
Los últimos acontecimientos en Veracruz parecen apuntar a un nuevo juego de ajedrez, en el que la figura central, sin duda, es Fidel Herrera Beltrán. Su reaparición apunta, en principio, a la imagen de que su figura cobrará relevancia en la próxima contienda electoral debido a su vasta experiencia, astucia política, capacidad para construir alianzas, actitud estratégica y conocimiento de todos los vericuetos y grupos de poder en el estado de Veracruz.
El suceso no dejó de ser sorprendente. Hace unos meses nadie hubiera apostado porque el ex gobernador reapareciera. Por dos razones fundamentales:uno, el distanciamiento con el equipo peñista que lo hizo perder su posición de delegado regional priista en Tamaulipas, hace ya varios meses, y dos, porque políticamente en este país se ha hecho costumbre que el antecesor en un cargo de alto nivel, como lo son las gubernaturas o las presidencias de las repúblicas, no debe reaparecer en ninguna posición de poder en el territorio del nuevo titular del ejecutivo, para no dividir mandos y, sobretodo, para no hacerle sombra en el poder al nuevo gobernante.
Las dos razones parecían de peso suficiente para que Fidel no reapareciera. Sobretodo la segunda. Sin embargo, aunque usted no lo crea, reapareció, con la venia del altiplano y haciendo toda la sombra que sea necesaria para cubrir todo el estado de Veracruz. Quedan preguntas en el aire: ¿a que objetivo político de corto, mediano y largo alcance obedece esta reaparición del político de Nopaltepec? ¿Realmente era necesario un político de peso completo, como por ahí algunos analistas lo presumen, para enderezar el negro futuro del PRI estatal en las elecciones? ¿Su presencia es para servir de contrapeso a la presencia de Miguel Angel Yunes Linares en la próxima legislatura local, como algunos pregonan en algunos medios, en serio o con sorna?
Dejemos por ahora las preguntas y pendientes las respuestas. Un hecho es claro, Fidel regresa y nuevamente con todo el poder de su lado. Quien no lo entienda así, es que de la política poco conoce o no aspira a ningún puesto de peso, de esos lo que estarán en juego en las próximas elecciones locales. ÉL, como general estratega, sabrá decidir quien conviene y quien no y que estrategia seguir para dar alternativas a todos satisfechos. Para eso se le dió la anuencia en el centro de la república. Por que de allá viene la orden. En la cuestión electoral, él será el que mande.
Sin embargo, ahora que ya hay un estratega y una tabla de ajedrez a disposición de él, uno se pregunta: ¿Fue de él la mala jugada de generar la intervención del Tribunal Electoral Veracruzano para nulificar la alianza PRD y PAN que se estaba conformando en Veracruz? ¿O de quién fue? Ya el gobernador Javier Duarte salió al paso para decir que de él no salió ese golpe político, reconociendo de antemano que es de corto efecto favorable al PRI, pues el Tribunal Federal puede resarcir la decisión localista de los magistrados veracruzanos, y por el contrario, aunque no lo dijo, puede ocasionar daños a su imagen de mandatario democrático, precisamente al entrar en confrontación con dos partidos que precisamente son pieza fundamental en el pacto que Enrique Peña Nieto tiene establecido con el PAN y el PRD, a nivel nacional, para llevar a cabo sus reformas de gran peso que está a la vuelta de la esquina.
¿A quién se le ocurrió esa jugada chicharronera, propio de líderes estudiantiles de la facultad de derecho, sin medir las consecuencias de lo que viene después? ¿Deveras creen que fue una jugada magistral que elimina la posibilidad de que el PAN y el PRD se alíen en contra de los candidatos priistas? ¿Es posible que con solo echar el aparato contratado de medios calmen a la opinión pública y den legitimidad a una medida que, con respeto a los magistrados del TEV, cualquier bisoño entiende que fue una jugada a la malagueña? ¿No perciben que, de entrada, están creando un martirologio de la causa panista y perredista juntas que se va a cobrar en la próxima contienda electoral? ¿No prevén el escenario de desestabilización que se avizora si, incluso, es motivo de deslegitimación de la próximas elecciones al protestar y no participar los partidos afectados? ¿Deveras creen que Peña Nieto, una vez que esta causa ya fue atraida por las cúpulas panistas y priistas, va a defender a capa y espada la decisión localista de frenar la alianza, por encima de los intereses que tiene con el pacto para que lo apoyen en su reforma?
El terror que causa en el búnker priista veracruzano la alianza de esos dos partidos, es un mal síntoma que se evidencia al aplicar estrategias políticas como esa decisión del Tribunal Estatal Electoral que se construyó para evitar que esa alianza se diera en lo legal, con el riesgo de atraer la atención no solo nacional sobre el enjuague tortuoso de aplicación de la ley electoral en Veracruz, sino también para el electorado veracruzano que, si pregunta usted a miembros de la ciudadanía atentos a lo sucedido, no tienen más que una explicación: les tienen miedo, por eso están tratando de impedir que se unan.
La duda es: ¿quien decidió tan mala estrategia? ¿Fue el sabio Fidel o algún general de las huestes duartistas, que actuó casi por cuenta propia, porque el mandatario estatal sanamente ya reconoce que la decisión del Tribunal Electoral Veracruzano puede ser echada abajo, tarde o temprano? Quien haya sido, lo que creó ya es un panorama de confrontación, con actores externos de mucho peso y la posibilidad de que las próximas elecciones veracruzano atraigan la opinión pública nacional por el manejo desaseado de la democracia. ¿Se calcularon las consecuencias? ¿O es que se piensa que no es para tanto lo que puede venir?
Allá arriba, de donde se dió la anuencia para la llegada de Fidel, seguramente, observan con diversión los sucesos veracruzanos. Así lo han colado en filtraciones periodisticas nacionales, donde habla de que la confrontación entre Fidel y Miguel Angel Yunes en la próxima legislatura dará mucho para que se diviertan los veracruzanos, como lo afirmó el columnista de Templo Mayor en pasados días.
¿Se trata pues de una diversión perversa para los políticos del altiplano lo que está pasando en Veracruz? ¿O deveras es normal que un exgobernante, con ascendencia tan fuerte con su sucesor (él lo designó candidato a gobernador), sea colocado con todo el poder de decisión en una contienda electoral que se avecina, para hacerle una sombra del tamaño de todo el estado de Veracruz al gobernador actual? ¿Con quien creen ustedes se tiene que hacer audiencia para ser nominado candidato del PRI en Veracruz? De tal tamaño es el regreso de Fidel que basta ver los diarios para entender que muchos que se creían seguros en su candidatura ya se cayeron, y otros que supuestamente ya les dijeron que iban a ser candidatos, pues nomás dicen que no, dado el panorama que se avecina en las elecciones.
Ahora bien, ¿a que estrategia política desde el equipo peñista obedece lo que está pasando en Veracruz? ¿Quién está al tanto y está calculando escenarios de lo que viene en los próximos meses? ¿A quien se le puede atribuir la autoría de los sucesos políticos de Veracruz que caminan por senderos perversos y con que finalidades reales de aplicación, no esa de que al PRI nacional le interese que en Veracruz se ganen de todas, todas?
¿A poco deveras lo que necesitaba Veracruz para cambiar el sombrío panorama electoral era resucitar a Fidel Herrera Beltrán? ¿A poco no se percataron que su presencia ya puso en segundo plano a Javier Duarte? ¿Cuál es el mensaje político real de esta situación?
Siendo metafóricos, efectivamente, se habilitó un gran tablero de ajedrez en el escenario político electoral veracruzano, en el cual Fidel Herrera está sentado jugando con las negras, o mejor dicho con las rojas, con el derecho a ser mano en la tirada de cada jugada, y al ladito, está el otro mandatario estatal -Duarte-, con la posibilidad de intentar tirar, so riesgo de un manazo por tentón. Pero existe otro riesgo, y eso está previsto desde el altiplano y por quien decidió que así se hicieran las cosas en Veracruz, el riesgo de que el jugador adversario, el que mueve las piezas contrarias, las blancas, en cualquier momento, con un golpe debajo del tablero, tire todas las piezas y se vayan al suelo todas las estrategias posibles, en cualquier momento. Ese riesgo estará latente en toda la contienda electoral y aún concluida ésta, con las consecuencias que usted quiera imaginar.
Arredondo, el más viable para la rectoría de la Universidad Veracruzana
Ante el silencio de aspirantes a la rectoría de la Universidad Veracruzana, sigue siendo una carta fuerte para regresar a la misma el Doctor Victor Arredondo, cuya capacidad de liderazgo y desarrollo de estrategias de gran envergadura en cuestiones educativas no tienen ningún punto de objeción.
Los demás que pudieran ser, primero tendrían que levantar la mano, y ya es mala señal que no lo hagan, y después mostrar sus credenciales, obras académicas y su plan para una universidad que requiere un sucesor a la altura del Dr. Raúl Arias Lovillo en su grado de compromiso y visión con la que ha lidereado una de las mejores universidades del país.
Sigue permeando en el interior de la institución que el nuevo rector debe surgir precisamente de la familia universitaria, con hechura académica y no política, y menos desde puestos ajenos al devenir de la propia universidad. Por eso Victor Arredondo sigue en el ánimo de todos como el mejor prospecto de todos los que han sido mencionados. Claro está que falta que él decida participar, lo cual ya es otra cosa.
Xalapa un caos vial que se abonará en las urnas
Basta transitar, a pie o en vehículo, por las avenidas y calles xalapeñas, para darse cuenta que la actual administración municipal de Elizabeth Morales poco está aportando con su ejercicio de presidenta a la causa priista en las próximas elecciones.
La ciudad es un caos total con las obras que, necesarias o no, adolecen de un gran defecto: la falta de planeación, lo que hace pensar que la munícipe, o sus subalternos, no tienen el menor interés en aplicar orden en los procesos que están alterando la vida capitalina.
Obras cuyas fechas se prolongan más allá de lo previsto, cierre de rúas importantes y después de rúas alternas que obligan a que el tránsito o vaya a vuelta de rueda o se dirija a grandes distancias para llegar a punto cercano al de donde partió.
Por citar un caso, el día de ayer, frente a Plaza Américas, un grupo de trabajadores pintaban el camellón central con el color amarillo tradicional, en plenas dos de la tarde, ocupando un carril de circulación -el de alta circulación- para desgracia de miles de automóviles que avanzaban a vuelta de rueda desde el puente Miguel Alemán hasta el lugar de la obra, en un embotellamiento digno de ser mostrado mundialmente como muestra de como no se deben hacer las cosas, para realizar una obra como la mencionada. ¿Sabrán los encargados de tal acción, sus contratistas, los supervisores del ayuntamiento, y la propia alcaldesa, que las horas más propicia para realizar tal acción, con tal de no interrumpir el tráfico en horas pico, son las nocturnas?. Si lo sabe, o no, dan la impresión que les vale.
Precisamente esa es la actitud que perciben muchos xalapeños de Elizabeth Morales, de que le vale la incomodidad urbana que pueda causar a los xalapeños. Esto, quiérase o no, puede ser abonado en las urnas de las próximas elecciones de alcalde, en donde el nombre del PRI va a ser ligado al de una alcaldesa que parecía más preocupada del glamour, que de poner orden y planeación a la administración municipal.
¿O deveras creen que con solo convencer y reunir a líderes de colonos, estos no son sensibles al malestar vial de las obras mal planeadas en Xalapa?
