
* SARITA MONTIEL,
EN EL «CINE RADIO»
Citar el nombre de Sarita Montiel, es remontarse también los xalapeños al medio siglo inicial del XX, porque sus cintas, a través entonces de la industria del celuloide, eran casi una tarea sacra de cada ocho días.
El Cine Radio se constituía en la sede de las películas que se exhibían a través de la pantalla grande, sobre todo en la matiné de los domingos, a la que llegaban las familias completas y que, sin citarse, se reunían en la sala, una de las dos que Xalapa tenía en ese entonces.
El graderío lleno, en luneta, palcos y galería, en uno, dos y tres pisos. Todavía quedan vestigios de lo que fue el cine por excelencia de los xalapeños, durante la llamada época de oro del cine azteca, una combinación de espectáculo mexicano y el que procedía de los Estados Unidos de Norteamérica, meca y escuela mayor de la producción cinematográfica.
Dentro de los filmes que periódicamente se exhibían a través de la pantalla grande, estaban las películas de la española-mexicana Sarita Montiel.
Quién no gustaba de ver y volver a ver a Sarita Montiel. Hay quienes se deleitaron la pupila hasta seis veces viendo su misma cinta. «El último cuplé» es posible que nadie se la perdiera. Todos querían ver a Sarita, la actriz, la cantante, la bailarina. Extraordinaria mujer, bellísima, y cuyos ojazos españoles parecían hablar y que quienes los veían, quedaban petrificados, perplejos, enamorados para siempre de Sarita Montiel.
La ciudad estuvo a punto de sucumbir cuando la actriz se presentó en vivo por una única ocasión en Xalapa, precisamente en el Cine Radio, el que proyectó todas sus películas. La cantante y bailarina lució enormidades en las películas de la primera mitad del siglo XX al lado de actores de la talla de Burt Lancaster, Gary Cooper, así como de los mexicanos Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Vargas y las divas entre otras como María Félix.
Descanse en paz esta mujer hermosa, que a sus 85 años de edad conservaba la picardía en sus ojos y el rostro toda hecha mujer, siempre joven, quien seguramente robó el corazón –dirían las revistas dedicadas al chisme en la farándula–, sobre todo cuando están ausentes cantantes, bailarinas y actrices con la capacidad, el talento y señorío, acompañantes fieles en toda su vida, de la artista universal Sarita Montiel.
* RELLENO SANITARIO,
ENSUCIA A 3 EX ALCALDES
Quienes en su momento nada dijeron, porque callaron, tienen que responder ahora por un relleno sanitario que más se asemeja a un botadero de basuras a cielo raso, como en cualquier otro predio del resto de la entidad.
Ahora resulta que el proyecto que sería para ser explotado 20 años, no es así.
La comuna de turno, a cargo de Elizabeth Morales, en diferentes momentos ha exhibido las lastimosas condiciones en que se en encuentra el famoso relleno sanitario.
En la congregación de Chiltoyac, lo recuerdan el grupo de los ejidatarios que se dejaron seducir y convencer –ahora lo entienden–, para enajenar en algunas sumas en pesos de seis ceros la tierra que alguna vez sirvió para sembrar y cosechar algunos de los productos agrícolas que hoy son platillo de reyes en cualquiera de los hogares aztecas.
En su oportunidad, los trienios de Ricardo Ahued Bardahuil y David Velasco Chedraui se lamentaron que Xalapa no tuviera un relleno sanitario que cubriera las exigencias, desde entonces, del lugar adonde se tendrían que depositar algo así como 300 toneladas de basuras diarias que la autoridad local ha insinuado producen los xalapeños sin ningún pudor.
Empero, ninguna de las carteras edilicias ha querido enfrentar el riesgo de buscar nuevas áreas o ver cómo se resuelve este penoso asunto de la basura en la Atenas veracruzana y mal llamada ciudad de las flores.
Así que Xalapa cuenta con un relleno sanitario caro en su creación y un botadero sucio a la fecha de las basuras, el cual está por reventar, pero nadie ha dicho si tal proyecto sigue operando, está en el borde del precipicio, o simplemente es utilizado como bandera de políticos, para denostar de una obra que tuvieron en sus manos y no resolvieron nada.
Ambos son aspirantes a diputados locales, los cuales, desde ahora, bueno fuera saberlo qué pueden ofertar como tarea legislativa o gestión desde su panorámica de futuros servidores públicos, si el voto de los ciudadanos de Xalapa los lleva al Congreso, para acabar de una vez por todas con el problema de la recolección de basuras, que es enorme y que, por otro lado, representa por sí solo un peligroso foco de infección en muchos kilómetros a la redonda de Chiltoyac, tierra que alguna vez sirvió para cultivar papas, chile, chícharos, maíz y frijoles.
Como que ya basta de quejumbres, si las soluciones tampoco se presentan a un pueblo que integran ciudadanos que sienten, que no son unos tarados ni enanos mentales.
* A PROPÓSITO DE
CIRCO Y PROFEPA
A propósito, ahora que el mismo titular de la procuraduría federal de protección al ambiente armó su propio circo, cabría preguntar, observan ciudadanos de la ciudad, qué chiste, fin u objetivo tiene la sala de exhibición de especies disecadas, a la entrada de las oficinas que ostenta la dependencia federal sobre la calle de 5 de Febrero, tramo comprendido entre Poeta Jesús Díaz y Aldama.
Desde hace algunos años, la Profepa opera en esta capital bajo la supuesta imagen de estar alerta en la vigilancia a los recursos selváticos y naturales de la entidad, incluyendo una supervisión a los agentes generadores de tóxicos, ruidos, pero sin que se sepa al final del día, qué hace realmente la dependencia dependiente de gobierno federal.
En sus interiores, del tenebroso edificio que ocupa como domicilio oficial la Profepa, se reserva esta área destinada a la exposición o exhibición de reptiles, un tigre, un oso, un halcón, varios ejemplares que alguna vez seguramente gozaron de vida, pero los osados cazadores los atraparon, los asesinaron y disecaron seguramente. Ahora los tienen en su poder autoridades de la Profepa, simbólicas, entre otras cosas, en el cuidado de las riquezas naturales en este país.
Hay quienes se preguntan, realmente qué hace la Profepa frente a los todopoderosos empresarios y políticos que en sus residencias particulares ostentan la explotación y cautiverio de especies exóticas y que todos sus vecinos los identifican plenamente, menos precisamente la Profepa.
Obviamente, que no se atraviese un humilde burrero jalando su mula cargada con dos tablones que trajo a la ciudad desde la montaña del Cofre de Perote, porque inmediatamente la Profepa lo detiene, le dicta un rosario de señalamientos, lo amaga con meterlo a la cárcel, confisca su miserable carga y le bajan los pesos que pueden, so pena de no devolverle los dos pilotes de madera que el modesto talamontes cortó en la montaña.
Hace unos días, un diputado que nunca subió a la tribuna del congreso local, anunció que de su casa se había salido una leona que tiene como mascota y al momento sigue sin saberse qué hizo la Profepa en el caso, cuando funcionarios menores insistieron en que tendría que aplicarse un correctivo y hasta quizá confiscar el salvaje animal citado.
Nada de esto ocurrió, la especie se encuentra de nueva cuenta en la casa del legislador y la procuraduría del medio ambiente, bien, gracias. Y como este personaje, conocidos son los poderosos que cuentan con verdaderos zoológicos en sus casas particulares. ¿Cómo la ve usted?
