La frialdad de Peña Nieto en su visita a Veracruz
Pues para que más que la pura verdad, como decía el grillito cantor Cri Crí en una de sus afamadas canciones, la visita de Enrique Peña Nieto tuvo una frialdad notable en su rápido paso por Veracruz el 6 de enero, a juicio de un notable analista muy agudo y cercano a mí. Basta ver como de los tres grandes actos programados, solo uno se llevó a cabo, despojando a los realizados al descubierto del simbolismo que precisamente los caracterizaba, para recordar el paso trascedental dado por Cándido Aguilar, en 1915, con apoyo de Venustiano Carranza, , en apoyo de los campesinos mexicanos.
Si bien se trató de acomodar la situación en algunos medios para interpretar que por razones de seguridad no se expuso al presidente al riesgo de la intemperie proclive a un atentado, situación que pudiera ser entendible en el caso de El Salmoral, tierra de mi malogrado amigo, José Luis Blanco, lo de la ausencia de nuestro presidente no se explica así tan simplemente en el caso del acto en la explanada frente a la estatua de Venustiano Carranza, en el malecón porteño.
Precisamente porque un acto a celebrar en un sitio urbano, tiene muchas más posibilidades de establecer círculos concéntricos de seguridad para saber quien entra y quien sale, deteniendo cualquier sospechoso con mucha anticipación, hasta llegar al punto central de presencia del presidente. Aunque cabe señalar un dato notable: ¿como es posible que se cuelen 500 campesinos enardecidos para protestar en una entidad famosa porque, por lo general, siempre se ha detectado e interceptado en carretera a camiones que transporten a manifestantes a la capital del estado? ¿Porque ahora pasaron tan fácilmente los filtros para plantarse con pancartitas de protesta en contra de todo, hasta por el clima, esperando al presidente?
El «Ahi te ves» de Enrique Peña Nieto a Carolina Gudiño, dejándola como muñequita de cera con la mano extendida en el presidium del acto donde asistió el señor presidente, Enrique Peña Nieto, podría tener una explicación fundamental: la encargada de la plaza de la recepción era ella y por tal razón debía coordinar todos los controles para asegurarse que los círculos de seguridad no permitieran el paso de grupos de manifestantes, como finalmente sucedió. Al no darle la mano se le envió el mensaje directo de que no cumplió su responsabilidad.
Otro detalle que desploma la idea del esplendor del acto, fue el discurso de Peña Nieto donde aludió más temas del agrarismo nacional que veracruzano y en donde no hizo ninguna mención especial del gobernador Javier Duarte de Ochoa, cita obligada en el estilo priista de destacar a los anfitriones del evento.
El simbolismo del acto, del que se resaltaba su importancia política en otros años porque congregaba a la crema y nata de las grandes figuras nacionales del PRI en el poder, también se opacó por dos notables ausencias de dos prominentes priistas: la de Manlio Fabio Beltrones y Gamboa Patrón. Su presencia era obligada porque se destacó la presencia del presidente en un acto eminentemente político, el del World Trade Center.
A todo ello se podría agregar un detalle más: la famosa reunión privadamente exclusiva entre el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Javier Duarte de Ochoa realmente no se dió si se miden los tiempos de la estancia del mandatario en el puerto de Veracruz. Pues si, fue frío el mandatario en su paso por Veracruz pero no por razones de personalidad ni por el clima. Las lecturas deben otras. Ora si que, al buen entendedor, pocas palabras. Y los perceptores deben considerar que este presidente no se apellida Fox ni Calderón, como para aplicarle la misma receta.
+ Obligada respiración artificial al PAN
Lejos de estar cerca el derrumbe del PAN, lo que se avizora es un repunte para fortalecerlo ante las preocupantes cifras de la pérdida de militantes que casi llega al 80 por ciento, en los últimos meses. Precisamente para equilibrar las preferencias de corte derechista, se hace necesario una obligada respiración artificial al PAN para que no hunda, como es el deseo de algunos acelerados que desde otras trincheras piensan que ya se quitaron a un contendiente electoral a futuro.
Por razones de esos equilibros de poder nacionales, se puede preveer que habrá que darle respiración artificial a fin de que vuelva a reorganizarse y fortalecer con tal de que no caiga en el caos hacia donde apunta, si no se le echa la mano.
Lo interesante será ver donde y como se fortalecerá, sobretodo electoralmente, ya que hasta el momento existen cuatro grupos en pugna por los frentes derechistas: el de los maderistas, el de los calderonistas, el de Josefina Vázquez Mota que está por regresar a la actividad política y el de Espino, que ahora se apunta para crear otro partido, cosa que pudiera suceder con las otras corrientes, si no hay respiración artificial de por medio, ya que su papel ha sido fundamental en las reformas más recientes que emprende el gobierno federal, y su actitud más conciliadora en acuerdos nacionales de los últimos 12 años.
Asi que hay que prepararse para un resurgimiento del PAN en territorios donde, por cierto, ya lo dan por muerto y dividido de antemano, con óptica muy propia del sentir provinciano, donde se hace política viendo el árbol sin divisar el bosque completo. Al paso del tiempo habrán de darse los indicadores de ese fortalecimiento obligado del partido blanquiazul.
Caso contrario sucede con las huestes izquierdistas, donde de antemano siempre se mostrado que la lucha interna entre tribus son el sino de la casa. Gracias a esas divisiones internas, al contrario del PAN, se han hecho grandes acuerdos nacionales, lo cual es paradójico. Pero también por causa de ese espíritu contradictorio y contrario entre sus propias huestes no han podido consolidar un gran partido de izquierda nacional.
Por esa razón, hasta Emilio Gamboa Patrón recibió con ternura la aparición del nuevo partido que está fundando Andrés Manuel López Obrador, manifestando su respeto al partido que incluye a personajes como Andrés Manuel López Obrador, Martí Batres y Elena Poniatowska, entre otros. Se trata de una división más en la izquierda nacional que, se calcula, se llevará a la nueva organización a un poco más del 40 por ciento de la militancia perredista.
¿Dante Delgado debe apuntarse en la contienda electoral por Xalapa?
Allegados al político alvaradeño-cordobés, o al revés, Dante Alfonso Delgado Rannauro comentan la posibilidad de que el reconocido político de la izquierda mexicana, otrora lider estudiantil del 68 y gobernador del estado, contienda para la alcaldía por Xalapa.
Razones sobran para que esa posibilidad se consolide, sobretodo porque no tendría rival ni aun reuniendo uno sobre otro a todos los aspirantes por ese puesto de los otros partidos. Les ganaría de calle. Y una vez como alcalde tendría la oportunidad de realizar una labor ejemplar en Xalapa que lo enfilaría, con mayor proyección por las obras ejecutadas, a ser un fuerte aspirante, otra vez, por la gubernatura veracruzana.
Tiene todas las condiciones, tiene todos los atributos y hasta la vecindad, ubicada por allá por el rumbo del lago de las Ánimas, en la capital del estado.
Algo pasa en el ejército
Preocupante que, en menos de un mes, se filtren informaciones desde allende el Río Bravo acerca de que hay problemas de diversión interna en el Ejército Nacional. Eso es más preocupante que Elba Esther, Andrés Manuel, el movimiento 132 y de que Felipe Calderón Hinojosa, insista en pasearse todavía en México con el riesgo de convertirse en héroe nacional, por su valentía.
EfACICO 