* TAMBORES DE
GUERRA EN CHIAPAS
La tregua es del conocimiento de todos aquellos que han seguido el curso del movimiento guerrillero que el EZLN encabeza en el sureste del país.
Conforme a los ordenamientos y reglas que imponen el estado de guerra o conflicto bélico, normas de derecho internacional y que rigen en el firmamento mundial y Chiapas pasó a engrosar sus filas tras el estallido de los combates de 1994, después de once días de cruce de balazos entre las fuerzas armadas de México y los zapatistas, sobrevino el emplazamiento a una tregua que dura hasta nuestros días.
Fueron once días terribles para el grueso de compatriotas que supieron de la escaramuza que desde 1910 no se daba sobre territorio azteca. La última batalla la habrían dado precisamente a balazos y por la conquista de la tierra los líderes Emiliano Zapata y Francisco Villa.
A Ernesto Zedillo, el conflicto le duró los seis años de su gestión, ya que antes tenía que destrabar la otra trampa que le heredó su antecesor, como fue el «error de diciembre». Y en los doce años de gobiernos panistas, el conflicto armado del EZLN les importó un bledo, por filiación y la ideología – si la tuvieran los panistas cuando gobiernan- no les permitía ver por los pobres, menos entablar algún diálogo, establecer un puente de comunicación o vaya usted a saber, los «ricardos» jamás hablarán y menos chocarán la diestra de los luchadores sociales.
Empero, ya son largos años en los que el EZLN ha fortalecido sus filas y el asiento de su ejercicio de poder y fuerza, igual, ha tenido un crecimiento demográfico y ha mejorado sus filas. Esto lo advierten lugareños en San Andrés Larráinzar y el estado todo de Chiapas.
Sin embargo, el resurgimiento de la presencia guerrillera acaba de darse. Los priistas dijeron al ingresar el sexenio, que no los conoce el EZLN, y la respuesta no se dejó esperar. Los identifica junto con un rosario de anécdotas, cuitas y las trayectorias de los hombres públicos bajo cuestionamiento.
Después, el silencio. Pero los tambores de guerra tocan de nueva cuenta en el sureste de México, aunque se diga que son otros días, otro PRI y las condiciones sean diferentes, porque evidentemente nadie quiere la guerra. Por favor.
* CABALLO BLANCO,
CONTRA TODOS
Podría asegurarse que la batalla que libran los ambientalistas y particularmente la sigla Lavida a contrario sensu, como dicen los abogados, no concluye y que el proyecto minero de Caballo Blanco va a seguir, por tiempo indefinido.
Todo comenzó cuando la empresa integrada por canadienses y otros extranjeros sobre todo, que conocen la veta de oro, plata y cobre que se localiza sobre tierras veracruzanas.
Sin embargo, como suele ocurrir, los burócratas de la Sedema se percataron del fenómeno, porque los particulares dieron a conocer la exploración o explotación ante los medios, que brindaron sus espacios, para el objetivo de aquellos, consistente en rendir de manera amplia algo que estaba sucediendo en las entrañas de la tierra, sobre la zona costera del norte de la entidad.
Los empresarios en franco reto a las autoridades federales y estatales, abrieron la mina, arrancaron con su explotación, adquirieron suficientes hectáreas de terrenos aledaños al poblado de El Viejón, donde edificaron las casuchas que servirían para los trabajadores alquilados por los canadienses, para arrancar de las entrañas de la tierra los filones de oro, plata y bronce, se cuenta.
Los canadienses dijeron contar con el visto bueno de las autoridades federales, como la Semarnat y hasta la Profepa en aras de que no afectarían el medio ambiente, ni la fauna, ni la flora. Empero, la Sedema fue alertada del atentado cometido en contra del entorno en mención y tras de celebrarse protestas, manifestaciones y plantones don Víctor Alvarado, quien solo es reconocido por los boletines de prensa, que libra su oficina de rigor, procedió a clausurar la empresa.
Empero, los extranjeros de siempre se han preciado de tener los contactos e influencias en oficinas federales de la ciudad de México y hasta anuncian que pronto reiniciarán un proyecto que les cuesta una carretada de millones de pesos, que tienen que pagar a autoridades, amén de las comisiones que se estilan en estos casos, a favor de los bolsillos de los funcionarios públicos, que como gratificaciones se estilan, con el propósito de abrir los grandes negocios, como es el caso aludido
Así que el tema del proyecto de Caballo Blanco, vuelve a colocarse en el plano de los debates públicos inclusive.
Víctor Alvarado, asegura que no hay ninguna razón legal, para reabrirse la exploración en cuestión y por otro lado, Lavida, la firma que se ha echado a cuestas la singular defensa de la fauna y flora bajo el amago de la contaminación- Y por su lado, los canadienses –según ha sido colado o filtrado a la opinión pública-están más cerca de su propósito de reabrir la cueva y volver a su explotación. Esperemos.
* IZQUIERDA A LA ALTA,
LA ULTRADERECHA A LA BAJA
Con todo y el enojo que les produjo a no pocos de los seguidores de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, el registro del Movimiento que funda en el país Andrés Manuel López Obrador, cuando hacen mención de que el ex candidato presidencial, antes mandó al diablo Las instituciones y ahora busca su registro como partido político en el IFE, siendo que el árbitro electoral, colocó precisamente las supuestas trampas que le llevaron a perder electoralmente por dos veces la contienda presidencial.
En realidad, de fondo la incertidumbre de socios perredistas encabezados por los dos dirigentes antes mencionados, radica sobre todo en que Morena con su registro como partido político, gozará sin dejar lugar a dudas, del mayor número de militantes que cualquiera de los demás membretes de la izquierda pueda contabilizar, amén de que con Martín Batres, dirigente nacional de estreno, se enlistarán varios cientos de miles de socios ex panistas.
En trincheras de la ultraderecha, se cuenta que el enojo de sus filas es radical, tras de sufrir escandalosamente la última contienda presidencial, al grado de que Josefina Vázquez Mota ha desaparecido prácticamente de las trincheras albiazules.
La desesperanza y por supuesto, el rechazo a cabecillas que tratan de apoderarse de la sigla panista, que predomina entre socios albiazules, alcanza niveles insospechados, a grado tal, que el éxodo en sus trincheras resulta de cientos de miles de socios, los que o muchos de ellos, están buscando su reacomodo en la nueva sigla partidaria, que ya presentó su solicitud al IFE y que con toda certidumbre, dicho instituto se verá obligado a otorgar el reconocimiento de rigor al membrete en cuestión.
En tanto, los pleitos domésticos y otros en las filas del PAN, el PT y las diversas agrupaciones que siguen creyendo en el perredismo, cerrándose a la práctica democrática, igual, están por perder a militantes que por espacio de 20 años han confiado en las directrices que les marca el partido del sol amarillo.
Lo que daría lugar a la presencia de tres siglas partidarias consistentes y que se identificarán con las tres corrientes ideológicas de igual forma más fuertes que existen en cualquier parte del mundo.
EfACICO 