
* CICLISMO SÓLO
COMO DEPORTE
Sólo como una actividad deportiva será posible incluir en la ciudad y todas sus calles andar o transitar en el vehículo de dos ruedas.
Empero, para que esto pueda ocurrir se necesita la suspensión de medio centro de la ciudad, para que los ciclistas puedan circular en la mitad de sus arterias públicas y la otra que se abra para el resto de automovilistas.
A raíz de que la autoridad municipal anunció que se llevaría a cabo el programa de ciclovía educativa, la circulación fue cerrada en el corazón de la capital en un 50 por ciento de sus calles y avenidas, lo que igual provocó un caos vial, pese a que el evento se realizó en día domingo.
Los ciclistas pudieron transitar a través de un arroyo de circulación partido a la mitad en el ramal de calles aledañas al centro de la localidad.
Empero, quedó claro que Xalapa jamás será una ciudad en la cual los ciclistas puedan ser los trabajadores, burócratas, académicos y profesionales diversos, menos los funcionarios públicos, habida cuenta de que la ciudad se integra de subidas y bajadas, todas de gran riesgo para el grueso de la ciudadanía que suele caminar, viajar en autobús urbano y el taxi.
En días «normales», con una circulación tremendista como es la que se registra cotidianamente en nuestras calles, en las que los taxistas y autobuseros gozan de absoluta impunidad, los uniformados de tránsito y los elementos de la policía vial brillan por su ausencia en los cruceros importantes, y en el resto sólo se les avista cuando se escenifican siniestros y choques entre automovilistas.
Los ciclistas, lamentablemente carecen de zonas para transitar sin correr los riesgos que impone una ciudad congestionada como es Xalapa, además de que la ausencia de medios y servicios para devolverle su tranquilidad de antaño, la vuelven todavía más peligrosa, sobre todo cuando una mayoría de automovilistas, montados en sus máquinas, suelen cometer los excesos, abusos y arbitrariedades que nadie detiene, menos las instancias destinadas a vigilar y supervisar el tránsito de vehículos automotrices y de peatones. Hasta aquí.
* «QUIERO VER EN LA
CÁRCEL A GRANIER»
Tronó Arturo Núñez Jiménez contra Granier, al enfatizar textualmente: «quiero verlo en la cárcel».
Las arcas del tesoro público en Tabasco se encuentran en bancarrota.
Como en buena parte de estados del resto del país, los recursos públicos se encuentran desfondados y la administración de Arturo Núñez ya no aguanta la presión de los acreedores y proveedores, que siguen sin cobrar las viejas facturas.
Es obvio que no sólo es el caso de Granier, pero éste dejó sin un clavo la secretaría de finanzas del estado de Tabasco.
El saqueo alcanza ya los 23 mil millones de pesos, y Núñez sigue sin poder iniciar los grandes proyectos programados al arrancar su gestión gubernamental.
En su presentación de denuncias acerca de este escandaloso caso, el gobernador de turno acusó igualmente algo muy importante, en el sentido de que el gobierno federal y todas sus instancias le han prestado la más absoluta colaboración, para poder esclarecer y darle seguimiento al suceso del año seguramente en la entidad que vio nacer a Andrés Manuel López Obrador y Roberto Madrazo Pintado.
Con el caso, el gobierno federal puede tener todas las mejores intenciones del mundo de hacer el bien, proyectar obras y servicios hasta desgañitar el presidente Enrique Peña Nieto, pero la impunidad va dejando hoyos y enormes horadaciones a las partidas presupuestarias, que sin duda evitan que los gobernantes actuales puedan siquiera realizar faenas menores.
Oaxaca, Puebla, Tamaulipas, Coahuila, Guerrero y Michoacán, son tan sólo unas cuantas entidades donde el saqueo tiene a sus administraciones postradas, sometidas, avasalladas.
La impunidad quizá sea superior por cuanto a sus nefastos alcances, que los saqueos multimillonarios que se difunden y que suman ya numerosas cajas del tesoro público. Empero, la valiente actuación del perredista Arturo Núñez sigue sin ser secundada por iguales suyos, en entidades donde evidentemente los hoyos financieros se asemejan a verdaderos cráteres sin fondo.
Tan sólo por la práctica, convertida en una enorme catedral, que es la impunidad.
* VENTA DE
ALCALDÍAS
El tema relacionado con la venta de alcaldías municipales no es nuevo.
De siempre, cuando el partido tricolor iba solo, sus amos, caciques y representantes se hacían famosos, en fechas de registro de aspirantes a dicho encargo público, porque el reparto ocurría bajo la máscara de la subasta.
Días de gloria y fiesta para los que a la manera de las subastas públicas colocaban en venta las presidencias municipales, las cuales eran cotizadas en cientos o miles de pesos, pues no entrañaban más pleito que el sostenido entre correligionarios del propio partido tricolor.
Entonces –hace poco más de veinte años–, no había membretes de oposición y si acaso el PAN, en días de don Rafael Hernández Ochoa, resurgía con alguna imagen de sigla, sin causar realmente ninguna baja al priismo aldeano.
El gobernador Hernández Ochoa, en campaña de candidato al gobierno estatal, gustaba decir que estaba para atender a todos los veracruzanos, sin distingo de ideologías. Obviamente no las había, pero surgió por vez primera la voz en serio de un comerciante de ropa en una alacena de la calle Dr. Lucio, don Rubén Efraín González, quien sería el primer diputado plurinominal ante la cámara local de legisladores.
Entonces la sigla de los albiazules no representaba mayor riesgo y sí causaba muchas penas a quien le identificaran como panista. El profesor David Ramírez Lara jugaría por la presidencia municipal de Xalapa, confrontando al priista Rubén Pabello Rojas, y no alcanzaría a tocar ni baranda.
Empero la venta de alcaldías estaba en boga.
Un cacique enorme, de hace 40 años, Rogelio Marín, en Ixhuatlán de Madero, la tierra nativa del ingeniero Heberto Castillo Martínez, y por añadidura pariente del ex gobernador de Puebla, Mario Marín Marín, contaban sus paisanos, en su oportunidad quiso ser presidente municipal, para lo cual hubo que hacer un regalo de 40 novillonas al líder estatal priista de turno, don Manuel Ramos Gurrión. Conste, esto algunos todavía lo recuerdan.
Sobre nuevas cotizaciones, nadie ha dicho algo.
Empero, los analistas sugieren que si antes se robaba, ahora las fortunas personales que se crean o amasan al amparo del poder público, resultan verdaderamente impresionantes. Vaya usted, sugieren, a conocer el conjunto de residencias faraónicas que lindan entre lo que es el final de Las Ánimas y el vecino municipio de Emiliano Zapata y podrá usted, como cualquiera otro de los ciudadanos comunes, confirmar mucho de lo que se dice de las riquezas que suelen acumular servidores públicos –con sus excepciones–, del momento.
