Crónicas: Maiceadas tribus perredistas


 

Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana
Por Luis Velázquez Rivera, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana

*El sol azteca en Veracruz quedó hecho polvo 

*Unos y otros se descobijaron como corruptos, sin ningún pudor 

*El líder que se comparó con Jesucristo, pero apenas y llegó a Judas…

Con todo, y luego de que la alianza PAN-PRD fuera tronada en Veracruz, el partido del sol azteca quedó hecho polvo.

Por ejemplo, tribus al fin, los líderes en turno fueron pulverizados. Reducidos a la nada.

En un lado, Juan Vergel con su amigo e incondicional Rogelio Franco Castán, el discípulo más amado que fuera de su maestro Arturo Herviz, y quien de pronto en el camino descubriera asustado su corrupción y lo lanzara de su escuela de cuadros políticos.


Incluso, Vergel y Franco Castán quedaron partidos en añicos, pues sus cuates, Celso Pulido, Fredy Marcos y Fredy Ayala, el amigo entrañable de Erick Lagos Hernández, presidente del CDE del PRI, buscaban lanzar a Fredy Marcos para el trono perredista en Veracruz.

Es más, Juan Vergel quedó ligado a una corriente de deshonestidad, vía Rogelio Franco, pero el PAN se le atravesó con la esperanza de incluirlo en la lista de diputados pluris.

Un reportero, Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso, dice que en el pasillo perredista se aseguró siempre que Juan Vergel fue apadrinado por el sexenio próspero para llegar al PAN, y como en la vida nadie quedar bien cuando se juega con los dioses y los diablos, Vergel cayó del trono.

El estigma va más allá porque en el perredismo siempre han considerado que Rogelio Franco, Manuel Bernal, Daniel Nava y Sergio Rodríguez Cortés han sido títeres del PRI, a través, ahora, de Erick Lagos, quien parece haberse escapado al diablo mismo con tantas artimañas y chanchullerías.

Nadie olvida, por ejemplo, que Franco Castán, igual que su antecesor en el Congreso, Manuel Bernal, siempre han apoyado las iniciativas priistas, sin ningún pudor.

En el mejor de los casos, se han abstenido de votar, lo que de hecho significa en sí mismo una forma hábil, sutil y diplomática, pero reveladora, de su postura, que asombraría al mismo rey Salomón.

Y por si alguna duda existiera habría de recordar los Tratados de Perote, en la casa del senador José Yunes Zorrilla, donde una parte del PRD rojo (Juan Vergel, Fredy Ayala, Manuel Bernal, Margarita Guillaumín, Rogelio Franco) compartieron el pan y la sal con el gobernador.

“MI CABEZA…AL GOBERNADOR”

Sin embargo, Juan Vergel siempre quiso mostrar una cara de su realidad perredista.

El 26 de septiembre, 2012, por ejemplo, declaró a Noé Zavaleta, de la agencia APRO-Proceso, que el sexenio próspero “infiltró” al PRD a un grupo de perredistas a modo, a sueldo, para desestabilizarlo.

“Hay gente del PRD que con unas copas encima abre el pico de más. Se alquilan para eso. Incluso, algunos han ofrecido mi cabeza al gobernador” dijo.

Entonces, habló de los texto-servidores de Veracruz, y aseguró que unos “prestigiados columnistas subsidiados del sistema” pronosticaron que la alianza del PAN-PRD era un fracaso.

Y cuando Noé Zavaleta preguntó a Vergel sobre la lista de perredistas y columnistas a sueldo en su contra, guardó silencio. Evadió el tema.

Un mes después, el exalcalde de Ciudad Mendoza, exdirector del Servicio Nacional del Empleo, Sergio Rodríguez Cortés, quien relevaría en el cargo a Vergel, apareció en el escenario para denunciar que el exlíder nacional, Jesús Ortega, había vendido el sol azteca al PRI jarocho.

Y, entonces, igual que Vergel, habló de que unos perredistas recibían prebendas y dinerito del PRI y del sexenio próspero, pero igual, también, sin aportar nombres ni pruebas.

Bueno, rafagueó a Vergel y a Rogelio Franco de haber recibido “dinero a manos llenas” para aprobar la reforma electoral.

Total, las hordas perredistas acusándose de corrupción a tiro por viaje.

Y lanzó su frase bíblica: “Yo no soy Jesucristo pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra”.

Y, bueno, de que ni es ni se parece si será Jesucristo, ninguna duda existe, aun cuando está más cerca de Judas, quien luego de las 30 monedas se ahorcó de un árbol.

FUERON MAICEADOS, Y BIEN, CLARO…

Así, el 16 de enero, 2013, los comisionados políticos del CEN del PRD, Guadalupe Acosta Naranjos, y del PAN, Juan Manuel Olvida Ramírez, sellaron en un hotel del puerto jarocho el pacto de la alianza en Veracruz.

Hablaron, claro, de vientos de cambio. De pactos que van más allá de la coyuntura ideológica, de acabar con “los reductos de totalitarismo en Veracruz” y hasta satanizaron a las alianzas serviles.

Y aun cuando algunos perredistas y panistas agarraron una francachela, felices del mundo que vendría, lo demás es historia.

Tanto los consejeros del Instituto Electoral de Veracruz como los magistrados del Tribunal Electoral tronaron la alianza.

En el resto de las 13 entidades federativas donde habrá elecciones de alcaldes y diputados locales, van juntos.

Todo, porque a las tribus del PRD las maicearon muy bien.

Andrés Manuel López Obrador siempre ha preguntado los ideales, los principios y las convicciones con que cada político lucha en el país…

En Veracruz, las hordas perredistas se acusaron de corruptos. Ninguna interpuso denuncia penal en la Procuraduría de Justicia, ni siquiera, vaya, por calumnias, difamación de honor y daños a terceros.

Publicado originalmente en: http://www.blog.expediente.mx/nota.php?nId=3459#.UXfsJ6LZbTo

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