
El fin de semana pasado arrancaba en Veracruz la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol y con ello se daba pie quizá al cambio de señales de la prospectiva político-electoral que se avecina en los próximos meses.
El viernes y sábado, el exgobernador de la entidad, Fidel Herrera Beltrán, estuvo en Caracas, Venezuela y hay quienes afirman que ya prepara maletas para ubicarse como embajador.
Días atrás en propia voz de Herrera Beltrán, se aseguraba que estaría encabezando la lista de los diputados plurinominales por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Incluso señalaba al menos a los cuatro siguientes, que sin duda ocuparán un lugar en el Congreso Veracruzano.
Previo a esto, también en voz de Herrera Beltrán, se anunciaba la posibilidad de ocupar un espacio en el servicio diplomático de México. Visualizando a Argentina -Buenos Aires- como una posibilidad.
El 8 de febrero por la tarde el de Nopaltepec abandonaba el edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores en la ciudad de México luego de entrevistarse con José Antonio Meade Kuribreña.
“Vengo saliendo de la oficina del Secretario de Relaciones José Antonio Meade le fui a explicar los motivos profundos, las razones, por lo cual no me llegarán a la cara los buenos aires, pero sí los aires buenos del mar y de Coatzacoalcos, ahí vamos…”, decía Fidel a este espacio.
“Le he dado gracias con mucho respeto y cariño al presidente y a Meade, por ahora no, vamos a estar allá en la batalla…” habría comentado también.
Argentina era su propuesta, “Fidel resolvía un acertijo: por ahora Buenos Aires esperará y optaba mejor por los ‘aires buenos’ de la costa veracruzana”, este último párrafo se escribía en Crónicas del Poder el 10 de febrero del 2013.
LA INFORMACIÓN DE MAQUIAVELO
Días después la historia era otra. Maquiavelo, desnudaba que sería la tierra de Hugo Chávez la embajada que ostentaría Herrera Beltrán.
Esa era la información de primera mano que emanaba de las altas esferas del poder.
Un hecho que tomaba certezas el viernes pasado en que Fidel viajó a Caracas, Venezuela. Ahí estuvo más de 48 horas. Se movió como pez en el agua. Conoce muy bien la ciudad.
Sostuvo varias entrevistas en el país sudamericano.
Junto con Fidel abordaron el avión Omar Velázquez, quien hizo las veces de su secretario particular su oficina del edificio del World Trade Center, además de Martín Domínguez, hombre vinculado a la CNC.
Luego de su breve estancia retornaba a despachar en el inmueble ubicado en Río Panuco en la colonia Cuauhtémoc.
El ocho de marzo, el presidente Enrique Peña Nieto, sin revelar nombres confirmaba que “ya había embajador de México para Venezuela, misma que también tiene representante” y certificaba la importancia de la relación diplomática con ese país.
El exgobernador ha comentado que entre sus objetivos está el de formar parte del servicio diplomático nacional.
Hay temas comunes entre México y Venezuela en los que Fidel es un experto. El petróleo es uno de ellos.
Él dice que será plurinominal, otros que ya está preparando el terreno bolivariano para convertirse en embajador.
Los más aventajados sentencian que será primero diputado y luego embajador.
Fidel ha demostrado que nunca juega con una sola canica. Y como buen fanático del beisbol, cambia las señales para despistar al enemigo.
Caracas no es una ciudad fácil. La violencia la inunda.
El 29 de enero de enero 2012, el entonces embajador de México en Venezuela, Carlos Pujalte, sufrió un secuestro exprés.
Ese domingo, Pujalte, “iba en el coche junto con su esposa, Paloma Ojeda, por la urbanización Country Club de Caracas -donde viven las familias más ricas de la ciudad y la mayoría de los embajadores acreditados en el país-, cuando ambos fueron secuestrados por delincuentes comunes. Horas más tarde, la pareja fue liberada en buen estado de salud en las afueras de la ciudad, después de pagar por su rescate una cierta cantidad de dinero que ni la policía venezolana ni la embajada mexicana han querido confirmar. Los delincuentes no han sido capturados. Esta es la séptima vez, en el último año y medio, que uno o varios representantes diplomáticos son víctimas de la inseguridad, que cada fin de semana se cobra entre 40 y 70 vidas solo en la capital venezolana”, eso relataba en sus páginas el diario español El País.
Los escenarios violentos también los conoce Fidel, por cierto aquí en Veracruz estuvo en training de lujo.
AL OÍDO
Mil y un historias acompañan al exdirector de Interpol México, Rodolfo de la Guardia García luego de abandonar la prisión tras obtener su libertad absolutoria por los delitos de delincuencia organizada y delitos contra la salud que le formularon en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa para justificar su lucha contra el narcotráfico.
El sábado 16 de marzo, Rodolfo aparecía en compañía de su familia nuclear en el restaurant Bahía, en el corazón de Coatzacoalcos para compartir un momento con amigos que a lo largo de su infancia y juventud lo acompañaron, amigos de él y otros que cultivó gracias a la bonhomía de su padre.
Cuatro años en prisión que le ayudaron a instruirse más de asuntos legales y donde logró adquirir más conocimiento que cuando cursó su doctorado en plena libertad.
Él, su hermana y su esposa, llevaron a cabo toda la defensa legal para derrumbar los delitos federales que se le imputaban.
Eran días largos para preparar todos los esquemas, todas las estrategias y las verdades jurídicas para combatir las acusaciones de los ministerios públicos federales.
A pesar de que conocía cómo funcionaba el sistema, a pesar de vivir dentro de las entrañas del monstruo y ser parte de él, no era fácil para Rodolfo y su equipo legal.
Fueron 18 audiencias, todas las ganó. “Las hizo polvo” comentaba su padre.
Sus amigos estaban ahí para acompañarlo y darle una “Biensalida”.
Ahí, en la prisión de Tepic, Nayarit, de la Guardia García cohabitó con el General José de Jesús Gutiérrez Rebollo, acusado de proteger a narcotraficantes como Amado Carrillo, hombre enfermo con cáncer en la próstata, que añoraba en su celda tener una colección de discos de canciones de Agustín Lara.
Las pruebas para acusarlo fueron haberle encontrado 10 mil dólares, un cuerno de chivo, una presunta carta dirigida a “El señor de los cielos”, junto con una botella de tequila con sus iniciales, esas fueron las pruebas a pesar de que en el pasado más reciente fue el General Rebollo quien había detenido Amado Carrillo.
Mariano Herrán Salvatti, exzar antidrogas y exprocurador de Chiapas, también fue huésped en la prisión en la que estuvo Rodolfo.
Mil y un historias habrá vivido Rodolfo, relatos que ya en libro podrían convertirse en un Best Seller.
EXTRA: Por vacaciones de quien esto escribe, Crónicas del Poder se publicará hasta el próximo viernes 15 de abril.
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