
*Padre de seis hijos, fue atropellado cuando viajaba en su bicicleta
*Comisión de Periodistas regateó el apoyo hasta donde más pudo
*Namiko Matzumoto, con sueldo de $54 mil, se crea 38 plazas a modo
Durante siete días y noches, el fotógrafo de prensa, Ricardo Baxin Muñoz, padre de seis hijos, osciló más que cerca de la muerte que de la vida.
Atropellado por el chofer de una camioneta que se diera a la fuga la madrugada del 6 de febrero, luego de su trabajo en el periódico “La verdad” de Jáltipan, fue trasladado al Hospital Regional, en el puerto jarocho.
Fueron siete días que también estremecieron a la Comisión Estatal de Atención a Periodistas y que revelaron el grado de solidaridad humana que domina a un organismo burocrático, donde los titulares andan como perros y gatos peleando por el presupuesto de 15 millones autorizados por el Congreso jarocho.
Del 6 de febrero, cuando en una bicicleta, su medio de transporte, el fotógrafo se dirigía a su casa en la colonia “Las Tinas” en Jáltipan y fuera atropellado, al día 18 cuando falleciera de un tercer infarto y de la fractura en la columna vertebral, la secretaria de la Comisión, Namiko Matzumoto, aquella que soñaba con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, se la pasó regateando el apoyo para el fotógrafo.
La Comisión de Periodistas de Acayucan llamó al corazón de Namiko Matzumoto, cuando el fotógrafo quedara internado en el Hospital Regional, pidiendo auxilio de 25 mil pesos para comprar unos clavos recetados por el cuerpo médico.

“No es facultad de la Comisión, reviró Matzumoto” (con un sueldo de 54 mil pesos mensuales, además de dos choferes y tres secretarias con cargo al organismo creado a partir de las horas turbulentas en que nueve reporteros fueran asesinados en la tierra jarocha, otros más permanezcan desaparecidos y otros más exiliados).
Además, claro, de estar comisionada con goce de sueldo completo en la UV para, digamos, servir a los trabajadores de la información en “el estado ideal para soñar”.
Horas después, un día, dos quizá, Matzumoto asumiría la misma postura cuando le plantearon el pago al Hospital General (HG) que se iba acumulando:
“No es facultad de la Comisión”, dijo una vez más, cuando en la Comisión de Periodistas ha creado 38 plazas con sueldos que por ningún concepto ha dado a conocer, ni siquiera a los comisionados…, algunos de los cuales han solicitado un informe y una justificación de cada plaza.
Es más, mientras Ricardo Baxin Muñoz permanecía en el hospital, la familia estaba a la expectativa afuera del HG, con días sin probar alimento, durmiendo a la intemperie, sin una cobija en las noches y madrugadas de frío, viento y lluvia.
EL CADÁVER FUE ENTREGADO SIN PAPELES
Y ni siquiera para las tortas y los tacos y un vasito con leche para la familia autorizó Namiko Matzumoto, quien como secretaria de la Comisión se ha adueñado, además del presupuesto, de las acciones oficiales, además de su obsesión de la foto mediática.
Diríamos que su corazón se ablandó un poquito cuando el cuerpo médico del HG solicitó unos litros de sangre para el fotógrafo y habló con el director del hospital, Lorenzo Castañeda, y el médico se desparramó en caridad cristiana.
El 18 de febrero, luego de 12 días en la agonía, el fotógrafo de prensa murió y la familia dispuso que el cadáver fuera trasladado a Jáltipan.
Entonces, una carroza de la funeraria lo llevó al pueblo, pero en el trajineo se les olvidó entregar el documento extendido por el Registro Civil para sepultarlo.
La esposa de nuevo habló a Namiko para que el papelito fuera regresado a Jáltipan. Pero a Namiko le faltó tiempo y espacio para contestar, ocupada, luego del curso de defensa personal a periodistas, de convertir a las reporteras en la Mujer Maravilla y a los reporteros en Blue Demon y/o Batman.
Publicado originalmente en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=3226#.UUiF99bZbTo
