
“Lo que desmoraliza a la sociedad es ver que los corruptos son impunes, que las leyes están hechas como las redes que sólo atrapan peces pequeños”: Fernando Savater, escritor y filósofo español.
Con la elección interna que tuvo el PAN el día 14 para escoger a sus candidatos a diputados y alcaldes, se da por hecho el arranque de las campañas proselitistas para conseguir el voto.
En la disputa por el municipio de Jalapa es la primera vez que existan cuatro competidores fuertes dispuestos para llegar a ocupar la silla presidencial el próximo 7 de julio en un duelo a muerte pero, para ello cuando menos, tendrán que conseguir cien mil sufragios, sí, porque antes con obtener de 60 a 80 mil votos se ganaba la alcaldía, como ocurrió con la actual alcaldesa.
Son cuatro años que los jalapeños tendremos que aguantar ya sea a Dulce Dauzón por el “Movimiento Ciudadano”; Abel Cuevas Melo, por el PAN; Américo Zúñiga, por el PRI o a Marcos Salas Contreras, por el PRD. Cada uno tiene lo suyo. Dinero, espaldarazos, padrinos, doctrinas políticas, sueños, ambiciones y guías morales. Seguramente tendrán, también, propuestas para sacar del bache en que se encuentra la ciudad capital.
Dulce Dauzón, esposa de quien ya fue alcalde Armando Méndez de la Luz, es muy querida y respetada por una gran cantidad de jalapeños. Es empresaria próspera que le cae bien a la gente, a la opinión pública, a las diferentes clases sociales. Es valiente pero no le gustan las confrontaciones estériles. En repetidas ocasiones ha dicho que conoce a la perfección las debilidades del ayuntamiento y que está dispuesta a cambiar la imagen de la ciudad que desde hace mucho tiempo ha perdido el rumbo y se permitió la entrada de la corrupción, la impunidad y las liviandades. Tiene, Dulce, su proyecto que en cualquier momento lo expondrá a los jalapeños.
Américo Zúñiga Martínez, aunque los que no lo quieren dicen que todavía está muy verde y que está siguiendo el mismo guión que usó Elizabeth cuando fue candidata: discursos que no llegan al auditorio, una demagogia simplona, no es carismático, está rodeado de colaboradores jóvenes que desconocen el elemental trato con la gente humilde porque son prepotentes. Dicen los que lo han tratado a Américo que su política y campaña no sólo debe ser para los chavos, que también hay personas mayores, pensantes que observan y miran, pobres, y mujeres solteras, sin trabajo y estudiantes que necesitan que les digan que tendrán su beca, etc.
Es el candidato del PRI que a lo mejor actúa así porque se siente cobijado por Ricardo Ahued, viejo lobo de mar carismático y apreciado por la gente, candidato a diputado por el sector urbano y David Velasco, el exalcalde cuya administración se distinguió por ser gris y mediocre, candidato por lo rural, pero a los jalapeños eso nada les interesa. Quieren ver a un candidato transparente con imaginación, con propuestas congruentes con la realidad que está viviendo la capital del estado. A lo mejor, durante su campaña, madure y vea más allá de su juventud y visualice las necesidades urbanas que hacen falta. Tal vez algún día escuchemos y leamos sus propuestas municipales.
Ninguno de los cuatro navega con bandera de tonto: Por ejemplo, Abel Cuevas Melo, se sometió al escrutinio de los panistas el día 14 y salió victorioso como candidato de ese partido para competir por la alcaldía. Fue delegado de la SEDESOL en el estado, cargo que aprovechó, según dicen muchos, para hacer proselitismo con los apoyos que se les dio a las clases más necesitadas a través de los programas federales. Es profesionista que cuenta con cientos de simpatizantes, sobre todo en la periferia de la ciudad y en congregaciones y rancherías del municipio. Conoce su oficio y también tiene su proyecto de vialidad, turístico, empresarial, deportivo y cultural. Sabe lo que necesita la ciudad capital para su rescate.
Se dice que Marcos Salas Contreras es de mecha corta, quién sabe por qué, pero muy inteligente, es la sorpresa que tiene el PRD. Inició en la política haciendo
talacha en el PRI con Miguel Alemán, luego intentó seguir con el innombrable pero le hicieron una mala jugada y se pasó a las filas del PAN en donde consiguió la diputación federal. Es un estratega en administración, rehúye a las trampas y los trastupijes. De los cuatro se distingue por respetar la institucionalidad (pero no le pide permiso al gobernador para hablar). Trae en su portafolio un proyecto de rescate para Jalapa: urbanístico, agua, drenaje, administrativo financiero, burocrático, recursos federales y modernización vial que ha llamado la atención a la iniciativa privada, a ingenieros, empresarios y militantes perredistas.
Marcos asegura ser candidato ciudadano pero con respaldo del PRD y que además es un auténtico capitalino que ofrece no obras de relumbrón, sino planeadas vía consulta ciudadana.
Esto es, a grandes rasgos, la radiografía de Dulce, Abel, Américo y Marcos.
Y con ellos se pone en juego, pues, la tan mentada y llevada civilidad política que debe prevalecer en los partidos políticos. Ojalá y los jueces fidelistas trepados en el IEV y TEEV, que tendrán que calificar esta contienda municipal, no echen a perder el esfuerzo democrático que van a realizar los cuatro fantásticos con sus miles de seguidores, tomando en cuenta que Jalapa es insoslayable.
Para los cuatro va a estar cabrón, ni duda cabe.
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