60 Segundos: * EX PRESIDENTES INDESEADOS


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* EX PRESIDENTES
INDESEADOS

Qué hacía el automóvil blanco, conducido por un funcionario –ojalá sea menor– y su familia, número económico 407 y
logotipo de la PGJ, ayer (día hábil), al filo de las 18:10 horas, dentro de las instalaciones de Plaza Américas.

Desgraciadamente para los ex presidentes mexicanos, su futuro, una vez que lo son, es poco menos que claro y la repulsa, rechazo o condena es la consecuente de una serie de cuestionamientos y advertencias que entrañan una presumible venganza social o popular.
Cuando se alude a su futuro, tiene que ver con su desarrollo como profesionales o simples enviados de quién sabe dónde.
Hay que puntualizar tres o cuatro etapas en que los ex de México, mientras viven juegan papeles protagónicos de una y otra forma. Podría afirmarse que la buena fama tocó cobrarla únicamente al general Lázaro Cárdenas –El Tata, como cariñosamente le llamaba el grueso de compatriotas–, fue un mexicano de excepción como presidente de este país.
Hasta allí, el primer ex mandatario querido y respetado, fue precisamente el milite michoacano de origen.
Le sucedería Miguel Alemán Valdés, quien para escapar al maleficio con que cargaban los ex presidentes, se creó el Consejo Nacional de Turismo, en el que permanecería como su titular hasta su muerte.
El presidente austero, como se conoció a don Adolfo Ruiz Cortines, quien devolvió al régimen mexicano la sobriedad con que se rigieron los destinos públicos de los nacionales de este país.
Le seguiría don Adolfo López Mateos, reconocido como el viajero permanente, fue condenado al ostracismo, pese a que dicho mandatario fue reconocido por caballeroso, deportista y turista permanente por el extranjero.
Empero, a partir de la administración criminal de Gustavo Díaz Ordaz, la imagen de los ex presidentes se fue a pique. Este personaje poblano-oaxaqueño jamás encontró la paz al terminar su gestión, quiso ser embajador en España y lo echaron de aquellas tierras, volvió a México para esperar lo irremediable, como fue su partida definitiva del mundo de los vivos.
La debacle para estos políticos sobrevino con el resto de ex presidentes.
Luis Echeverría quiso impartir la cátedra en la escuela de leyes de la UNAM y lo apedrearon. El veracruzano Gustavo Carvajal lo salvó de sufrir una agresión mayor, al tener que salir huyendo de instalaciones de CU.
José López Portillo, quien ya antes había impartido la cátedra de teoría del estado, en la UNAM, pero igual recibió como respuesta estudiantil su rechazo y condena. Su administración bajo el signo del populismo lo sepultaría en vida hasta sus últimos días.
Carlos Salinas siempre ha sido rechazado; Ernesto Zedillo encuentra en el genocidio cometido en Acteal, la piedra en el zapato, pese a ser el único ex presidente aceptado como académico en el extranjero. A Vicente Fox jamás nadie le ha reconocido talento ni vocación intelectual ni mucho menos académica. Hoy Felipe Calderón, como todos los ex mandatarios aztecas, enfrenta el sinsabor del rechazo en aulas de Harvard, ni más ni menos.

* ¿DE QUÉ TAMAÑO
ES LA HAMBRUNA?

Cuál es el tamaño de la hambruna, que por caso en nuestras comunidades veracruzanas resienten los cientos de miles de avecindados que no encuentran empleo, que carecen de la elemental escolaridad y que, por otro lado, les dicen que hay los membretes para reencontrarse con el rescate de sus miserables existencias.
Hasta antes de la elección presidencial en turno, sobre tierras veracruzanas se decía que habitaban siete millones de compatriotas en esta patria chica, porque poco más de un millón más de consanguíneos de aquéllos, madres, padres, hijos, hermanos, huyeron de estas tierras para buscar la forma de ganarse la vida en los Estados Unidos de Norteamérica.
El campo ha sido cancelado como generador de la riqueza en víveres que más tarde van a repletar las alacenas de los hogares de veracruzanos con mayores exigencias y necesidades materiales.
La hambruna ensombrece el suelo de cualquier parte de la república, donde las mayorías eran campesinas y ahora sólo quedan como mudos testigos sus rústicas viviendas abandonadas, los candados clausurando ranchos, parcelas y mercados sobre ruedas y otros.
Basta hacer un rápido recorrido en la ruta que conecta a Xalapa con Actopan y podrán apreciarse grandes extensiones dejadas al «ahi se va» o que nadie las siembra ni cosecha. Las áreas de frutales se extinguen paulatinamente y los productos herbarios se ven fulminados por el abandono de la tierra.
Las promesas y programas light que encabezan líderes charros y mentirosos, han sepultado igualmente las ansias de sobrevivir con decoro de cientos de miles, que a la hora de festejar a los héroes y las fechas claves de los eventos agrarios, allí están, son acarreados. ¿Alguien se ha preguntado para qué sirve la liga cenecista?
Dirigentes de banqueta y banquete, que nunca se ensucian los zapatos ni los meten al lodo, persisten en seguir amamantando un membrete estrictamente burocrático. Qué hicieron realmente por un estado rico en productos naturales, pobre en su atención a cuatro millones de hombres que habitan en el agro, Úrsulo Galván, Isauro Acosta, Lorenzo y Leocadio Azúa, Agustín G. Alvarado, para sólo citar a los que el Veracruz contemporáneo conoce.
El cómo reencontrarse los campesinos con su devenir histórico, es el reto que deberán cubrir instancias del poder público y los tantos membretes burocráticos, como han sido Sedesol y varios más, cuya cosecha mayor la buscan en fecha de elecciones, no más.

* AL CÉSAR LO QUE
ES DEL CÉSAR

Sin duda, parafrasear lo conducente está a la vista o en la mesa de los debates, sobre todo cuando la ciudad o particularmente el centro histórico se repletan otra vez de vendedores ambulantes.
El fenómeno que es de imagen, de sanidad y de todo cuanto entraña el peor golpe a la Atenas de la cultura veracruzana –rezan el discurso de los sofisticados y que cobran de difundir algunas áreas de ese quehacer–, no es de todas las ciudades, sino en casos concretos, como es el estrictamente local.
Durante las tres administraciones municipales últimas, sobre todo, el problema que representa el comercio informal ha recibido el rechazo y repulsa de los comerciantes establecidos y el resto de la población.
Afean la imagen citadina, entorpecen la circulación vehicular, afectan el tránsito peatonal y convierten en cochineros al aire, las filas de puestos y otros changarros –ponderaba así el ex presidente Vicente Fox–, pero nadie se hace responsable y sí, en cambio, la autoridad del momento, que encabeza Elizabeth Morales, y tiene como su responsable director al abogado Edgar Portilla Salazar, coinciden en que fue el empresario David Chedraui quien solapó la proliferación de ambulantes en nuestras principales arterias públicas.
Cuando anuncia el ayuntamiento que erradicará a los vendedores informales del corazón de Xalapa, enfrenta igualmente el problema en el sentido de que aquellos presentan o lucen viejos permisos autorizados por anteriores administraciones, lo que impide al cuerpo edilicio del momento, la oportunidad de hacer la limpia y reordenar lo que opera bajo un absoluto desorden y anarquía.
Se cuestiona el por qué la venta de favores y complicidades y la respuesta es la misma. Líderes charros y autoridades corruptas propalan un fenómeno que otras capitales de estados del interior del país han podido abatir de manera radical.
¿Alguien ha viajado a Puebla o Morelia, para sólo citar dos ejemplos? En ambas localidades, igual, el éxodo de ambulantes se dio cuando la autoridad municipal, en uno y otro caso, así lo decidieron. Hicieron la limpia y ahora sus parques principales, por caso, lucen espléndidos, sin comerciantes informales, su belleza natural exuberante, sus jardines, alumbrado público y plantas en sus macetones constituyen un atractivo que propios y ajenos reconocen y saludan.
La afluencia de turistas llegados de otras latitudes del país y el resto del mundo, se aprecian como una constante, como lo hacen ver las largas filas de autobuses dedicados al transporte turístico en las dos entidades antes señaladas, a manera de ejemplo.
Dice el ayuntamiento xalapeño que retirará a los ambulantes sin permiso, pero por otro lado se asegura que entonces a ninguno echarán del centro histórico, porque todos sacan a colación su plaquita de la impunidad.

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