El Reporte del Cóndor: Enrique Peña Nieto busca hacer historia sin repercutir aún en los medios + No hay que perder de vista a Noemi Guzmán Lagunes


Por  Rodolfo Calderón Vivar, egresado de la facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Rodolfo Calderón Vivar, egresado de la facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

Dicen que no hay peor ciego que él que no quiere ver. Sin embargo, también, un agregado al dicho: si no hay luz para alumbrar los hechos, ni el más ojón puede ver. Esto parece sucederle a la ciudadanía mexicana ante  Enrique Peña Nieto, cuya última declaración en en vuelo a  Monterrey  dirigida a los medios de comunicación en México, pidiendo que haya un equilibrio informativo por parte de los periodistas en el manejo de noticias buenas y malas, parece ser una tirada que rebota en el equipo del economista David López Gutiérrez, Director de Comunicación Social del Gobierno Federal, ya que es esta dependencia la que debería estar buscando esos equilibrios en estos días que son históricos para el país.

Ya muchos analistas, como Ricardo Rocha, se dieron cuenta de que el primer gran paso dado por Peña Nieto, a través del pacto por México constituye un hito histórico que de concretarse, cambiaría radicalmente la situación política, económica, social y cultural de nuestro paìs si tan solo cumpliera la mitad de lo ahi establecido. Pero reconoce el mismo periodista que Peña Nieto está enfrentándose a fuertes intereses que pudiera detener los buenos deseos del político mexiquense, porque implicará severas confrontaciones con grupos de poder en México.

Pues bien, ese famoso pacto por México, fraguado desde los primeros días posteriores al días de las elecciones, contiene toda una propuesta estructural de cambio para nuestro país, que no ha sido bien distribuida por el equipo de comunicación del presidente. Al menos no en su sustancia principal, los puntos que aluden a la seguridad, a la educación, a la reforma fiscal, a la intervenciòn del estado en los aspectos sociales y las nuevas tareas para redistribuir la riqueza en el país, a la regulación de los poderes fàcticos, a la revisión puntual de como se manejan los presupuestos de gobiernos y alcaldìas del paìs, etc.

Quizás, la falta de difusión del pacto se deba a que   los medios han repercutido más  los acontecimientos del 1 de diciembre, acaecidos de manera aparatosa y desafortunada enmedio de una trifulca donde se pudo claramente observar a dos bandos inmersos (aparte de la policía) en los aciagos acontecimientos, el de los que llevaron la consigna de provocar,al grado máximo, una tragedia para erigir mártires en el movimiento, hasta los que de buena fe, por ideales, acudieron a la protesta, resultando muchos de ellos encarcelados por una tardía intervención policiaca, ejercida después de los desmanes.

En ese sentido la izquierda menguada, porque está dividida a grado máximo, y comandada por Andrés Manuel López Obrador tuvo mejores beneficios a través de los medios de comunicaciòn  con los hechos del primero de diciembre, al rayar el automóvil presidencial al presidente Peña Nieto con la presencia de las hordas que con bombas molotov, piedras, trancas y hasta un camión de volteo arremetieron contra los grupos de granaderos que, extrañamente, en los momentos de mayor flagrancia de los enardecidos encapuchados, no realizaron un operativo para encerrarlos en círculos para detenerlos, como después si hicieron con otros manifestantes, que no participaron, en las calles aledañas.

Afortunadamente, dentro de la gravedad del hecho del joven que perdiò un ojo y otro manifestante que sufrió fractura de cràneo, no hubo una muerte que lamentar como ya pregonaba con exasperación, y no falto de cierto júbilo perverso, Ricardo Monreal en el salón del Congreso, para rayar aún más el acto donde Peña Nieto juraría como presidente de la República.

Es triste corroborar que la izquierda extremista  recurra  las piedras y a la más suicida y deprimente corriente contestaria, el anarquismo, para arrastrar entre el tumulto, a jóvenes y ciudadanos que de buena fe fueron convocados a ir a protestar por lo que ellos consideran la imposición del nuevo presidente de México. En el pecado llevaron la penitencia los extremistas y el propio Andrés Manuel, pues las televisoras oficiales dieron cuenta de las escenas más salvajes de ataque de los que después se dijeron provocados. Por eso, el llamado del excandidato presidencial para que renunciara Miguel Angel Osorio Chong, culpándolo de una  grave represión, no tuvo eco alguno en la opinión pública. Los excesos del bando más agresivo de los protestantes, pasadas una y otra vez a través de los noticieros, echaron a la basura el llamamiento de Andrés Manuel.

Hoy, después de la refriega, quedan remanentes graves, como lo es el hecho de que en su tardía intervención la policía del DF, que está dentro de la línea de mando de un gobierno izquierdista,  detuvo a varios inocentes, entre otros que si eran culpables, en un operativo decididamente bajo la responsabilidad del gobierno de Miguel Angel Mancera.  Manuel  Mondragón, ahora ex encargado de seguridad del DF en el gobierno del DF y ahora  integrado al gobierno federal en el mismo rubro, fue claro al deslindar al gobierno federal de los operativos de acción policiaca en la refriega y en la detención de manifestantes.

Peña Nieto se ha lanzado de lleno a transformar al paìs por medio de un pacto que plantea puntos sustanciales que cambian radicalmente la estructura polìtico-econòmico-social del paìs, pero que requiere del conocimiento de sus puntos principales por parte de la ciudadanía, y esta labor informativa se está quedando corta, de tal manera, que lo apuntado directamente por el nuevo presidente a los reporteros que lo acompañaban en un viaje en avión a Monterrey, parece una desesperada actitud para que los medios tornen la vista a lo que está está haciendo su gobierno en estos primeros siete días de ejercicio. Llegar a ese extremo de solicitud personal, es indicador que los intermediarios para hacer tal tarea, aún no  la desarrollan del todo, o no con la velocidad que requiere el estilo del nuevo gobierno.

Peor aún, las huestes priistas están dormidas. Tal vez porque el cambio de presidencia del partido no se concreta a nivel nacional, pero resulta desalentador que lo propuesto por el nuevo gobierno no sea parafraseado, analizado, comentado, extendido por las organizaciones priistas en todo el país. En parte, quizás, porque uno de los puntos del pacto nacional mencionado, establece el amarre de manos de los gobernadores y presidente municipales en materia de gasto del presupuesto. Están regateando apoyos pues a su propio presidente, en función de llegar  a negociar el punto de la rendición de cuentas que propone Peña Nieto.

Lo que está sucediendo en este momento de la  historia de México es inusitado. Vale la pena estar al pendiente de los sucesos. Hay que leer los periódicos y las revista, hay que reflexionar entre amigos y compañeros lo se está construyendo en estos primeros días del gobierno peñista, quien intenta legitimarse precisamente promoviendo el cambio hacia una política social más   justa y a una economía más dinámica y de crecimiento. Le está arrebatando banderas al propio López Obrador.  El cual por cierto, con los sucesos de este primero de diciembre y por lo que está por venir, está sepultando sus oportunidades reales de ser algún día presidente de México.

Entre los sucesos inusitados están los puntos claves de índole social de las 95 acciones propuestas en el Pacto por México, que ya han merecido que periódicos europeos califiquen al nuevo gobierno de izquierdista moderado, como el de Lula; la toma de tribuna de la Cámara de Senadores por parte de los senadores priistas después del conflicto generado por Cordero, inducido seguramente por Calderón, para frenar las reformas administrativas propuestas por Enrique Peña Nieto; la colocación en el puesto clave de SEDESOL a una política de izquierda como lo es Rosario Robles, que ata aspiraciones de cualquiera que pudiera haber aspirado ser protagonista, a futuro, en la sucesión presidencial; la reutilización de Jose  Antonio Meade como Secretario de Relaciones Exteriores, más para hacer con él un corte de caja de Hacienda, que para proyectarlo internacionalmente; la entronización de un gabinete formado por políticos relativamente viejos, lo cual desentona con el estilo neoliberal yuppie de los últimos veinte años en los gobiernos de México; la propuesta de revisión de las deudas estatales como una posible arma de permanencia o cambio de gobernadores estatales; la ampliación de la base de contribuyentes para generar nuevos recursos sin crear impuestos;  la desestimación de la guerra contra el narcotráfico como una prioridad del gobierno; la apertura de competencia en la televisión para evitar duopolios,  y otras más que , releyendo el  pacto por México, y lo que pase en los últimos días, iremos analizando juntos.

No hay que perder de vista a Noemí Guzmán Lagunes

Un reconocido observador de la política nacional  me comentó: «En estos inicios del nuevo gobierno federal, no hay que perder de vista a Noemí Guzmán Lagunes, formada en el equipo político de Fernando Gutiérrez Barrios»

¿Por que me lo diría? Por algo será…

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