En la cena de Gala de la Serie Latinoamericana de Beisbol compartimos mesa con varios colegas y amigos, entre ellos Alberto Pérez de León, columnista del espacio “Comentarios Deportivos” que se publica aquí en El Dictamen, cuando de repente dejó el lugar, lo primero que se me vino a la mente fue Don Pepe, su padre, es decir, Don José Pérez de León, alguien a quien conocí ingresando a trabajar al Decano de la Prensa Nacional, y con quien platicar siempre fue grato y mínimo una sonrisa.
¿Quién fue el árbitro?, es la pregunta recurrente y es lo primero que me viene a la mente cuando recuerdo a Don Pepe, y es inevitable reírme, pues odiaba, así es, odiaba a los jueces centrales en los partidos de futbol.
“Imprímeme la jornada”, pedía Pérez de León cada fin e inicio de semana, pues quería saber a quién enfrentarían sus Tiburones Rojos y cómo iban en la tabla.Al momento de escribir esto que lee, volteo y me topo junto a mí, el lugar en el que se sentaba a redactar día a día, en el que hasta se quedaba dormido y se levantaba a las carcajadas porque reaccionaba espantado como que se iba a caer.
Cómo olvidar aquella ocasión que me dijo riendo, “acaba de morir un amigo”, y sorprendido éste que escribe, le preguntaba, pero por qué se ríe Don Pepe, “es que tomamos café juntos hace rato y ya se fue”, bajando la risa poco a poco, me decía, “pues allá vamos todos”. La lectura que siempre le di a eso, es que Don Pepe disfrutaba cada momento de su vida. Se enojaba, lloraba, pataleaba, reía y todo seguía igual para él.
¿Cómo viste a los Tiburones?, su pregunta era de ley, y cuando perdían, aguas, porque se molestaba mucho.
Esas historias de su AMIGO, SI, SU AMIGO Luis de la Fuente “El Pirata”, con quien compartió charlas, mesas de café y claro que también alguno que otro tequila o cerveza, al igual que con el Champion Bat, Don Beto Avila, y por su fuera poco también fue amigo de Don Agustín Lara.
Se dice fácil, pero así era Don Pepe, un tipo veracruzano, orgulloso de sus raíces que también fue cronista de la ciudad, que fue reportero de nota roja, incluso, léase bien, dirigió, si, fue DT por un partido de los Tiburones Rojos de Veracruz, empatando con los Freseros de Irapuato, algo que pocas personas pueden presumir.
Don Pepe fue Rey del Carnaval, sí, fue el Rey Momo, el Rey Feo o Rey de la Alegría, como usted quiera llamarle, es decir, una persona admirable, que siempre se le podría encontrar en el Café La Parroquia, charlando y riendo con sus amigos, a carcajadas como un Jarocho nato.
José Pérez de León y Cruces se nos fue a los 87 años, una persona que disfrutó y vivió al 100 por ciento, y su familia claro debe estar triste por su partida, pero satisfechos por lo que fue “Popocha”, como le apodaban, y que a decir verdad, no me gustaba mucho el apodo, por eso siempre respetuosamente me despidía de él como Don Pepe.
Hoy ya está echándose un café de la Parroquia con “El Pirata” Fuente, Don Beto Avila y Agustín Lara, hablando de futbol, beisbol y de música, como solo un Jarocho lo hace. Descanse en paz Don Pepe, y ría como siempre. Adiós.
Con este me despido: Esta columna la publiqué en el Diario El Dictamen, misma que lleva el nombre de “Lo Pienso, Lo Digo y Lo Escribo.
“Un aplauso para todas esas personas que nos cuidan desde el cielo”.
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Nota de Editor: Para más datos sobre quien fue don José Pérez de Léon, el conocido Popochas, agregamos esta entrevista tomada del Dictamen on Line, producida por Gabriela Cortés:
EfACICO 