60 Segundos: * LA VIOLENCIA, SINRAZÓN DEL RÉGIMEN QUE SE VA


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* PERREDISTAS A LA
CAZA DE UN DIRIGENTE

Son ya tres las reuniones, asambleas o consejos, que para el caso es lo mismo, que celebran los grupos caciquiles y mafiosos del PRD, en busca de un dirigente nacional.
Como era de esperarse, las alternativas de refundirse o transformarse en una sigla sólida, quizá sean más difíciles de alcanzar de lo que en su oportunidad fue la creación del frente cardenista, con el aval de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Los Chuchos, que encabeza Jesús Ortega, quieren su pedazo de gloria en esta «nueva» etapa de reencuentro con las izquierdas.
Jesús Zambrano, el hombre que calla generalmente cada que se escuchan los tambores llamando a guerra de las huestes que militan en la trinchera del partido del sol amarillo, igual se pronuncia porque los perredistas se unan en un sola sigla, un líder único. Y por supuesto que los simpatizantes de AMLO dentro de las filas en cuestión, hacen lo suyo, argumentando que lo mejor es irse de sus filas y registrarse en las filas de Morena.
Propuesto también para ocupar el liderazgo nacional del PRD, el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, a la vez que acaricia la expectativa diciendo que sería bueno, pero para otro momento, sin embargo, deja abierta la puerta, presumiéndose bajo sospecha que dicho personaje querrá estar en condiciones partidarias con las izquierdas dentro de tres años, y no antes.
Sin embargo, hay una doble razón que pesa toneladas y que tal vez ello esté obstruyendo que socios perredistas se sienten cómodamente a debatir con calma, sobre el destino de un partido, que si bien es segunda fuerza política en el país, su sueño de hacerse llegar a la presidencia de la república se alarga considerablemente.
Y más aun, porque si los analistas que orientan a los amos del perredismo nacional, tienen que referirles que por ellos el partido carece del ascendiente y convencimiento en la sociedad civil.
Y que si no culminan en una toma de decisión que satisfaga a los más exigentes, como a los más perversos de sus trincheras, la desbandada que viene nadie la detendrá, porque nadie pone en duda siquiera que miles de los espacios que ocupan las izquierdas, van a pasar a formar parte de las bases del Movimiento de Regeneración Nacional que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

* MALEZA EXHUBERANTE
EN PREDIOS DE LAS ÁNIMAS

Fluye un anuncio interesante, en el sentido de que el área de jardinería del ayuntamiento de la ciudad hará labores de limpieza y corte de la maleza y verdaderas selvas que se forman en los predios abandonados, porque evidentemente sus propietarios no los cuidan ni protegen tanto de los amagos de la naturaleza, como de la mano del hombre.
El chapeo se realizará sobre todo en la zona jardinada en extremo de los fraccionamientos residenciales que forman parte de Las Ánimas. 
Allí se anidan los mosquitos transmisores del dengue tradicional y el más peligroso para la salud pública, que es el hemorrágico.
Las autoridades del sector salud están empeñadas en el combate a la enfermedad, pero en los municipios conurbados de Boca del Río y Veracruz.
Empero, el resto de la entidad bien puede estar en manos del moquito transmisor del dengue, como se ha podido detectar en las colonias periféricas de Xalapa, particularmente. Sin embargo, la alerta ha sido encendida también en las zonas residenciales, donde abundan los predios abandonados, con la maleza crecida hasta dos metros de alto y sin alambrada ni protección alguna frente al resto de los terrenos con edificaciones habitacionales.
Empero, la tarea de chapear y limpiar los predios les llevará algunas semanas o meses, pues como nota de ejemplo, el fraccionamiento Valle Rubí cuenta con más predios abandonados que construidos. La malaza, además, puede servir como escondite para maleantes y otros pillines menores.
Nunca nadie ni los ha protegido con mallas metálicas o alambres de púas, tampoco nadie los chapea, y sí, en cambio, se constituyen en nidos de toda clase de alimañas que van desde los roedores hasta las víboras y por supuesto la cauda de mosquitos, se cuenta que entre estos últimos tal vez el que transmite el dengue en sus dos versiones, lo que tiene con el san Benito a sus vecinos.
Y es que en este fraccionamiento, por caso, el camión recolector de basura, si pasa, lo hace dos veces por semana; el alumbrado público enfrenta graves deficiencias, como es la falta de lámparas, ya que por las noches sus calles se convierten en boca de lobo y los predios abandonados están repletos de maleza.
Algunos de sus dueños ríen a carcajadas, porque leen en los periódicos que la comuna anuncia la aplicación de multas para quienes no vigilen y cuiden que sus terrenos luzcan limpios y a salvo de yerba crecida y alimañas, pero en la zona de Las Ánimas nunca ha ocurrido, porque se impone el tráfico de influencias, y el cuerpo edilicio queda con un palmo de narices.
Así ha sido siempre, pero se multiplicó cuando David Velasco Chedraui ejerció como alcalde de la ciudad.

* LA VIOLENCIA, SINRAZÓN
DEL RÉGIMEN QUE SE VA

Una de las herencias que dejará el régimen federal que se va es precisamente la violencia.
Una guerra de mexicanos contra mexicanos, lo que hace ver a la nación como los palestinos y judíos, que están en pleito desde hace cincuenta años por el mismo trozo de tierra donde habitan ambas entidades, allá en el Medio Oriente.
En el exterior, la fama que el país azteca tiene no es la más halagüeña, tanto que el Departamento de Estado estadounidense acaba de emitir una alerta a todos sus conciudadanos, en el sentido de que no viajen a menos que la situación los apremie, a cualquiera de l9 entidades del interior del país, entre ellas Veracruz.
La batalla contra la delincuencia es un tema, pero está el otro, que incluye las confrontaciones que existen con los jóvenes, las cuales necesariamente tienen que ser entendidas, tal vez vistas con tolerancia, alguna simpatía, porque las inmensas mayorías no habrían sido jóvenes cuando lo fueron y, al igual que todos, enderezaron baterías contra aquello que les hostigaba.
Hay la certidumbre de que la violencia engendra violencia y el país ya la ha tenido en todos los tiempos y con las más diversas tonalidades. Empero, el tema preocupante en un escenario de jóvenes con inmensa mayoría, pero sin empleo ni expectativas reales de poder salir adelante, sobre todo cuando aparece el fantasma de la intolerancia y las detenciones, se constituyen en el instrumento para enfrentarlos, lo que necesariamente no lleva a nada bueno.
Las movilizaciones de jóvenes así lo denotan en días como éstos. Los médicos y los ferrocarrileros, primero, y luego el 68, eventos los cuales demostraron al país y al resto del mundo que no es combatiéndolos como se van a ganar las batallas.
Gustavo Díaz Ordaz no lo entendió así y bajo la sentencia de que los comunistas querían apoderarse del país, la emprendió deteniendo, torturando, encarcelando y asesinando a centenares, causando la herida que todavía sigue sin sanar.
Sobre tierras veracruzanas, Fernando López Arias, con trayectoria de duro cuando ostentó el mando de la PGR, como gobernador y de cara al movimiento estudiantil del 68, lo entendió, toleró y habló cuando venía lo irremediable.
Citó el mandatario estatal, en palacio de gobierno, al grupo que integraba el comité de huelga en Veracruz (estudiantes y académicos) y les espetó simplemente que las cosas estaban mal en el país, que él no pretendía atacar y mucho menos asesinar a ninguno de los miembros de la comunidad estudiantil y magisterial, pero que lo ayudaran a contener la movilización, que trascendía semanas más tarde al día de la masacre del dos de octubre.
Y en efecto, la escaramuza sobre tierras veracruzanas, a semejanza de cómo se dio en el DF en vísperas de la matanza de Tlatelolco, aquí no se acompañó con el asesinato de nadie, y las protestas eran estatales y con estudiantes, maestros, obreros y campesinos de todas partes. Los que fueron atrapados por elementos policíacos y militares, fueron llevados a las mazmorras de San José, pero de igual forma salieron libres.
Y a López Arias todo mundo veía feo, pero sin pasar al lado de los extremos, porque el mandatario prefirió la apertura al estallido social, como eso parecía, pero sin afectar la integridad física de ninguno de sus actores principales ni las bases que salieron a las calles para protestar y dictar su condena.

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