
* DINOSAURIOS
EN ELECCIÓN DEL PRI

También los dinosaurios tienen una intervención que los priistas avistan como buena, porque cabe en aquéllos que la imparcialidad aflore en la selección de candidatos a las alcaldías municipales.
Carlos Brito Gómez y Manuel Ramos Gurrión aparecen en fotografía de primera plana al lado de Erick Lagos Hernández, dirigente estatal del ex partido aplanadora.
Ojos y sentimientos de socios priistas hay encontrados, porque consideran que una intervención semejante puede arrebatarles lo que ellos consideran como la candidatura esperada.
Sin embargo, los tiempos son otros, a los líderes Brito Gómez y Ramos Gurrión les tocó una época de un sólo partido. Brito fue un honesto subsecretario de gobierno, pero antes había ostentado todas las carteras habidas del partido tricolor de cara a los electores y la ciudadanía, cuando de nominar candidatos se trataba.
Manuel Ramos Gurrión fue todo en la trinchera del partido tricolor, líder, diputado federal, senador y más tarde entró a la función pública en Veracruz como director del IPE y en el orden nacional ha ejercitado tareas en todas las trincheras del partido que volvió a ocupar el poder central.
Cuando Ramos Gurrión dirigió al PRI estatal, sus adversarios políticos lo acusaron de vender alcaldías municipales a los socios de su propio partido, pero ninguna denuncia le fue comprobada ni denunciada ante instancias electorales ni judiciales. En cambio sí formó a muchos como políticos y funcionarios públicos en diferentes sexenios, cuyas chambas en numerosos casos siguen cobrando, y bien, hasta la fecha.
A los priistas de nuevo cuño les causa sorpresa que dos trabucos del viejo régimen estén operando en trincheras de liderazgo en el partido que gobierna la entidad veracruzana y, por otro lado, que un sólo equívoco en el papel de supervisores y analistas que realizan, bien podría llevar a su debacle final a una maquinaria que hace veinte años, cuando menos, frente a la oposición unida, constituye una minoría, como lo demuestran los numeritos en los diferentes procesos electorales ocurridos al paso de ese lapso.
De histórica se califica la panorámica que aparece en algunos medios impresos estos días, en donde Carlos Brito Gómez y Manuel Ramos Gurrión vienen acuerpando –parafrasean los políticos–, al jerarca estatal del ex partidazo, Erick Lagos Hernández, los tres originarios de municipalidades enclavadas en el sur de la entidad.
* YA SALIÓ EL PEINE, TRES
DIPUTADOS SIN SUBIR AL RING
En realidad, el trabajo legislativo por los diputados que se fueron deja mucho que desear, pero además queda inconcluso por doble partida, cuando ahora se refiere que hay tres egresados de la legislatura estatal que jamás subieron a la tribuna para decir nada.
Inclusive si alguien se enteró que Roberto Pérez fue diputado, se debió a que una leona de su propiedad saltó la cerca de su fastuoso rancho-residencia particular allá en Coatepec y el animalito, sin cadenas, anduvo a salto de mata temiendo seguramente que lo sacrificara algún avezado vecino del pueblo mágico que vio nacer a la poetisa María Enriqueta.
En efecto, el papel poco productivo de los señores diputados se debe en buena medida a que una mayoría ni siquiera acude con puntualidad al recinto legislativo, lo que les permite salirse en horarios de trabajo y poder realizar sus compras en las tiendas departamentales de la ciudad, tomar el café en los lugares más sofisticados y hacer la grilla que a trece los llevó a pedir licencia y ahora buscar chamba de alcaldes, si el electorado repite la hazaña de sufragar en su favor.
Imagine usted a una diputada Karime, que acaba de renunciar para buscar la bandera priista a la presidencia municipal de La Antigua, cuando allí había un joven, con militancia familiar de siempre en la trinchera tricolor, al cual la población le dio de entrada su bendición y voto, pero ahora les anuncian que siempre no, que irá una dama, ampliamente desconocida en esa región, sin quitarle en absoluto sus méritos, que seguramente los debe tener.
O en Xalapa, donde a decir de los votantes, en mayoría, Américo la tiene difícil, pero no imposible, acaba de hacer su remate Uriel Flores Aguayo, al advertir que el joven ex diputado con licencia «está muy verde» para la ciudad, lo que confirma que si el priismo quiere contar al panismo a favor de su causa, tendría que volver a mirar hacia el rey del plástico.
Ricardo Ahued ya había concluido gestiones de diputado federal y regresó a Xalapa para ponerse al frente personalmente de sus negocios, que ahora son más, pero los sesudos sabuesos del viejo PRI le soplaron al oído de quien selecciona candidatos, que don Ricardo es, sin duda, la carta del momento para ocupar curul y, por qué no, hasta volver a ocupar la presidencia municipal. Y conste que su oficio es ser empresario y no nació en Xalapa, sino en Coahuila.
Los políticos noveles coinciden en que Américo debe continuar su carrera, pero ahora buscando la alcaldía municipal capitalina. Al tiempo.
* CASCARONES
POR ESCUELAS
Varios cientos de miles de niños y adolescentes-jóvenes reasumieron clases en la entidad veracruzana, bajo la promesa de que tendrán como alumnos maestros de tiempo seguro y que, en muchos casos, sus escuelas dejarán de ser cascarones, para convertirse en locales cómodos, con algún confort o, en su defecto, con las condiciones mínimas de salubridad y higiene.
Enhorabuena, porque se trata del producto más importante que la sociedad puede ofrecer al grueso de la sociedad en el futuro inmediato.
Sin embargo, poco más de dos centenares de planteles se identifican como viles cascarones, donde las condiciones de limpieza e higiene son fantasmales y, por otro lado, a dichos salones les faltan puertas, mesabancos, pizarrones, gises o –como sucede en las preparatorias periféricas de la vecina ciudad de Coatepec–, carecen de cristales sus ventanas y sus jardines se encuentran hundidos en la maleza.
Algo de esto sucede en la cincuentenaria escuela de bachilleres Ramírez Cabañas, que alberga los turnos matutino, vespertino y el sabatino.
Dicho plantel se localiza precisamente en los límites de Coatepec y Xalapa, por ende cualquiera diría que no puede carecer absolutamente de nada. Una triple plantilla de maestros y un espacio importante, el cual, además de las aulas, incluye dos áreas para la práctica del beisbol y el futbol, aunque sin mayor cuidado ni vigilancia por parte de las autoridades escolares.
Empero sus salones de clase adolecen de escritorio y silla para el docente, el pizarrón se cae de viejo y las puertas de acceso, igual, son sostenidas con palillos, sin ninguna estética, y sus mesabancos, los destinados a los estudiantes, necesitan de un relevo inmediato, no dos ni tres, todos los de cuantos salones cuenta el bachillerato en cuestión.
Los sanitarios, sin ninguna atención sanitaria, se encuentran convertidos en sendos cochineros.
Si esto ocurre en torno a dos importantes ciudades, lo consecuente es que en la zona rural el problema se complica.
Ahora que está la lucha de los gremios y el gobierno federal que anuncia que habrá reforma educativa cueste lo que cueste, la pregunta que surge en linderos magisteriales y estudiantiles, es saber entonces, a ciencia cierta, cómo va a aplicarse un cambio en el sistema de enseñanza, siendo que las condiciones físicas de las edificaciones escolares, en plenos centros urbanos, se encuentran a la cuarta pregunta.
Congruencia con congruencia, demandan numerosos mentores, sin los espacios sindicales para hacer sentir sus exigencias y necesidades didácticas y físicas. Lo que convierte a estos centros educativos, en instituciones sin mayores condiciones para prepararse académicamente la parte de la sociedad más sensible, como son los jóvenes específicamente.
