
* CICLOVÍA EDUCATIVA,
NACIÓ NO VIABLE
El proyecto o programa de «ciclovía educativa» nació no viable, sobre todo en una ciudad donde no hay una cultura realmente por transitar sobre bicicleta, debido a que el terreno está formado a base de subidas y bajadas y lo único plano son sus cuatro calles que se interconectan en el corazón de la misma localidad.
Los proyectistas de esta obra provocaron un gasto de varios cientos de miles de pesos, que bien podrían haber sido echados al cesto de la basura.
Ayer esta columna buscó a alguno de los funcionarios municipales que aclararan, puntualizaran o defendieran el proyecto que, por otro lado, se informó extramuros que ha sido cancelado, así nomás.
Empero, ninguno de los servidores públicos metidos en este asunto se encontraba en sus despachos, diciendo sus ágiles secretarias que andaban en el campo de batalla laboral, que fueron al despacho de la alcaldesa, y el menos aguzado de sus colaboradores apuntó que estaba con el odontólogo porque le dolía una muela.
Xalapa, está claro, no es una ciudad para ciclistas, inclusive especialistas en problemas cardiovasculares aseguran que en ocasiones resulta muy peligroso para los ciclistas realizar esfuerzos más allá de lo aceptable, porque subir las calles de la ciudad demanda necesariamente un esfuerzo mayúsculo.
Ciudades como Veracruz puerto, Coatzacoalcos y Minatitlán, excelentes para quienes viajan en bicicleta, pero en Xalapa sus calles angostas son proclives a convertirse en escenario de numerosos y hasta fatales accidentes de tránsito.
Sobre todo, esto ocurre más cuando el común de automovilistas conduce a velocidades en extremo altas y los agentes de tránsito y la policía vial, juntos, demostrado está que no pueden con los congestionamientos viales, ni mucho menos con la tozudez y abusos que igual cometen muchos ciudadanos en contra de iguales suyos, una vez que se colocan frente a un volante.
Un proyecto como es el de la «ciclovía educativa», tendría que darse sobre todo en una ciudad donde el 60 por ciento de sus habitantes, niños, jóvenes y viejos, se transportan en bicicleta.
Este programa, además de los costos que implicó, como es la construcción fastuosa en cuestión, finalmente, con el arribo del próximo alcalde, el de relevo de Elizabeth Morales García, le va a dar la vuelta y adiós inversión y la obra que se pretendía educar a los futuros ciclistas de la ciudad. Si se suspende la obra definitivamente, alguna devolución tendrán que hacer los constructores, que ya se habían embolsado miles o millones de pesos. ¿Usted qué dice?
* CRECEN QUEJAS CONTRA
TELMEX, CFE, TELCEL Y OTRAS
La Profeco no se da abasto, sobre todo cuando la instancia recibe todas las quejas de los usuarios o clientelas de las firmas, las cuales son más que esto último, porque los datos que son confidenciales –se supone– de sus identidades, todos los conocen y los servicios que ofertan aquéllas realmente tienen bajo constante terror al común de los supuestos beneficiarios o favorecidos de sus servicios.
Los atracos de las instancias prestadoras de servicios al público consumidor, los vuelve rehenes, víctimas de amagos, ofensas telefónicas y reclamos estériles.
El común de usuarios condena a Telmex y CFE por malos servicios y cobros indebidos en sus facturajes.
En el caso de la concesionaria que posee el hombre más poderoso económicamente del país y del mundo, según la revista Forbes, el usuario del común le pide a la firma que su número telefónico debe quedar en la clasificación de «confidencial», que no quiere saber de ninguna llamada de empresas que ofertan servicios, encuestadoras, ni nada que se le parezca.
Sin embargo, ocurre lo contrario, hay un flujo tremendista de casas comerciales y empresariales que al número «confidencial» le hacen fluir numerosas ofertas, que nadie quiere saber en una época de puro consumismo, como es la presente.
Lo suyo ocurre en CFE, cuyos servicios dejan mucho que desear a través del fluido eléctrico, sus postes cayéndose de añosos, pero la gerencia del servicio eléctrico doméstico, duerme el sueño de los justos.
Las firmas destinadas a la venta del bejuco a través de las líneas de Telcel, Iusacel y cualquiera otra de este carácter, están pasando las de Caín, debido sobre todo a la condena de sus clientelas, porque sus recibos de consumo consignan o incluyen muchas veces aumentos fuera de lo aceptable y sus líneas siempre enfrentando interrupciones, suspensiones sorpresivas y los aparatos que no tienen recepción en espacios cerrados.
Los aparatos telefónicos sufren deterioros tremendistas en cortos lapsos y las reglas que rigen el alquiler o la compra de tiempo aire, son bastante restrictivas o comprometen sobre todo al usuario, por encima de la compañía prestadora del servicio a través del celular.
La procuraduría federal del consumidor se ha convertido en el principal paño de lágrimas de decenas de consumidores y usuarios de los principales servicios que comprenden la telefonía, el agua, la luz eléctrica y los de ornato –porque así podrían definirse– los teléfonos celulares, hoy por hoy servicios más cuestionados y que tienen al grueso de la sociedad como rehén, esclavo y como víctimas de un consumismo brutal, en un país de pobres.
* ESTRÉS EN NIÑOS,
A NADIE IMPORTA
En este ámbito no hay porcentajes ciertos ni definitivos.
A la luz pública acaba de salir el resultado de una indagatoria, que hace una firma respetable, en el sentido de que los niños con estrés son cada vez más y el problema agobia sobre todo a los menores que no rebasan inclusive los quince años de edad.
Hay cuestiones que inciden en la personalidad de los menores, que suelen ausentarse en la escuela, la calle, el juego en el parque, en la propia casa en que habitan y el entorno que le rodea, sean sus familiares, de amigos, compañeros de escuela, iguales en el campo de juego, etcétera.
Todo ello, igual, coadyuva al endurecimiento del carácter, la personalidad arrecia del menor, que es empujado a pensar y actuar como adulto.
En anterior época, infinitamente mejor –se asegura–, la del rockero César Costa, reconocido como artista, hombre de bien y universitario de cepa, en una entrevista sostenida hace dos días con la televisión, recordó que se formó en una escuela de alemanes, donde obviamente todos eran altos y él bajito, así que acudió a un tío suyo deportista, quien lo preparó como boxeador y así pudo estar en condiciones de poderse defender de quienes pretendieran en algún momento cometer un abuso en su contra o golpearlo.
El porcentaje de menores estresados que hay en la ciudad, es preocupante, aunque a los políticos, sobre todo, no les llame la atención.
Pero existen y luego a la sociedad le espanta que haya hampones, asesinos, ladrones y asaltantes menores de edad.
Mucho se habla y advierte en relación a los apoyos que se brindan a personas en situación de vulnerabilidad, aunque dicho en letras de molde allí queda, nadie más los ve ni sabe. En cambio, los niños con estrés están en la escuela a la vista como limpiaparabrisas y pedigüeños y vendedores ambulantes, así como las 40 bandas juveniles existentes en la ciudad, que el anterior sexenio dijo que había y ahora hasta pareciera que se soslaya como problema social.
Prueba en contrario, que se presente a la organización que acaba de rendir una información que da escalofríos. Y que lamentablemente para el resto es fríamente un problema, pero de otros.
