Reportajes: Veracruz, a prueba del peñismo


Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

*Mientras en otros estados, el inquilino de Los Pinos ha anunciado obra pública, el gobierno federal está dejando la tierra jarocha a la deriva para que solita se levante, mínimo flote, o se hunda más…

Algún estigma arrastra Veracruz que el presidente Enrique Peña Nieto ha marcado una raya.

Y mientras ha viajado en giras políticas a otras entidades federativas anunciando obra pública, en la tierra jarocha sólo ha estado en una ocasión (06 de enero) y eso, como referencia histórica atrás de los símbolos patrios, como fue la promulgación de la Ley Agraria de 1915 por Venustiano Carranza.

Y en donde, además, sólo permaneciera unos minutos, trasladándose en helicóptero del aeropuerto Heriberto Jara al WTC de Boca del Río, presidiendo la ceremonia, pronunciando un discurso y otra vez, luego enseguida, al helicóptero para regresar a Los Pinos, su refugio sexenal.

El próximo 3 de abril está contemplada su asistencia al foro nacional educativo al lado de los 32 secretarios de Educación del país, estará en el WTC de Boca del Río entre 2.5 a tres horas, escuchando algunas ponencias para mejorar la calidad educativa, ahora cuando ya tiene las rejas a la profe Elba Esther Gordillo y disciplinado tanto al SNTE como al CNTE.

Y cuando otros líderes sindicales (el petrolero Carlos Romero Deschamps y el ferrocarrilero Víctor Flores Morales) han puesto las barbas a retozar.

En contraparte, recuenta el politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica, otros gobernadores tienen buena química con Peña Nieto y a cuatro meses de iniciado el sexenio navegan con vientos favorables.

Por ejemplo: César Duarte, de Chihuahua, y Manuel Velasco Coello, de Chiapas, se han convertido en los gobernadores favoritos del presidente. Repetidos viajes a sus estados, con anuncio de obra pública trascendental y con periplos a cada rato de los secretarios del gabinete legal y ampliado.

Bastaría referir que el presidente convirtió a Chiapas en el estado modelo, ícono, de “La cruzada nacional contra el hambre”, con los poderes federal y estatales a un lado, además de que en público (así ocurrió en el WTC de Boca del Río el 6 de enero) se desvivió en afecto con Velasco Coello, el góber más joven del país, 32 años, quien además también se casará con una estrella de Televisa, Anahí, cuyas fotos amorosas se publican en las revistas del corazón, como en su tiempo las fotos de Peña Nieto y Angélica Rivero, “La gaviota2.

Entre la obra pública anunciada figura la siguiente:

-Para Yucatán y Quintana Roo, la construcción del tren Mérida-Cancún.

-En Tabasco, el plan hídrico del edén.

-Para Querétaro y el Distrito Federal, y el Distrito Federal y Toluca, un trenecito moderno.

-En San Luis Potosí, presidió la ceremonia del pacto agrario y anunció el proyecto agroindustrial de la Huasteca.

-En Sinaloa, un plan crediticio sin precedente.

-En Durango, otro plan hídrico.

-Para Guanajuato, la reconfiguración de la refinería de Salamanca.

-El nuevo aeropuerto de la ciudad de México, ya en el Distrito Federal, Hidalgo o Toluca, luego de que en el sexenio de Vicente Fox quedara frustrado en Salvador Atenco, y en donde en la represión más de 20 mujeres fueran violadas y que ha llevado a la secretaría de Gobernación Peñista a solicitar perdón a las víctimas, en tanto las víctimas dijeron que era insuficiente.

¡Ah!, sin contar que primero pasó vacaciones en Acapulco, y luego, en Nayarit, cuando, ni modo, por el infierno en el edificio de PEMEX debió regresar al centro de la tragedia.

VERACRUZ SE LEVANTA O SE HUNDE MÁS

Podrá cada quien echar las campanas al vuelo para interpretar la postura de Peña Nieto ante Veracruz dice Ronzón Verónica.

Puede ser porque nunca ha olvidado el asesinato de las cuatro escoltas de sus hijos en el puerto jarocho durante el fidelismo.

Quizá porque Fidel Herrera soñó con la candidatura presidencial y se habría pasado de tueste en la contienda interna del PRI.

Tal vez porque perdió la elección presidencial, cuando la elite priista jarocha le había garantizado el triunfo en el tercer estado del país con más potencialidad electoral.

Quizá porque mientras Manuel Velasco, de Chiapas, y Arturo Núñez, gobernador de Tabasco, han encarcelado a exalcaldes por ladrones y pillos y tienen en la mira a sus antecesores, Juan Sabines y Andrés Granier, quienes “metieron la mano (y el brazo completo) al cajón”, en Veracruz hay impunidad.

Y tan es así que mientras el líder nacional del PRI, el mexiquense César Camacho Quiroz, ha estado en varias de las 14 entidades federativas donde el 7 de julio habrá elección de alcaldes y diputados locales, y gobernador en Baja California Norte, para Veracruz hay silencio.

A tal grado que en otros estados, la cúpula priista (por órdenes de Los Pinos) ha cambiado a los delegados y en Veracruz Jesús Medellín Zenil se ha perpetuado en el cargo desde hace nueve años, como si de plano a la tierra jarocha la estuvieran dejando a la deriva para que solita se levante (mínimo, flote), o de plano, se hunda más, dice Ronzón Verónica.

Publicado originalmente en:http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=3283#.UVPojheQV9g

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