
La inestabilidad de la economía mundial, la fragilidad de la eurozona y el sistema financiero son los tres problemas más urgentes del Foro Económico Mundial, en Davos. En 2009, en este mismo escaparate internacional participaron en un panel Al Gore, Premio Nobel y ex vicepresidente de Estados Unidos de Norteamérica y el primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen, para discutir acerca del calentamiento global. Entonces era el tema que acaparaba la atención.
Gore, en 96 minutos por medio del documental “La verdad incómoda” (2006) difundió entre una serie de hechos, el retroceso de numerosos glaciares a través de fotografías tomadas a lo largo de los últimos años y aportó datos del núcleo del hielo de la Antártida con concentraciones de dióxido de carbono más prominentes en la actualidad que durante los pasados 650.000 años.
Las regiones paupérrimas, con altos niveles de hambre crónica estarán entre las afectadas por el cambio climático. Países en desarrollo, en particular de África, se harán dependientes de las importaciones alimentarias. La significativa evolución de la temperatura media del planeta provocará inevitables inundaciones y hambrunas catastróficas que lastimarán a millones de personas, de acuerdo a informes del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC).
Los modelos económicos imperantes en la actualidad están en duda pues la precariedad social es excesiva o ¿acaso eso buscan? El calentamiento global, causado por las actividades antropogénicas es una lección que mueve a replantear el valor dado al consumismo por encima de la reducción de los recursos que nos ofrece la tierra.
Periodista y Docente de Desarrollo Sustentable
