* VUELTA AL RUEDO DE
CUAUHTÉMOC CÁRDENAS
Ni vuelta de hoja, el retorno de Cuauhtémoc Cárdenas confirma la sentencia aquella que aquí dictara don Manuel Ramos Gurrión, cuando advertía que muerto en política no hay, sólo cuando se está tres metros bajo tierra.
El legendario hijo de don Lázaro volvió por sus fueros, encabezó una demostración de fuerza del PRD y dictó cátedra al advertir que el petróleo no debe ser vendido, que Pemex tiene que seguir siendo de los mexicanos, así nomás.
Todo un personaje el ex candidato por tres veces a la presidencia de la república y fundador del PRD, primer partido de izquierda hace un cuarto de siglo y que además de constituir una esperanza para millones de ciudadanos, aspiraba sin duda a gozar de la sola expectativa consistente en conseguir la alternancia en el poder público.
Cuando apareció en la escena importante del perredismo Andrés Manuel López Obrador, Cuauhtémoc pareciera haberse replegado, no coincidía en el desgaste infructuoso del perredismo y por ende de su desmoronamiento como partido político.
Cárdenas ha pedido que se limen las asperezas y que se abra el perredismo a las más diversas voces disidentes y adversarias al sistema gobernante, pero que lo hagan con ética, entrega y limpieza de miras. Ya no más el divisionismo que provocan los Chuchos, las tribus y las mafias que se apoderaron del partido y que se niegan a dejarlo, porque se convirtió en un botín cuando las exigencias sociales reclaman la participación de todos.
El retorno del ex gobernador de Michoacán augura que el personaje en cuestión está decidido a limpiar el camino repleto de espinas, que han construido los perredistas, sin más miramiento que cuidar sus personales bolsillos. Enhorabuena, sobre todo porque sin el fantasma de Andrés Manuel López Obrador, el PRD tiene la posibilidad de cambiar o hundirse definitivamente.
Un día se los dijo Jesús Reyes Heroles y la maquinaria tricolor perdió el rumbo doce años.
El PRD podría repetir esa amarga experiencia, así pareciera estárselos diciendo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
* MARGARITA ZAVALA O
JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA
No quieren los panistas que Gustavo Madero repita otro periodo de cuatro años en la dirigencia nacional del partido de acción nacional.
El bisnieto de don Francisco I. Madero, primer presidente surgido del juego democrático, después de que don Porfirio Díaz fuera obligado a salir del país, busca su reelección como presidente de lo que realmente queda del partido albiazul, tras de su apabullante derrota en la elección última a la presidencia de la república.
Las bases del reaccionario membrete partidario no respetan a sus mandos altos y bajos y medios, que se hayan equivocado y que ahora, la familia de blanco y azul, esté rumiando esa derrota que muchos de ellos esperaban que se diera dentro de un medio centenar de años.
En trincheras del partido reaccionario hay desamor y disgusto con su aparatosa caída cuando apenas habían transcurrido doce años de ejercitar la función presidencial y buscan culpables entre simpatizantes foxistas y adictos calderonistas, al dar la espalda a su correligionaria Josefina Vázquez Mota y de la labor de proselitismo que llevó a cabo personalmente Vicente Fox a favor del abanderado priista.
Es decir, que la maquinaria albiazul propició su propio derrumbe.
El jolgorio y el despertar que el partido había provocado en los mexicanos del común denominador al surgir la candidatura de Vicente Fox, se vinieron abajo escandalosamente, pero vea usted que la impresión en el grueso de compatriotas no es de desagrado, sino todo lo contrario, coinciden las mayorías en que ocurrió porque los hombres de azul y blanco estaban lejos de saber conducir la nave nacional.
Y el problema se multiplicó terriblemente, porque alcaldes, diputados, senadores y gobernadores panistas, de siempre han tenido que sortear la falta de credibilidad en sus programas y formas de hacer gobierno.
Lamentable, porque la alternancia se da en los regímenes aun menos democráticos que existen en el resto del ámbito latinoamericano y el firmamento universal.
Los mexicanos siguen sin saber a ciencia cierta a qué atenerse, porque al final del día no creen precisamente en partidos políticos, considerados de antemano en costosas agencias de colocaciones políticas, así que han tenido que optar por elegir a los hombres y no a las banderas que les acompañan, en esta justa por el poder y que no precisamente ha sido la que mayores beneficios le aporte a la ciudadanía.
Ahora los panistas anuncian su remoción de directiva nacional, la cual pudiera quedar en manos de una de las dos damas como son Josefina Vázquez Mota o Margarita Zavala, porque nadie cree que vaya a repetir Madero, proclive al priismo, antes que al panismo. Esperemos.
* SUCESIÓN DE RECTOR EN LA
UNIVERSIDAD VERACRUZANA
Sn duda, el relevo de rector de la Universidad Veracruzana, próximo a registrarse, entraña una elección distinta a la que suele darse en el resto de la administración pública, del nivel jerárquico que usted quiera.
Hay una junta de gobierno, la cual integran prominentes hombres de la academia, la investigación y el quehacer todo con el acontecer universitario.
Raúl Arias Lovillo está por concluir sus ocho años de gestiones como rector o máxima autoridad universitaria. De su cometido destaca la actualización de los planes y programas de estudio en escuelas y facultades, amén de destacar el prestigio de la casa de estudios en el resto del país y en linderos donde las relaciones de trabajo académico y la investigación, mantiene con universidades del mundo europeo de occidente y los Estados Unidos de Norteamérica.
Acercar a nuestra universidad con las causas sociales y exigencias más sentidas del pueblo contribuyente de Veracruz, es otro de los cometidos realizados a cabalidad por la administración que se va.
El quehacer universitario es radicalmente diferente al que realizan los políticos tradicionales, así que de antemano tendría que desecharse la sola idea de que un político se instalara como su máxima autoridad.
En cada selección de rector se ha dado el hombre, profesor, universitario o intelectual que el momento y las condiciones del entorno social exigen, sin duda alguna. Así que la elección, que no harán los universitarios, profesores ni estudiantes, sino los miembros de la junta de gobierno, se espera que en esta ocasión tampoco se equivoque, porque los tiempos que corren reclaman servidores públicos universitarios, de primer orden.
Y en este contexto, el más avezado grillo nada tendría que hacer en la elección de rector.
Ni siquiera el sindicato que agrupa a los académicos, nada tiene que hacer en este contexto.
La figura de la autoridad máxima de la UV es tan importante, como que de su dirección depende el desenvolvimiento y logros hacia el porvenir y de cara al grueso de universidades y casas de estudio en este país, porque de estos igualmente depende la intervención de sus profesionales presentes y futuros, en la atención que se merece una sociedad, la civil o la que integran los mexicanos de los cuatro costados de la república, porque la exigencia material y social lo reclaman en un mundo globalizado, pero más ahora porque los avances de la tecnología avanzan con intenciones de desplazar a la propia mano del hombre.
Atrás quedaron los rectores que acabaron los porros y los que forjaron profesionales, para la atención aldeana inclusive de las necesidades sociales, porque sobreviene el interés internacional y la búsqueda de la ascendencia que las casas de estudio tratan de alcanzar en la compe
EfACICO 