Ni la friega iglesia…

Mientras de norte a sur del país el fuego cruzado, los muertos, los crímenes, las desapariciones, los secuestros, los secuestros exprés y las extorsiones siguen, la cúpula eclesiástica ha lanzado un video, “Hermano narco”, para que los feligreses perdonen a los señores de la droga.

Se ignora el trance espiritual del cardenal Norberto Carrera para aprobar tal decisión, pero resulta inverosímil que hayamos llegado a tantos niveles en la interpretación de la doctrina de Jesús de perdonar a tirios y troyanos, incluso, a quienes en la nación han sembrado la violencia.

En el año anterior, cuando el sacerdote José Alejandro Solalinde, director del albergue “Hermanos en el camino”, en una misa oficiada en el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz, pidió “perdón a Los Zetas, a todos los delincuentes y a todos los hermanos que les hemos fallado, que son víctimas de una sociedad enferma que no supo darles apoyo, que no supo darles valores”, siempre se consideró un exceso, una ocurrencia, de Solalinde.

Ahora, el cardenal reproduce el mismo modelo, mientras sólo en Chihuahua existen más de 20 mil niños huérfanos y unas 10 mil viudas, pero además miles de desaparecidos, mujeres y hombres, de norte a sur del país.

Y como en el caso de Veracruz, hasta niños ejecutados por los pistoleros de los carteles, como sucediera con un bebé en Paso de Ovejas, tres niños en Manlio Fabio Altamirano y otro bebé que viajaba con sus padres en un autobús de pasajeros en la carretera Tempoal-Pánuco.

Y no obstante, la cúpula eclesiástica ha pedido el perdón a los »hermanos narcos».

¡Ay, Dios mío, perdona a tus ministros!…

Publicado originalmente en:  http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=2901#.UQbcCx38LTo