60 Segundos: Francisco y Ricardo Cavallo


Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Raul González Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

* EL PUERTO TENDRÍA
CINCO PISOS

En los años sesenta-setenta, había un personaje en el vecino puerto de Veracruz, que con sus anuncios hechos noticias periodísticas, habría logrado que el lugar tuviera cinco pisos cuando menos.
Ese hombre era don Alberto Tapia Carrillo, poderoso entre los poderosos, jefe de la Junta de Mejoras Materiales cuando la instancia dependía del gobierno federal, y como había escasos tres periódicos, el «decano de la prensa nacional» era su favorito para insertar en sus páginas, y a ocho columnas, cada vez que hablaba el funcionario sobre el desarrollo del otrora primer puerto de México.
No había declaración de este personaje que no ocupara las ocho columnas, cuando todos los reporteros la buscaban para justificar su día en la redacción de los periódicos y, en ese sentido, no escapaba el maestro Alfonso Valencia Ríos, para quien don Alberto generalmente le reservaba la «exclusiva». Cuando igual, el periodismo escrito se lucía con la nota de mayor influencia en el grueso de los lectores en ese día.
Bien, no había aspecto de la vida cotidiana del puerto de Veracruz en el que no tuviera relación alguna la junta de mejoras, así, por caso, debía ver con la pavimentación de sus calles, el equipamiento de sus colonias, la introducción de los elementales servicios de agua potable, drenaje, tratamiento de aguas residuales y hasta la apertura de nuevos fraccionamientos habitacionales.
Y en toda la vida pública y material y social del llamado entonces primer puerto del país, las declaraciones de don Alberto Tapia Carrillo tenían mano. La influencia que ejercía el personaje era determinante y con el apoyo de los medios, que se reducían a tres periódicos, los otros dos eran La Nación y La Noticia.
Así se escribían los hechos que la historia contemporánea recogía de los actores políticos de toda una época, y que a la distancia y los años se avista que el común de nuestras ciudades dejan transcurrir sus días, como fueron hace tres y cuatro y hasta cinco décadas.
Y es que el puerto jarocho, sin duda, muestra a ojos de buen cubero, el rezago en que lo han mantenido los gobiernos golondrinos, albiazules y tricolores. Nada para nadie, como en el beisbol, cuando concluyen la novena entrada y están cero a cero carreras.

* FRANCISCO Y
RICARDO CAVALLO

Los latinoamericanos están contentos con la designación del nuevo papa de la iglesia católica.
Mil doscientos millones de seres humanos son asiduos a la creencia religiosa emanada de la Santa Sede de ciudad del Vaticano en el mundo, pero de esta cifra, el 46 por ciento habita sobre tierras latinoamericanas y particularmente los argentinos, son en un 90 por ciento católicos y, por supuesto, que les endulza sentimentalmente el hecho de que un paisano suyo se convierta en el prelado ostentando el más alto cargo de la iglesia católica.
En Argentina, su inclusión en el puesto mencionado abre igualmente expectativas para que el gobierno de ese país se vea obligado a concluir con el seguimiento y persecución de los criminales de la dictadura de los años setenta, precisamente en Argentina, y que sigue siendo motivo de análisis, porque la secuela que dejaron los más de 50 mil ejecutados por el gobierno militar de ese país, de los cuales conoció el hoy papa, cuando oficiaba como sacerdote católico la religión en cuestión en su tierra natal argentina.
El papa conoció del asunto que entraña la detención y encarcelamiento de Ricardo Cavallo, aquel personaje que trajo a México el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, al cual, tras escucharlo en su propuesta de aplicar o imponer un nuevo impuesto en la venta de automóviles nuevos y que bajo el nombre de Renave, llegó para quedarse, lo que le valió a Cavallo para convertirse en director de esa tributación, pero que igual, lo expondría a ser descubierto por familias argentinas radicadas en el DF, que aquel extranjero y funcionario público en México, operó como verdugo durante la dictadura.
Ricardo Cavallo, identificado plenamente por una dama argentina, bajo el mote de «Sérpico», que utilizó durante la matanza que personalmente hizo de tres mil disidentes de aquel país, a los que luego de transportar por aire, en pleno vuelo abría las puertas del avión y a mitad del mar los hacía caer, donde los tiburones dieron cuenta de los cuerpos de los adversarios políticos de la dictadura.
En memorias recientes, se cuenta que el actual Papa Francisco en sus homilías mantuvo una lucha contra los criminales de la dictadura, lo cual le convirtió en uno de los prelados más queridos y respetados por los argentinos que habitan en cualquier parte del mundo.
El papa, cuentan quienes lo conocen, es un hombre sencillo, carismático, humilde y por ende identificado de antemano con Juan Pablo II y Benedicto XVI, y luchador a favor de los pobres y desheredados de todo. Y que como padre jesuita lo mismo habla con cristianos que testigos de Jehová y los judíos. Esperemos.

* FINALMENTE,
NI PAN-NI PRD

Algo tienen que hacer los membretes partidarios del PRD y el PAN, si es que quieren seguir en la búsqueda de chambas políticas, vía las elecciones.
Sea o no cierto, el error, las instancias judiciales electorales encontraron como imposible que se alíen panistas y perredistas, lo cual en principio habría sido una aberración política, pero que igual les brinda la expectativa u oportunidad de rearmarse las dos siglas y buscar reivindicación, sobre todo con el electorado y el grueso de ciudadanos que no votan.
Salvo Xalapa, donde el común de ciudadanos reflexiona su voto y lo otorga a quien les parece el mejor ciudadano y no únicamente que sea el candidato del partido que usted quiera y mande, en el resto de la entidad el sufragio va por los colores partidarios, lo cual entraña que una mayoría de ciudadanos sabe que su participación en las urnas va a conseguir el cambio o que siga más de lo mismo.
La propuesta de panistas y perredistas de ir juntos en las elecciones de julio próximo, no era una mala decisión, pero las tácticas burocráticas llevaron a los perredistas a cometer el desaguisado de no «planchar» los requisitos que contempla o exige toda alianza, en los procesos electorales.
Inclusive Jesús Zambrano, dirigente nacional del partido del sol azteca, creyó en su poder, así que impugnó la no alianza ante el tribunal federal judicial electoral, recibiendo como respuesta un soplamocos y los socios albiazules irán solos como sus contrapartes, cosa que a la vez se avista normal y de congruencia.
Andrés Manuel López Obrador había cuestionado este maridaje que en la sucesión presidencial le dio la derrota, al ir juntos aunque con distancia PAN y PRI, sin embargo, en la justa por las alcaldías y curules locales, la separación de partidos se aprecia menos burda y se reviste de la coherencia de las supuestas ideologías que avalan la existencia de los membretes partidarios en cuestión.
La ruptura de los partidos amantes evitará la burla a la inteligencia de los dos y medio millones de electores, que seguramente sufragarán en ánforas electorales de julio, porque la inclinación o la seducción política en provecho de uno y otro tirador a las sillas municipales y las curules del congreso local, en este sentido serán menos que imposibles.
El voto se ejercerá con absoluta libertad y los comicios le darán credibilidad a un proceso que lleva años de ser seriamente cuestionable.

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