a obtener los mínimos del bienestar a que constitucionalmente tienen derecho todos los mexicanos.
* INCULPAN A VERACRUZ
DE LAS DESAPARICIONES
Veracruz sale a flote en las pesquisas que harán mujeres centroamericanas, con intenciones de localizar a sus hijas sobre todo, desaparecidas en tránsito por tierras mexicanas, pero más las veracruzanas con rumbo al vecino coloso del norte, los Estados Unidos de Norteamérica.
El llamado lo hacen las madres de estas féminas, quienes han dicho en este país, que en el caso de cruzar por tierras veracruzanas, los riesgos se problematizan, debido a que ninguna policía resguarda su paso por la entidad.
El cura católico Solalinde, advierte que debido a las exigencias de quienes partieron de sus países colindantes con México, tienen la necesidad de pasar por tierras nuestras, pero hacerlo constituye un reto u osadía, porque los peligros aparecen en cada esquina y cada pedazo de tierra mexicana.
En este tránsito son muchas y muchos los que han visto expuestas sus vidas, otros han muerto y lo más apremiante es que madres centroamericanas, estén acusando que sobre suelo azteca, se han dado numerosos desapariciones, debido sobre todo a que los cuerpos de seguridad pública y demás policiacos, lucen ausentes en la travesía que vienen cubriendo desde hace meses por tierra las jóvenes de países de centro y sud América, que aspiran a llegar a los Estados Unidos e Norteamérica, iluminadas porque el sueño americano a otros les ha dado fortuna personal, empleo y diversiones.
Un avalancha de denuncias se ha propalado por suelo mexicano y en las naciones hermanas de Centroamérica, aduciendo que son tratantes de blancas y otros delincuentes, quienes han venido aprehendiendo a jovencitas, que con el afán de cruzar este país, incurren en la osadía de dejarse muchas veces conducir por delincuentes consumados, quienes así trafican con el transporte de mujeres sobre todo jóvenes, de quienes sus padres y madres, no vuelven a saber de ellas.
El cura Solalinde, confirma que el paso por Veracruz, entraña mayores riesgos y peligroso para los viajeros que proceden de naciones Centroamericanas, pero que no cejan en su empeño de realizar esta travesía, debido a que en sus tierras de origen, afrontan severas contiendas con los enemigos del orden y la paz, amén de que padecen una severa hambruna y expectativas de mejorar algún día sus condiciones de vida actuales.
Veracruz, vuelve a aparecer en el ojo del huracán, ahora porque los malosos se roban a las féminas que tratan de llegar a la tierra del tío Sam, pese a las alertas dictadas previamente y porque los cuerpos de policía no resguardan su tránsito de la muerte, como le llaman algunos.
EfACICO 