Crónicas: El regreso de Víctor Arredondo


Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (Desde el puerto de Veracruz)

*Exrector de la Universidad Veracruzana y exsecretario de Educación, organiza la “Cátedra Carlos Fuentes”

Si es cierto que “el único patrimonio de los hombres es la amistad”, entonces, Víctor Arredondo Alvarez es un hombre privilegiado.

Amigo de Carlos Slim (el hombre más rico del planeta), amigo de Roberto Hernández (el banquero más rico de México), también fue amigo de Carlos Fuentes Macías y amigo de su esposa, la reportera Silvia Lemus.

Ahora, y en nombre de  la amistad, y a petición expresa que dejara el autor de “Cantar de ciegos” (cuentos), “Terra nostra” (novela), “París, la revolución de mayo” (crónicas) y “Tiempo mexicano” (ensayos), el exrector de la Universidad Veracruzana y exsecretario de Educación organiza la “Cátedra Carlos Fuentes” en la UV en su calidad de secretario técnico.


Será una cátedra de lujo. Silvia Lemus, en primer lugar: luego enseguida, Rodrigo Eduardo García Barba, mejor conocido como el hijo cineasta de Gabriel García Márquez; Alejandro “El negro” González Iñárritu (Amores perros, Babel, Beatiful), el primer cineasta mexicano en ser nominado por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de Hollywood; Rafael Tovar y de Teresa, etcétera.

Fue con Arredondo cuando Carlos Fuentes decidió heredar su biblioteca a la UV, pues aun cuando naciera en Panamá, siempre quiso nacer en el puerto jarocho. “Mujeruco” le llamaba María Félix, aquella que se hospedara en el hotel Mocambo en una suite nupcial que lleva su nombre, al lado de Agustín Lara, nacido en la ciudad de México, pero que deseó ver la luz en Tlacotalpan.

Por eso la biblioteca de Fuentes Macías (cada año leía la Biblia visto como el mejor libro de crónicas y reportajes en la historia del mundo), instalada en Xalapa se llama Carlos Fuentes Lemus, su único hijo que muriera de cáncer linfático, joven, en la plenitud de la vida.

Así, pudiera decirse que Arredondo Álvarez es como el depositario de tal riqueza cultural. El académico de la confianza de Silvia Lemus, quien cada semana continúa en el ejercicio reporteril entrevistando celebridades en la televisión.

SU PASO POR LA UV

Algún día harán un balance del paso de Víctor Arredondo en la UV durante 8 años. El único que de ahí pasara a la SEV.

Y en su biografía dirán, por ejemplo, que en tiempos difíciles para las universidades públicas, el mejor atributo de un rector es operar como cabildero de recursos tanto públicos como privados. Y sin duda eso fue y significó para la máxima casa de estudios.

Y más ahora cuando en el año 2013 a la UV le han reducido el presupuesto federal en 350 millones de pesos.

Más de 1,700 millones de pesos en infraestructura, por ejemplo, para crear un sinnúmero de USBI de norte a sur de Veracruz.

El mayor número de maestros en posgrado y que también fueron distinguidos por el Sistema Nacional de Investigación y el PROMEF.

El trabajo del MEIF, que como siempre todo en la vida, es perfectible.

Pero más aún, el respeto a la autonomía universitaria que supo alentar ante dos gobernadores, a tal grado que fue con Patricio Chirinos Calero cuando se decretara la independencia política de la UV, Víctor Arredondo el gestor diplomático.

De cara hacia el pasado inmediato, igual que el economista Roberto Bravo Garzón y el doctor en Economía, Raúl Arias Lovillo, han sido los únicos rectores en despachar dos periodos, ocho años, como rectores de la UV.

Bravo Garzón lo fue en años turbulentos y convulsos, cuando la universidad era rehén de los “porros”, a tal grado que el sucesor, el doctor Rafael Velasco Fernández, acuñó la siguiente frase bíblica en una entrevista exclusiva con Froylán Flores Cancela, director general del semanario “Punto y aparte”: “Cada vez que firmo cheques de los porros las manos me tiemblan”.

El gobernador Dante Delgado Rannauro, con el rector Rafael Hernández Villalpando, acabaron con el auge de “los porros” y la UV inició su tiempo estabilizador cuando, incluso, el primer día de don Fernando Gutiérrez Barrios como jefe del Poder Ejecutivo, el exyunista, José Angel Teddy Palacios, asesor del subsecretario José Enrique Ampudia Mello, tomó por asalto la rectoría.

Víctor Arredondo consolidó el desarrollo académico de la UV que Raúl Arias ha proyectado en el país y en el extranjero.

Cada quien su tiempo, Arredondo Álvarez está de regreso. Mejor dicho, sigue vigente. Actuable.

Publicado originalmente en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=3176#.UT9KFtbZbTo

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