*24 años dueña del SNTE, apapachada por cuatro expresidentes de la República, enfrentó a Enrique Peña Nieto

*Otros líderes como Carlos Romero Deschamps y Víctor Flores se han disciplinado y continúan en el trono sindical

*La “Gordillo” quiso ser como Dios, como Adán y Eva y Luzbel, quiso medir fuerzas con la reforma educativa

Así como Adán y Eva quisieron ser como Dios y fueron lanzados del paraíso y también Luzbel, la profe Elba Esther Gordillo cometió el mismo pecado original: enfrentó y confrontó al presidente de la República; ahora está en el penal de mujeres de Santa Martha Acatitla, de la ciudad de México, acusada de malversar los fondos de los maestros.

Dentro del sistema político, todo está permitido. Durante 24 años, por ejemplo, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón solaparon a la profe. Desviar los dineros de los profes para cirugías plásticas, ropa interior y

exterior y zapatos de hasta cien mil pesos. Bolsas de mano de 40 mil pesos compradas en el extranjero. Coleccionar terrenos, departamentos, residencias, edificios. Hasta un avión privado.

Dueña del sindicato más poderoso de América Latina, quizá del mundo, el SNTE, hasta fue acusada del crimen de un maestro disidente, Misael Núñez, y nunca Los Pinos procedió en su contra.

Todavía más. Vicente Fox y Felipe Calderón le concesionaron BANOBRAS y Lotería Nacional, la subsecretaría de Educación y la vocalía de seguridad nacional para manejarla a su antojo. Incluso, durante 12 años ella fue la dueña. Y enquistó ahí a sus incondicionales, los suyos.

Siempre, aliada del presidente de la República en turno, doblegó a los gobernadores del país. A todos, sin excepción. Se volvió intocable y, por añadidura, “en la plenitud del pinche poder”, se soñó Dios. Quiso ser más que el presidente de la República, el jefe máximo de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el comandante en jefe de las fuerzas armadas, el jefe de la política económica, social y diplomática, el jefe del partido político en el poder.

El dios terrenal. El tlatoani.

Así, se opuso a la reforma educativa de Enrique Peña Nieto. Pintó una raya con su antiguo aliado, el entonces gobernador del estado de México. Amenazó con una resistencia magisterial de norte a sur de la nación. Convocó a los padres de familia para unirse a ella en contra de Los Pinos. Se declaró en el noticiero de Adela Micha, de Televisa, la mujer más amada del país. Honesta. Limpia. Impoluta.

Y ni hablar, un presidente, Carlos Salinas, la encumbró, cuando en 1989 jubilaron a la fuerza al líder del SNTE, exgobernador, y senador de la República, el cacique magisterial Carlos Jongitud Barrios.

Pero otro presidente, Peña Nieto, la ha enviado, ni modo, a la cárcel.

A SUS ÓRDENES, SEÑOR PRESIDENTE…

Todo, dentro del sistema político, está permitido.

Carlos Romero Deschamps, líder nacional del gremio petrolero (perpetuado en el sindicato, y quien acaba de regalar un Ferrari de dos millones de dólares a su hijo, mientras su hija pasea en el avión de su propiedad a su mascota, acusado de desviar 8 mil millones de pesos para la campaña presidencial de Francisco Labastida, nunca fue ni ha sido tocado. Ni puesto bajo sospecha.

Antes que nada es un político institucional: a sus órdenes, señor presidente.

Víctor Flores Morales, líder del gremio ferrocarrilero desde hace 20 años, acusado mil veces de malversar fondos de los obreros, nunca, jamás, ha sido tocado. Incluso, hasta le apodan “El rey Midas”. Peor tantito, igual que Elba Esther y Romero Deschamps, se acaba de reelegir por seis años más.

Pero como es un líder institucional, al servicio del presidente de la República en turno, jamás lo han tocado. Y mientras continúe así, nadie lo evidenciará.

En cambio, la profe se enfrentó, sexenios atrás, a Roberto Madrazo, y aliada de Vicente Fox, con los votos de los maestros, lo derrotó en las urnas, aquel que, según ella, la mandara “a chingar a su madre” y le dijera que le daría “el tiro de gracia y escupiría sobre tu tumba”.

Confrontó a Emilio Chuayfett Chemor, entonces diputado federal, y hasta le lanzó “unas monedas como Judas, porque sirve a quien paga más”.

Enfrentó a Manlio Fabio Beltrones, cuando el show con Roberto Madrazo, cuando terminara aliada de Vicente Fox.

Se soñó Luzbel.

La mujer más poderosa de México según publicara la prensa internacional durmió en la cárcel por vez primera en su vida la noche del martes 26 y su imperio y emporio ha llegado a su fin.

24 años en el poder. Todo, por haber dispuesto de los recursos magisteriales para verse más bonita, atractiva, sensual. Equis número de cirugías plásticas. La frivolidad la hundió…

Publicado originalmente en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=3097#.US-CFR3ZbTo