
*Dinero del erario a la prensa
*Vocera niega información
*Austeridad excluye a medios
Los magnates periodísticos de Veracruz están obligados a construir un altar de gratitud y devoción a la vocera próspera, directora de Comunicación Social del gobierno de Veracruz, por la siguiente razón.
En base a la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, con fecha 17 de octubre se le pidió la siguiente información:
l. La lista de convenios mensuales de servicio informativo y publicitario (también llamada “alianza editorial”) y la cantidad correspondiente, suscrita por la dirección de Comunicación Social del gobierno de Veracruz con los siguientes medios:
a) Diario de Xalapa, de Xalapa.
b) Gráfico de Xalapa, de Xalapa.
c) Milenio, de Xalapa.
d) El Águila, de Xalapa.
e) El Heraldo, de Xalapa.
f) El Dictamen, del puerto jarocho.
g) Imagen, del puerto jarocho.
h) AZ, de Xalapa, y AZ, del puerto de Veracruz.
i) Portal digital alcalorpolítico, de la ciudad de Xalapa.
j) Telever, del puerto jarocho.
k) Televisión Azteca, del puerto de Veracruz.
l) La Opinión, de Poza Rica.
m) El mundo, de Córdoba.
n) El Sol, de Córdoba.
ñ) El Sol, de Orizaba.
o) El Diario del Istmo, de Coatzacoalcos.
p) El Heraldo, de Coatzacoalcos.
q) Notisur, de Coatzacoalcos.
2. La relación descriptiva de las razones por las cuales la dirección de Comunicación Social del gobierno de Veracruz haya suscrito convenios mensuales de servicio informativo y publicitario con los medios escritos, hablados y digitales mencionados en el inciso número uno.
3. Si, como lo establece la ley, el convenio mensual entre el gobierno próspero de Veracruz y los medios escritos, hablados y digitales referidos en el inciso número uno se efectuó en base a la circulación y el raiting, una relación descriptiva de la circulación y el raiting de cada medio para haber procedido, en todo caso, a la “alianza editorial”.
II
A la fecha, ni frío ni caliente. Ni una prórroga para, digamos, buscar la información en el archivo y/o en la bitácora.
Ni una respuesta. Mejor dicho, el silencio como respuesta.
Y, bueno, ninguna duda habría que desde la mirada de la vocera se trata de un asunto de seguridad nacional, y por tanto, honor y gloria a los propietarios de los medios de comunicación en Veracruz.
Pero al mismo tiempo, se parte de un solo principio: el dinero que cada mes paga el gobierno jarocho a los dueños de los medios de información se deriva del impuesto cubierto por el contribuyente y por tanto, simple y llanamente, se trata de un dinero público, en ningún momento propiedad de la clase gobernante en turno.
Y desde ahí, cada centavo que disponga la elite política para garantizar, digamos como hipótesis, el bienestar colectivo, está obligada a rendir cuentas.
Pero además, a demostrar con hechos y resultados que se trata de una inversión con un alto concepto y sentido social y redituabilidad económica.
Por eso, los magnates de la comunicación están en deuda con la vocería.
La vocera, cierto, ha violentado (una vez más pues la información se ha tramitado por tercera ocasión) la Ley de Transparencia y Acceso a la Información y, al mismo tiempo, ha sabido actuar con discrecionalidad para conservar ese gran secreto de aquí a los próximos 30 años, parece, que la ley contempla abrir la caja de pandora.
III
Además, se parte de otro principio universal: según el Plan Estatal de Desarrollo 2011-2016, en Veracruz existen 105 periódicos diarios y revistas impresos y 50 periódicos digitales, más los programas radiofónicos y televisivos de noticias.
Y todos viven. Y suelen vivir bien. Muy bien en algunos, muchos, casos.
Y si nos basamos en la ley, la alianza editorial debe suscribirse cuando está comprobada una elevada circulación y raiting de cada medio, de tal forma que su circulación garantice la efectividad del mensaje enviado desde el gobierno.
Y desde esa mirada, la realidad es la siguiente: muchos, muchísimos medios circulan apenas en las oficinas de gobierno y en los cafés y restaurantes donde los regalan a la clientela.
Algunos circulan en los expendios de periódicos con una baja, bajísima venta.
Peor tantito: sólo circulan en los puestos ubicados en la zona céntrica de cada ciudad y, con frecuencia, la devolución es elevada, llegando incluso al 70, 80 por ciento.
Más aún: ningún medio de Veracruz ha alcanzado una circulación estatal y apenas son distribuidos en el municipio de origen, con ligera presencia en una que otra demarcación.
Bastaría revisar el contenido de cada medio para confirmar el despiadado e indiscreto halago de la mayor parte de los medios a los políticos en turno, desde el gobierno del estado hasta los ayuntamientos con más recursos económicos.
Por eso resulta lamentable el gasto exorbitante del sexenio próspero, como también ha sucedido en gobiernos anteriores, en los medios escritos, hablados y digitales de Veracruz.
Más todavía cuando por segundo año consecutivo se ha reproducido la política de austeridad, con una excepción: la austeridad nunca ha llegado a los medios jarochos.
Eso ocurre cuando en la vida de un pueblo la clase gobernante vive de la “opinión pública” construida por los medios en vez de sustentar su trabajo cotidiano en la confianza ciudadana, ganada y multiplicada en el terreno de los hechos y resultados.
Publicado originalmente en Blog Expediente 2012
